Mi
manó golpeaba una y otra vez el sofá, mientras mis lagrimas se derramaban en
él. Debía asimilar que él no volvería, no se daría la vuelta y vendría a
decirme que lo entendía, porque si yo estuviera en su mismo lugar tampoco
podría confiar en la otra persona.
Cobijé
mi cabeza entre mis brazos, me levanté de repente y con mi mano tiré la pequeña
mesita de cristal, causando que las cosas sobre de este cayeran y se hicieran añicos
al chocar contra el suelo, tonta de mi ya que me raje la mano pero ahora mismo nada
me dolía más que el hecho de sentirme tan vacía sin Niall a mi lado. Fui a por
todo lo necesario para curarme y me vendé la mano, cuando acabé, introducí la
otra mano en el bolsillo derecho, el único accesible en mi postura en el suelo.
Como loca busqué su nombre en la agenda, y apreté la tecla "Llamar",
sollocé y con el final de mi camisa sequé mis lágrimas, quedando la blanca tela
teñida de color negro por el maquillaje de mis ojos. El aparato electrónico
comunicó dos veces para luego dar señal nula a una llamada entrante, me había
colgado. Acto reflejo solté el teléfono de mi mano, por suerte calló en el sofá,
a la vez que yo juntaba mi frente con el suelo y las lagrimas brotaban de nuevo
de mis ojos.
No
me quería levantar, estaban llamando a la puerta, pero hacía caso omiso, oí
perfectamente la voz de mi amiga, pidiéndome que le abriera, pero no lo haría,
no tuve ni ganas ni ánimos de hacerlo, escuché como metía las llaves dentro de
la cerradura, pequeño detalle, ella tenía llaves de mi casa. Cuando abrió la
puerta me encontró tirada en el suelo llorando sin parar.
-¡Dios!
¿Por qué no me has llamado joder? Mira cómo estás. –Se agachó para levantarme
del suelo pero no quería, insistió varias veces hasta que accedí a levantarme. –Te
lo dije, te dije que acabáramos con la apuesta pero tienes que ser tan cabezona
y tiene que ser lo que tú digas y mira cómo estás ahora.
Mi amiga tenía toda la razón del mundo, toda
la culpa era mía, mía y solo mía, seguí llorando, sabía perfectamente que esta
noche sería muy larga, lo prefería así, para no tener que ver mañana a Niall,
pero debía enfrentarme a él y explicarle todo, y decirle que lo quería más que
a mi vida. Eleanor decidió irse a su casa, sabía que algo me tenía que contar,
pero ella prefirió no decirme nada en ese momento. Subí las escaleras de
caracol con gran pesadez como si en vez de pies tuviera dos yunques. Me duché y
me puse el pijama, necesitaba descansar. Las 4 A.M. y yo aún seguía despierta. Sonó
el despertador a las ocho, y las notables bolsas lilas de debajo de mis ojos denotaban una
larga noche sin dormir. Seguían rojos, con las venas notablemente marcadas. Sin
ninguna gana me fui a la ducha, me vestí me peiné y bajé a desayunar.
-¡Dios Melany! ¿Has dormido bien?
Vaya cara que tienes.-Preguntó mi padre casi horrorizado.
-Tranquilo papá, no he dormido
bien, solo eso.-Sonreí falsamente, desayuné y emprendí mi camino hacia el campo
de golf.
Caminaba
con el bolso de deporte colgado en un brazo, con las gafas de sol puestas, pues
no quería que todo el mundo del lujoso lugar me mirara tan solo entrar. Con un
hilo de voz pedí a la encargada que trajera mis palos, esperé que el mozo los
llevara hasta la puerta que daba al campo. Una vez él desapareció, respiré
fuertemente, casi como si me sacara un peso de encima. Tomé el mango de la
enorme bolsa, y sus ruedas empezaron a moverse al son de mis pasos. Levanté mi
cabeza y a través de mis oscuras gafas lo vi, estaba sentado en el césped con
la mirada perdida, la verdad no quería llegar hasta él, me daba miedo ¿y si no
quería escucharme? ¿Y si ya no quería saber nada más de mí? Sin darme cuenta
llegué hasta su altura.
