martes, 16 de octubre de 2012

Capítulo 22.


Mi manó golpeaba una y otra vez el sofá, mientras mis lagrimas se derramaban en él. Debía asimilar que él no volvería, no se daría la vuelta y vendría a decirme que lo entendía, porque si yo estuviera en su mismo lugar tampoco podría confiar en la otra persona.

Cobijé mi cabeza entre mis brazos, me levanté de repente y con mi mano tiré la pequeña mesita de cristal, causando que las cosas sobre de este cayeran y se hicieran añicos al chocar contra el suelo, tonta de mi ya que me raje la mano pero ahora mismo nada me dolía más que el hecho de sentirme tan vacía sin Niall a mi lado. Fui a por todo lo necesario para curarme y me vendé la mano, cuando acabé, introducí la otra mano en el bolsillo derecho, el único accesible en mi postura en el suelo. Como loca busqué su nombre en la agenda, y apreté la tecla "Llamar", sollocé y con el final de mi camisa sequé mis lágrimas, quedando la blanca tela teñida de color negro por el maquillaje de mis ojos. El aparato electrónico comunicó dos veces para luego dar señal nula a una llamada entrante, me había colgado. Acto reflejo solté el teléfono de mi mano, por suerte calló en el sofá, a la vez que yo juntaba mi frente con el suelo y las lagrimas brotaban de nuevo de mis ojos.

No me quería levantar, estaban llamando a la puerta, pero hacía caso omiso, oí perfectamente la voz de mi amiga, pidiéndome que le abriera, pero no lo haría, no tuve ni ganas ni ánimos de hacerlo, escuché como metía las llaves dentro de la cerradura, pequeño detalle, ella tenía llaves de mi casa. Cuando abrió la puerta me encontró tirada en el suelo llorando sin parar.

-¡Dios! ¿Por qué no me has llamado joder? Mira cómo estás. –Se agachó para levantarme del suelo pero no quería, insistió varias veces hasta que accedí a levantarme. –Te lo dije, te dije que acabáramos con la apuesta pero tienes que ser tan cabezona y tiene que ser lo que tú digas y mira cómo estás ahora.

 Mi amiga tenía toda la razón del mundo, toda la culpa era mía, mía y solo mía, seguí llorando, sabía perfectamente que esta noche sería muy larga, lo prefería así, para no tener que ver mañana a Niall, pero debía enfrentarme a él y explicarle todo, y decirle que lo quería más que a mi vida. Eleanor decidió irse a su casa, sabía que algo me tenía que contar, pero ella prefirió no decirme nada en ese momento. Subí las escaleras de caracol con gran pesadez como si en vez de pies tuviera dos yunques. Me duché y me puse el pijama, necesitaba descansar. Las 4 A.M. y yo aún seguía despierta. Sonó el despertador a las ocho, y las notables bolsas lilas de debajo de mis ojos denotaban una larga noche sin dormir. Seguían rojos, con las venas notablemente marcadas. Sin ninguna gana me fui a la ducha, me vestí me peiné y bajé a desayunar.

-¡Dios Melany! ¿Has dormido bien? Vaya cara que tienes.-Preguntó mi padre casi horrorizado.

-Tranquilo papá, no he dormido bien, solo eso.-Sonreí falsamente, desayuné y emprendí mi camino hacia el campo de golf.

Caminaba con el bolso de deporte colgado en un brazo, con las gafas de sol puestas, pues no quería que todo el mundo del lujoso lugar me mirara tan solo entrar. Con un hilo de voz pedí a la encargada que trajera mis palos, esperé que el mozo los llevara hasta la puerta que daba al campo. Una vez él desapareció, respiré fuertemente, casi como si me sacara un peso de encima. Tomé el mango de la enorme bolsa, y sus ruedas empezaron a moverse al son de mis pasos. Levanté mi cabeza y a través de mis oscuras gafas lo vi, estaba sentado en el césped con la mirada perdida, la verdad no quería llegar hasta él, me daba miedo ¿y si no quería escucharme? ¿Y si ya no quería saber nada más de mí? Sin darme cuenta llegué hasta su altura.

