jueves, 18 de octubre de 2012

Capítulo 24. Final.


Miré a través de la mirilla, y vi el perfecto pelo rubio de Niall y sus ojos azules. Apoyé mi espalda en la pared, empecé a respirar muy fuerte, creía que me iba a dar algo ahí mismo, cerré los ojos fuertemente y empecé a tranquilizarme y sin abrir la puerta, le hablé.

-¿Que...Que quieres Niall?- La voz se me empezaba a entrecortar, me faltaba poco para empezar a llorar.

-Ábreme por favor.-En su voz se asomó un tono suplicante. –Por favor Mel, ábreme.

-¿Para qué? Para tratarme igual que antes.-Fue imposible contener las lágrimas al decir esa frase. – ¿Para gritarme y tratarme como si no fuera nada?

-No Melany, por favor. –Paró un momento. -Ábreme la puta puerta, por favor.-Repitió con voz firme.

Me aparté de la puerta, para girarme y abrirla, pero no quité la cadenita de seguridad, lo que solo permitió abrirla para ver sus ojos y rápidamente bajar mi mirada.

-Déjame pasar, venga.- Dijo él en tono pausado.

-Dime lo que quieras por aquí.- Suspiró fuertemente.

-¿Enserio es necesario todo esto?

-Si, si lo es.-Contesté fría. –No pienso arrastrarme más de lo que me he arrastrado.

-Melany por dios...-No le deje acabar.

-¡No Niall! ¡Por dios nada!-Esta situación me estaba cansando, quería con todo mi corazón dejarlo entrar, pero por otra parte no, no después de lo que me hizo.- ¿Pretendes que te deje entrar en mi casa después de no escucharme y tratarme como si fuera una....Una cualquiera?

Niall cerró la puerta. Y acto reflejó tomé el paño de esta para abrirla y encontrarme su silueta apoyada en la pared contraria a la de mi puerta.

-Sabía que abrirías si pensabas que me iba.- Fruncí el ceño.

-Vete a la mierda.- Di media vuelta para adentrarme en mi casa, sabía que el había entrado también ya que se escuchó como la puerta se cerraba y como unos pasos me seguían. De repente unos brazos me dieron la vuelta y me pegaron a su cuerpo pero me aparté fuertemente. -Ahora habla.-Le dije cuando me aparté, crucé mis brazos y lo miré fríamente.- ¿Qué quieres?

-Lo siento, lo siento por lo de ayer.- Caminó hacia mí, descruzó mis brazos y me pegó otra vez a su cuerpo y yo otra vez me aparté.- No te di oportunidad de explicarte.

-¿Y ahora qué? ¿Lo vas a hacer?- Lo corté. –No entiendo que te ha dado ahora para que quieras escucharme.

-No, sigo sin querer escucharte. -Levanté una de mis cejas.

-¿Y se puede saber qué mierda haces aquí entonces? ¿Reírte de mí o qué? Vete Niall, vete, no quiero que estés aquí. –Lo empecé a empujar hacia la puerta, ya es lo que me faltaba.

-Espera espera. –Decía mientras me cogía por la cintura. –No quiero escucharte porque ya lo sé todo.- ¿Qué ya lo sabía todo?

-¿Qué? ¿Cómo que ya lo sabes todo?-Pregunté incrédula.

-Esta mañana, Eleanor ha venido y me lo ha explicado todo, que ella fue la que propuso esa apuesta, porque, yo…Bueno, yo.

-Porque tú me gustabas. –Suspiré. – ¡Pero es que eso ya te lo dije Niall! Pero, o eres cortito o no sé. –Se rió levemente.

-Lo sé, pero en ese momento no quería escuchar nada, no quería escuchar la verdad. Lo siento.

- ¿Y si yo ahora no quisiera perdonarte? –Le pregunté desafiante.