-Hola.-Dije
con un tonto de voz inaudible, un susurro mas bien.
Ni
se levantó, con un tono seco y sin mirarme me dijo Coge un palo y empieza. Obviamente no quité las gafas de mis ojos.
Tomé el palo y me posicioné, al final parecía que algo si había aprendido con
esas dichosas clases.
Niall
no fue consciente de que yo llevaba las gafas hasta que no levantó la vista después
de seguir la bola que había lanzado con la mirada.
-¿Qué
haces con gafas?-Preguntó molesto.- ¡Quítatelas de inmediato!
-No
quiero.-Le hice caso omiso y me dispuse a lanzar otra bola. Niall se acercó
rápidamente a mí y me quitó las gafas, al quitármelas se quedó algo asombrado
por mi demacrada cara.
-¿Qu…Que
te ha pasado?-¿Y ahora se preocupaba? Já, que gracia. -¿Y qué te ha pasado en
la mano? –Dijo a la vez que cogía mi mano vendada para ver que tenía pero en
cuanto noté su mano cogiendo la mía la aparté de un movimiento brusco.
-Nada.-Contesté
seca, pero al segundo reaccioné y me dispuse a hablar con el.-Niall, por favor,
déjame explicarte lo d…-Y otra vez me interrumpió.
-No
Melany, ¡no! Aún no quiero hablar de esto, por favor sigamos con la cl…-Ahora
yo fui la que lo interrumpió.
-¡No,
Niall no, no quiero seguir con la maldita clase, quiero explicarte y darte mis
razones y que te quede claro todo!-Mis ojos se humedecieron.
-¡Esta
vez soy yo el que no quiere explicaciones!- Se giró apretó sus dientes con
fuerza y volvió a encarame.- ¡Vete!- Ni me moví.- ¡Que te vayas! ¡O no respondo!-
Al decir eso me faltó tiempo para coger el bolso y salir de allí, me dio miedo,
nunca lo había visto así. Pude ver los ojos de Niall rojos, casi a punto de
echar a llorar el también su vena del cuello notablemente hinchada... Y un
rostro de completa furia.
A diferencia de Niall, yo ya estaba
más que llorando, no porque no me quiso escuchar, si no por cómo me trató.
Cuando llegué a la puerta me giré y vi como se pasaba sus manos por su cara.
Por un momento nos miramos pero salí de allí corriendo, no quería que me
volviera a tratar de aquella forma. Prácticamente fui corriendo a mi casa, solo
quería estar en mi cuarto, con mi música y con Eleanor, así que la llamé.
Joder, no me creo...
ResponderEliminarYo entiendo a mel con eso de darle la ostia a la mesilla, el no querer hablar, el llorar, el no dormir y todo...
Y diigoo que eso de iir al dia siguiente de despues de haber discutido a dar la cara aunque hayas ido con gaafas de sol, es muy vaaliente y haay que teeneer dos ovaarios bien pueeestos!
Nialler cariño, no seas tan duro con ella, porque si, u estas maal pero ella tambien...podría dejar que te lo explique, no por educación, sino porque si la has visto mal y la quieres y te importa, si vale, te cuesta escucharla porque te duele lo que te va a decir, pero podrías pensar que ella tiene que explicartelo, que no lo está pasando bien como has podido comprobar al quitarle las gafas de sol...No se, un poquito de caso por tu parte no estaría mal cariño:)
Eso si, el capitulo ha estaadoo geeeeeeeniaal:)
Unbeeeso
P.D: soy Esti Horan Fletcher Hutcherson o como se llame mi otra cuenta ajajajaa
Madre mía. No me puedo creer que falte tan poco para que esto acabe. :(
ResponderEliminarEste capítulo ha estado genial, me ha encantado, como todos tus capítulos tan fkjhksajhgkjhkfh lo has explicado todo tan bien que pude comprender a Melany a la perfección.
Niall a lo mejor está siendo un poco duro con ella pero también le comprendo, han hecho una apuesta con él, no se yo como reaccionaría si estaría en su lugar.
Cielo, espero el siguiente y que todo este lío se arregle. :)
¡Besos! <3