Yo no
debería de estar en este avión, me dije para mi misma, así era, estaba en
un avión rumbo a Mullingar, Irlanda, en vez de estar en mi casa con mis amigos
disfrutando del que sería un verano perfecto, mis padres me obligaron a ir
allí, ¿Por qué? Porque según ellos era problemática, era cierto, me iba mal en
el instituto, a mis 19 años de edad, en vez de estar en la universidad o
haciendo un grado superior como todo estudiante ideal, estaba en mi casa, y a
veces trabajando, fumaba, bebía, sabía perfectamente que no era la hija perfecta
que mis padres querían pero yo era así, ¿se suponía que me tenían que aceptar
tal como soy no? Pues al parecer no. Es cierto que hice muchas cosas, las
cuales mis padres pasaron por alto, mi madre le decía a mi padre, ’’Déjala,
son cosas de la edad’’. Pero hasta
yo reconocía que lo que hice esta vez no tenía perdón.
── Bueno, espero
que este viaje haga que cambies y recapacites. ── Dijo mi padre frio y
cortante.
── Si, como
sea. ── Le contesté besándole la mejilla para después abrazar a mi madre, la
cual lloraba. ── Te echaré de menos. ── Le dije, con mi madre no me podía
enfadar, ella era la mujer que me dio la vida, que me educó, sin embargo a mi
padre no le hablaba, en estos momentos lo odiaba. Me acerqué a mi hermana para
abrazarla fuertemente.-Lo siento, te quiero mucho y quiero que lo sepas. ── Le
dije después del abrazo, ella solo asintió. Pasaron 15 minutos hasta que en el
aeropuerto se escuchó como anunciaban mi vuelo.
── ¿Enserio tiene que irse? ── Le preguntó mi madre a mi padre. ── ¿No puede
estar castigada aquí? ¿En casa? ── Preguntó de nuevo con los ojos llorosos mientras
que yo, al ver a mi padre dubitativo, tuve un dejo de esperanza.
── Lo siento
cariño. ── Le contestó a mi madre. ── Sabes perfectamente que si la dejamos
aquí se escapará como hace siempre que la castigamos. ── Bufé. ── Y tengo la
esperanza de que allí puedas cambiar esa actitud rebelde que tienes. ── Me dijo
mientras se acercaba a mí. ── Un cambio de ambiente es lo que te hace falta. ──
Dicho esto cogió mi cara entre sus manos y deposito un beso en mi frente para
después abrazarme fuertemente, yo simplemente lo abracé, había destrozado un
verano perfecto. ¿Qué se creía? ¿Qué por qué se hiciera el cariñoso iba a
conseguir algo? Pues no. ── Tienes que irte. ── Me dijo.
── Lo sé,
adiós. ── Lo abracé otra vez y me encaminé hacia mi madre y la abracé fuertemente
de nuevo. ── Te quiero. ── A ella era a la única a la que le podía decir esas
dos palabras. Dicho esto me dirigí hacia la puerta de embarque, mi padre ya se
había encargado de facturar las maletas── -Mi padre ya debe de estar feliz, a
conseguido que este verano sea el mas horrible de mi vida. ── Dije en voz baja.
Seguía maldiciendo a mi padre hasta que, sin darme cuenta, llegué al avión, así
que busque mi asiento y me senté. Por suerte nadie se sentaría conmigo, es
decir, tenia tres asientos solamente para mi, normal, ¿quién en su sano juicio
iría a Mullingar? Odiaba ese lugar, era española pero me crié allí, toda mi
infancia estaba allí pero lo odiaba. Y para colmo, mi padre me mandaba a la
casa de nuestros antiguos vecinos, allí tendré que soportarlo a el. Sin duda
esté iba a ser un verano larguísimo.
No podía
quedarme dormida, sin duda dormir en un avión era lo más incomodo del mundo así
que decidí hacer lo que mas amaba en este mundo, escuchar música, la música era
mi vida. Busqué por toda mi mochila y no encontraba mi Ipod, estaba a punto de
morir de un infarto.
── Imposible, ¡si fue lo primero que metí en el bolso! ── Dije
ya al borde de un ataque de nervios, por suerte mire mejor y ahí estaba, una
paz incalculable recorrió todo mi cuerpo. A los 15 minutos de escuchar música
caí profundamente en los brazos de Morfeo .Me desperté con la voz de la amable
azafata. Me bajé del avión y fui a por mis maletas, por suerte no tuve
problemas, ni las perdieron ni nada, al parecer la gente de aquí se volvió mas
eficiente desde que me fui, reí para mi misma por ese pensamiento.
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SiMPLEMENTE PERFECTO SUBE PRONTO PLEASE =)
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