-No descansaría hasta que lo hicieras. - En cuestión de tres segundos tiró de mi brazo, para rozar nuestras narices suavemente, y rozar nuestros labios, mientras me susurró un Empecemos de cero, por favor. Instintivamente cerré los ojos. Y me dejé llevar por el besó que siguió a esas palabras, sus labios se abrían paso entre los míos, mientras mis manos entrecruzadas detrás de su cuello, hacían cosquillas en su nuca con la yema de mis dedos. Sus manos bajaron de mi cintura para posarse en mi parte trasera y apretarme más contra su cuerpo, provocando que yo arqueara mi espalda mientras el se inclinaba encima de mi.

-Te quiero.-Susurró encima de mis labios. Toda la tristeza que tenía acumulada de estos días se desvaneció nada más escuchar esas dos palabras. Era increíble como dos simples palabras podían arreglar una situación como la mía, pero claro, esas palabras tenían que ser sinceras y estaba completamente segura que las de Niall lo eran.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Capítulo 23.


En menos de quince minutos ella estaba llamando la puerta de mi casa insistentemente.

-¿Que pasa?- Se preocupó por mi rostro poniendo una mano en mi mejilla.- ¡Cuéntamelo venga!

Subimos las escaleras de caracol a toda prisa para acabar en mi habitación ambas sentadas encima de mi cama en postura de indio.

-¿¡Que pasa!? ¿Porque tanto secretismo? ¿Y esa cara?- Tan solo preguntaba sin parar antes de que me diera tiempo a contestar. Comencé mi relato, le conté todo con pelos y señales, desde que llegué al campo de golf hasta que me fui, ella se quedo más que sorprendida.

-Lo he perdido Els, ya…Lo he perdido y para siempre.-Le dije como pude ya que estaba ahogándome con mi propio llanto.

-No, no digas eso, ya veras que todo se arregla, el no te ha dicho que no quiera hablar, solo que por ahora no.-Dijo intentando consolarme pero era en vano, yo seguía llorando y al parecer las lágrimas no querían dejar de salir.-¿Sabes que te digo? Que esto no se queda así, ahora vuelvo.

-¿Pero a donde vas?-Pregunté sorprendida por su comportamiento.

-A un sitio, ahora vuelvo.-No me dejo contestar ya que al segundo salió de mi habitación.

No se lo pensó dos veces, y a paso firme abrió la puerta de cristal con el tirador. Miró a todo el mundo, y no esperó a que alguien la invitara a entrar, avanzó por el hall del club, hasta encontrarse con otra puerta que la conducía a los campos.

-Perdone, no puede pasar.- Carraspeó fuertemente un chico que vestía un uniforme.

-Debo entrar.- Contestó ella amenazante. -Así que déjeme pasar.-El hombre negó con la cabeza.-Por favor.-Puso en práctica su lado sensual intentando, así, que el hombre la dejara pasar.-Es algo de real importancia, si no, no estuviera aquí, se lo aseguro.-Era muy buena actriz entonces consiguió que el hombre la dejara pasar.- Muchísimas gracias.-Sonrió y siguió su camino.

Lo buscaba con la mirada hasta que lo encontró, un poco apartado de todo, sentando en el césped y con sus manos en la cara, mi amiga sin pensárselo dos veces avanzó hacia el y se colocó enfrente suya.

-Piensas seguir aquí sentado  ¿O vas a hacer algo?- Él levantó la cabeza para ver de quien provenía la voz que le hablaba.- Si, es a ti idiota.- Le dijo sin el mas mínimo pudor.- Levántate y dile que tu también la quieres.- Lo miró desafiante.

-No voy a hacerlo.- Contestó negativamente Niall, mientras miraba hacia otro lugar.