-Hola.-Dije con un tonto de voz inaudible, un susurro mas bien.

Ni se levantó, con un tono seco y sin mirarme me dijo Coge un palo y empieza. Obviamente no quité las gafas de mis ojos. Tomé el palo y me posicioné, al final parecía que algo si había aprendido con esas dichosas clases.

Niall no fue consciente de que yo llevaba las gafas hasta que no levantó la vista después de seguir la bola que había lanzado con la mirada.

-¿Qué haces con gafas?-Preguntó molesto.- ¡Quítatelas de inmediato!

-No quiero.-Le hice caso omiso y me dispuse a lanzar otra bola. Niall se acercó rápidamente a mí y me quitó las gafas, al quitármelas se quedó algo asombrado por mi demacrada cara.

-¿Qu…Que te ha pasado?-¿Y ahora se preocupaba? Já, que gracia. -¿Y qué te ha pasado en la mano? –Dijo a la vez que cogía mi mano vendada para ver que tenía pero en cuanto noté su mano cogiendo la mía la aparté de un movimiento brusco.

-Nada.-Contesté seca, pero al segundo reaccioné y me dispuse a hablar con el.-Niall, por favor, déjame explicarte lo d…-Y otra vez me interrumpió.

-No Melany, ¡no! Aún no quiero hablar de esto, por favor sigamos con la cl…-Ahora yo fui la que lo interrumpió.

-¡No, Niall no, no quiero seguir con la maldita clase, quiero explicarte y darte mis razones y que te quede claro todo!-Mis ojos se humedecieron.

-¡Esta vez soy yo el que no quiere explicaciones!- Se giró apretó sus dientes con fuerza y volvió a encarame.- ¡Vete!- Ni me moví.- ¡Que te vayas! ¡O no respondo!- Al decir eso me faltó tiempo para coger el bolso y salir de allí, me dio miedo, nunca lo había visto así. Pude ver los ojos de Niall rojos, casi a punto de echar a llorar el también su vena del cuello notablemente hinchada... Y un rostro de completa furia.

A diferencia de Niall, yo ya estaba más que llorando, no porque no me quiso escuchar, si no por cómo me trató. Cuando llegué a la puerta me giré y vi como se pasaba sus manos por su cara. Por un momento nos miramos pero salí de allí corriendo, no quería que me volviera a tratar de aquella forma. Prácticamente fui corriendo a mi casa, solo quería estar en mi cuarto, con mi música y con Eleanor, así que la llamé. 

2 comentarios:

  1. Joder, no me creo...
    Yo entiendo a mel con eso de darle la ostia a la mesilla, el no querer hablar, el llorar, el no dormir y todo...
    Y diigoo que eso de iir al dia siguiente de despues de haber discutido a dar la cara aunque hayas ido con gaafas de sol, es muy vaaliente y haay que teeneer dos ovaarios bien pueeestos!
    Nialler cariño, no seas tan duro con ella, porque si, u estas maal pero ella tambien...podría dejar que te lo explique, no por educación, sino porque si la has visto mal y la quieres y te importa, si vale, te cuesta escucharla porque te duele lo que te va a decir, pero podrías pensar que ella tiene que explicartelo, que no lo está pasando bien como has podido comprobar al quitarle las gafas de sol...No se, un poquito de caso por tu parte no estaría mal cariño:)
    Eso si, el capitulo ha estaadoo geeeeeeeniaal:)
    Unbeeeso
    P.D: soy Esti Horan Fletcher Hutcherson o como se llame mi otra cuenta ajajajaa

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  2. Madre mía. No me puedo creer que falte tan poco para que esto acabe. :(
    Este capítulo ha estado genial, me ha encantado, como todos tus capítulos tan fkjhksajhgkjhkfh lo has explicado todo tan bien que pude comprender a Melany a la perfección.
    Niall a lo mejor está siendo un poco duro con ella pero también le comprendo, han hecho una apuesta con él, no se yo como reaccionaría si estaría en su lugar.
    Cielo, espero el siguiente y que todo este lío se arregle. :)
    ¡Besos! <3

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