-¿Tu eres gilipollas no?-Él la miró con el ceño fruncido.- ¿No te has dado cuenta de que ella a intentado hablar contigo y explicártelo todo por activa y por pasiva? ¿Tú crees que si ella no te quisiera hubiera intentado hablar contigo? Lo de la apuesta es culpa mía, yo la propuse porque sabía que a ella le gustabas tú.-Le dijo mi amiga. Hubo un silencio incomodo hasta que mi amiga se agachó a la altura de Niall.-Por favor, no sigas con esto, no quiero ver a ninguno sufrir y como sigas así la vas a acabar perdiendo.

-Ella me ha perdido a mi- Rehuyó de la mirada amenazante de Els.

-¿Estas seguro de eso?- No respondió.-Dime Niall, ¿Estás seguro que te ha perdido?-Dicho esto, Niall la miró.-Sabes perfectamente que aún la quieres, un error lo tiene cualquiera y ella te ha querido desde el primer momento, ella no quería hacer la apuesta pero yo la obligué, ella lo que menos quería es hacerte daño Niall, así que, ve a su casa y arreglad las cosas.

 Se levantó, titubeó un par de veces, y ella le hizo un signo de aprobación con la cabeza. Tras esta señal, salió corriendo atravesando todo el campo. Ella solo deseaba que llegara donde le había pedido.

En ese momento yo estaba haciendo la comida, mi padre no volvería hasta tarde ya que tenía una reunión así que comería allí. El horno hizo su peculiar sonido de que la comida ya estaba lista para comer. Puse la mesa, para uno y empecé a comer una rica lasaña que me había enseñado a hacer mi madre. Cuando terminé, retiré la mesa y lavé los platos. Me senté en el sofá para ver que daban por la televisión y de repente el fuerte sonido de alguien golpeando la puerta resonó por todo el salón.

martes, 16 de octubre de 2012

Capítulo 22.


Mi manó golpeaba una y otra vez el sofá, mientras mis lagrimas se derramaban en él. Debía asimilar que él no volvería, no se daría la vuelta y vendría a decirme que lo entendía, porque si yo estuviera en su mismo lugar tampoco podría confiar en la otra persona.

Cobijé mi cabeza entre mis brazos, me levanté de repente y con mi mano tiré la pequeña mesita de cristal, causando que las cosas sobre de este cayeran y se hicieran añicos al chocar contra el suelo, tonta de mi ya que me raje la mano pero ahora mismo nada me dolía más que el hecho de sentirme tan vacía sin Niall a mi lado. Fui a por todo lo necesario para curarme y me vendé la mano, cuando acabé, introducí la otra mano en el bolsillo derecho, el único accesible en mi postura en el suelo. Como loca busqué su nombre en la agenda, y apreté la tecla "Llamar", sollocé y con el final de mi camisa sequé mis lágrimas, quedando la blanca tela teñida de color negro por el maquillaje de mis ojos. El aparato electrónico comunicó dos veces para luego dar señal nula a una llamada entrante, me había colgado. Acto reflejo solté el teléfono de mi mano, por suerte calló en el sofá, a la vez que yo juntaba mi frente con el suelo y las lagrimas brotaban de nuevo de mis ojos.

No me quería levantar, estaban llamando a la puerta, pero hacía caso omiso, oí perfectamente la voz de mi amiga, pidiéndome que le abriera, pero no lo haría, no tuve ni ganas ni ánimos de hacerlo, escuché como metía las llaves dentro de la cerradura, pequeño detalle, ella tenía llaves de mi casa. Cuando abrió la puerta me encontró tirada en el suelo llorando sin parar.

-¡Dios! ¿Por qué no me has llamado joder? Mira cómo estás. –Se agachó para levantarme del suelo pero no quería, insistió varias veces hasta que accedí a levantarme. –Te lo dije, te dije que acabáramos con la apuesta pero tienes que ser tan cabezona y tiene que ser lo que tú digas y mira cómo estás ahora.

 Mi amiga tenía toda la razón del mundo, toda la culpa era mía, mía y solo mía, seguí llorando, sabía perfectamente que esta noche sería muy larga, lo prefería así, para no tener que ver mañana a Niall, pero debía enfrentarme a él y explicarle todo, y decirle que lo quería más que a mi vida. Eleanor decidió irse a su casa, sabía que algo me tenía que contar, pero ella prefirió no decirme nada en ese momento. Subí las escaleras de caracol con gran pesadez como si en vez de pies tuviera dos yunques. Me duché y me puse el pijama, necesitaba descansar. Las 4 A.M. y yo aún seguía despierta. Sonó el despertador a las ocho, y las notables bolsas lilas de debajo de mis ojos denotaban una larga noche sin dormir. Seguían rojos, con las venas notablemente marcadas. Sin ninguna gana me fui a la ducha, me vestí me peiné y bajé a desayunar.

-¡Dios Melany! ¿Has dormido bien? Vaya cara que tienes.-Preguntó mi padre casi horrorizado.

-Tranquilo papá, no he dormido bien, solo eso.-Sonreí falsamente, desayuné y emprendí mi camino hacia el campo de golf.

Caminaba con el bolso de deporte colgado en un brazo, con las gafas de sol puestas, pues no quería que todo el mundo del lujoso lugar me mirara tan solo entrar. Con un hilo de voz pedí a la encargada que trajera mis palos, esperé que el mozo los llevara hasta la puerta que daba al campo. Una vez él desapareció, respiré fuertemente, casi como si me sacara un peso de encima. Tomé el mango de la enorme bolsa, y sus ruedas empezaron a moverse al son de mis pasos. Levanté mi cabeza y a través de mis oscuras gafas lo vi, estaba sentado en el césped con la mirada perdida, la verdad no quería llegar hasta él, me daba miedo ¿y si no quería escucharme? ¿Y si ya no quería saber nada más de mí? Sin darme cuenta llegué hasta su altura.

-Hola.-Dije con un tonto de voz inaudible, un susurro mas bien.

Ni se levantó, con un tono seco y sin mirarme me dijo Coge un palo y empieza. Obviamente no quité las gafas de mis ojos. Tomé el palo y me posicioné, al final parecía que algo si había aprendido con esas dichosas clases.

Niall no fue consciente de que yo llevaba las gafas hasta que no levantó la vista después de seguir la bola que había lanzado con la mirada.

-¿Qué haces con gafas?-Preguntó molesto.- ¡Quítatelas de inmediato!

-No quiero.-Le hice caso omiso y me dispuse a lanzar otra bola. Niall se acercó rápidamente a mí y me quitó las gafas, al quitármelas se quedó algo asombrado por mi demacrada cara.

-¿Qu…Que te ha pasado?-¿Y ahora se preocupaba? Já, que gracia. -¿Y qué te ha pasado en la mano? –Dijo a la vez que cogía mi mano vendada para ver que tenía pero en cuanto noté su mano cogiendo la mía la aparté de un movimiento brusco.

-Nada.-Contesté seca, pero al segundo reaccioné y me dispuse a hablar con el.-Niall, por favor, déjame explicarte lo d…-Y otra vez me interrumpió.

-No Melany, ¡no! Aún no quiero hablar de esto, por favor sigamos con la cl…-Ahora yo fui la que lo interrumpió.

-¡No, Niall no, no quiero seguir con la maldita clase, quiero explicarte y darte mis razones y que te quede claro todo!-Mis ojos se humedecieron.

-¡Esta vez soy yo el que no quiere explicaciones!- Se giró apretó sus dientes con fuerza y volvió a encarame.- ¡Vete!- Ni me moví.- ¡Que te vayas! ¡O no respondo!- Al decir eso me faltó tiempo para coger el bolso y salir de allí, me dio miedo, nunca lo había visto así. Pude ver los ojos de Niall rojos, casi a punto de echar a llorar el también su vena del cuello notablemente hinchada... Y un rostro de completa furia.

A diferencia de Niall, yo ya estaba más que llorando, no porque no me quiso escuchar, si no por cómo me trató. Cuando llegué a la puerta me giré y vi como se pasaba sus manos por su cara. Por un momento nos miramos pero salí de allí corriendo, no quería que me volviera a tratar de aquella forma. Prácticamente fui corriendo a mi casa, solo quería estar en mi cuarto, con mi música y con Eleanor, así que la llamé. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Capítulo 21.


Niall ni tan siquiera me miraba. Cuando se dirigió hacia la puerta de salida, desde que Zayn había salido de mi casa ninguno de los dos había abierto boca. Pasaron unos cuantos segundos más y yo no podía mas con ese incomodo silencio.

-Niall…Yo, siento todo este espectáculo.-No me respondió.- ¿Estás bien?-Pregunté.

-¿Una apuesta? ¿Todo lo que ha pasado entre nosotros fue a causa de una apuesta?-¡Dios! Lo sabía.-He dejado a mi novia por TI, y ahora, me vienes con que hicisteis una puesta, que bajo has caído.-Me había tocado la vena sensible.

-Niall, por dios déjame explic…-Me interrumpió, propio de él.

-¡NO! No quiero que me expliques nada.-Se acercó a mí mientras gritaba. -¿Por qué lo hiciste? ¿La apuesta era a ver cuanto tardabas en acostarte conmigo no? Me das asco.- ¡Oh no! Esto ya era demasiado, no se de donde saqué las fuerzas, lo único que se es que mi mano se quedó marcada en su mejilla.

-A mi no me hables así, ¿es que no has escuchado a Eleanor? Ella ha dicho de que iba a la apuesta y POR QUÉ la hicimos.-Remarqué el por qué, iba a seguir hablando, pero me nuevo no me dejó continuar.

-Mira, no quiero seguir hablando contigo, por lo menos hoy, nos vemos mañana en el campo de golf.

-Niall por fav…

-Hasta mañana.-Y así fue como vi su anatomía desparecer por la puerta, me acerqué a esta, me apoyé y me deje caer. Subí mis piernas a la altura de mi pecho y las rodee con mis brazos para así dejar que mis lágrimas cayeran con total libertad. Eleanor bajó de mi cuarto y se sentó a mi lado, me abrazó y me acariciaba el pelo, yo no podía dejar de llorar, no podía. No sé cuánto tiempo pasé llorando pero era lo único que pude hacer en ese momento, aunque quise parar, por Els, simplemente no pude, me levanté del suelo y me encaminé al sofá, dejando a Els en el suelo pero vino conmigo.

-Els, te puedes ir si quieres, estoy mejor. –Mentira, pero no quería amargarla por mi culpa.

-No, yo me quedo contigo…

-¡No! – No la dejé acabar. –Tienes que hablar con Louis antes de que se entere por otro lado.

-Está bien, llámame con lo que sea por favor. –Besó mi frente y se fue.

Ni ganas tuve de irme a mi cuarto, me tumbé cogí la manta que tenía siempre ahí y cerré los ojos, no me dormí solo necesitaba cerrar los ojos y asimilar lo ocurrido. Creí que me moriría ya que vi casi toda mi vida pasar por delante de mis ojos, pero los mas claros recuerdos fueron desde que conocí a Niall hasta hoy, cuando lo conocí, la primera vez que nos besamos, el encuentro en los vestuarios y la mas importante, cuando lo  hicimos. Al recordar eso instantáneamente comencé a llorar de nuevo, y todo por mi culpa, cuando Els me dijo de olvidar la apuesta debería de haberle hecho caso, pero, cabezona yo, no lo hice.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Capítulo 20.


¡Dios! ¿Pero por que había dicho lo de la apuesta? Ahora vendrán mas preguntas. Dirigí mi mirada hacia ella, levantó la cabeza y la miré con el ceño fruncido.

-¿Apuesta?-Preguntó Zayn.

-¿Qué apuesta Els?-Secundó Niall. Lo sabía, seguro que eso acabaría mal.

-Pues, yo sabía que a Mel, le gustabas tu Niall, entonces hicimos una apuesta, y consistía en enamorarte…-Al parecer no quiso decir la parte de la “sin curvas”.

-Yo no accedí.- Aclaré.- No al principio, pero...

-Já!-La voz del corpulento chico se oyó por toda la casa, cortando mi frase.-Aquí todo el mundo lo sabía.- Carcajeó, sentándose en el sofá.- Todos os reíais de mi. Incluso, tu, mi novia.- Dijo señalándome.-Pero tu también me engañabas, pensaba que en ti podía confiar.

-Zayn, por favor, no hagas esto más difícil ¿vale?

-¿Qué no lo haga más difícil?-Se acercó a mi peligrosamente después de levantarse del sofá.- ¿Y que quieres que haga? ¿Qué me ponga a pegar saltos de alegría cuando MI novia me engaña con otro?-Preguntó con desprecio, tanto hacia mí, como hacia Niall.

-Se que no te mereces esto, pero…-Me interrumpió.

-¡Que me parece genial!- Puso una de sus manos en el pecho de Niall.- Felicidades, has ganado.- Seguidamente se acercó a mi, me miró a los ojos, buscando una respuesta, un porque...-Espero que el te de lo que yo no he sabido darte.- Giró sobre sus pies, y se dirigió a la puerta. Pero se paró escasos tres pasos de nosotros. Rió y volvió a girarse.-Aquí tienes mi regalo de despedida.-Dijo mirándome, seguidamente se acercó a mi amiga, la cogió del cuello y le dio un apasionado beso. Mi boca debería de llegar al suelo, no me sentía para nada celosa, solo que, lo hizo así sin más. Cuando acabó de besar a mi amiga, la miró para después mirarnos a Niall y a mí.-Adiós.-Cogió la puerta y se fue.

Se quedó estática, me miró varias veces, y tres segundos después de escuchar el estruendo de la puerta ella corrió hacia arriba, como se enterara Louis…Pero ahora mi problema no era ese especialmente.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Capítulo 19.


Cogí a mi amiga del brazo y tiré de ella hasta dentro de mi habitación, una vez dentro, cerré la puerta.

-Niall ya puedes salir.-Al segundo el hombre que me había hecho suya hace menos de una hora salió del baño.

-¿Como vas a sacar a Niall de aquí sin que Zayn lo vea?- Preguntó la chica rubia mientras se sentaba en la silla del escritorio.- Esto es una locura.- Puso sus manos en su cabeza y revolvió su pelo.

-¿Se puede saber que hacías besando a Zayn?- Pregunté haciendo caso omiso a su anterior pregunta.

-¡Era para que no os descubriera! ¡Venia derecho a vuestra habitación!- Dijo de golpe.

-¿Estas celosa acaso?-Niall entro en la conversación, lo que me faltaba por oír. Lo miré con el ceño fruncido.

-¿Quieres que te demuestre aquí mismo si estoy celosa o no?-Sugerí sensualmente.

-¡Aquí no por favor!-Exclamó Els, a lo cual reímos.

-Entonces, lo has hecho para salvarnos ¿no?

-¡Si! ¡No pienses mal! Obviamente joder, estoy con Louis, ¡dios Louis! Como se entere he muerto.

Els recordó la situación, Zayn se encontraba abajo. Pues debía bajar, ¿pero qué excusa iba a darle ante la figura de Niall? Ella avanzó su pasó ante mi, mientras Niall sin titubear la siguió, me prometió defender lo nuestro aún que fuera delante de Zayn. Él iba a declarar que me quería, y si era necesario, lo haría en ese mismo instante. Ya estábamos a un paso de estar en el piso de abajo, estaba mucho más que nerviosa, temblaba, había que decirlo todo.

-¡Aquí estamos!-Exclamó Els dejando ver la anatomía de Niall a los ojos de Zayn.

-Oh, vaya, Niall, ¿Qué haces aquí? No te he visto antes.-Dijo Zayn notablemente extrañado, cosa más que obvia.

-Creo que yo aquí no hago nada.- Mi amiga se dirigió hacia la puerta, tomando antes su chaqueta del perchero y sus llaves. Mientras yo hice dos zancadas enormes para llegar a alcanzarla.

-¡¿Qué estas haciendo?!- Preguntó una voz que no era la mía. Pues tenia un tono demasiado varonil.- Tu aquí tienes tu lugar, como los demás.- Dijo antes de que me pudiera girar para divisar su robusta figura apoyada en el marco de la puerta del comedor.

-Pero es que tengo qu…-No la deje terminar.

-Por favor, quédate no me dejes sola ahora.-Le dije bajito para que Zayn no pudiera oírme.

-Esta bien.-Suspiró.-Lo hago por ti, si llegas a ser otra no lo haría.-Le sonreí en forma de agradecimiento. Nos dimos la vuelta para así ir al lado de los chicos. Caminó a mi lado, dejándose caer como un peso muerto encima del sillón del comedor. En la cara de Zayn se notaba que algo no iba bien, y el ambiente empezaba a crisparse, Niall se mantenía en silencio y ambos esperaban mi respuesta. ¿A qué pregunta?

-Te escucho.- procedió el moreno chico.

-Pu…Pues, a ver, lo…Lo que pa…Pasa es que…-En ese momento, cierta persona interrumpió mi convincente discurso.

-Lo que pasa es que Melany yo estamos juntos.-Perfecto, ya la hemos liado, en ese momento mi cara se debió poner mas blanca que la pared, miré a Zayn, el cual tenia la boca tan abierta como sus músculos lo permitían, mi mirada pasó a Niall al cual lo miré con el ceño fruncido el me respondió con una sonrisa.

-¿Qu…Que?-Preguntó el que sería próximamente mi ex novio.

Se acercó, pero no miró a Niall, pasó por su lado rozando su brazo con el de él.

-¿Y eso?- Dijo señalándome la notable roncha que tenia en el cuello. No respondí. -Melany, por favor, contéstame ¿Que es eso?- Parecía casi suplicar que la respuesta no fuera la obvia ante esa situación.

Yo...- Me tomó la mano.

-Dilo...- Dijo a un tono tan paciente como el mío.- Dilo, por favor...- Niall avanzó dos pasos, pero yo con la cabeza negué que hiciera tal acción.

-Lo que ha dicho Niall, es…Es verdad.-Agaché la cabeza, no podía mirarlo a la cara después de esto, noté como Zayn apretaba mas fuerte mi mano, me estaba haciendo daño.- ¡Zayn me estas haciendo daño!-Exclamé intentando soltarme de su agarre, se dirigió hacia Niall después de soltar mi mano. Yo no subí mi cabeza hasta que noté como Zayn cogió a Niall del cuello de la camisa.

-Tus no tenias que aparecer. Es más. ¿Porque apareciste?- Su puño se apretaba entre sus dedos.

-¡Zayn déjalo!- Dijo la voz de una cuarta persona que hacia rato que admiraba la escena.-Él no tiene la culpa.- El chico soltó a Niall, mirando directamente a los ojos a la ojiverde.-De nuevo, ha sido mi culpa.- Curvó una de sus cejas.- Yo... Le propuse una apuesta.- Niall abrió la boca de par en par.- Pero porque sabía que ella estaba... Es decir le gustaba Niall.- Bajó la cabeza.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Capítulo 18


La puerta de la entrada se abrió. Eleanor bufó fuertemente, se quitó la chaqueta, mirando a ambos lados, la casa parecía estar vacía. Miró de nuevo su Iphone, y si, el mensaje era correcto, le pedía que fuera a mi casa cuanto más rápido mejor. Pero no había nadie. Dejó sus llaves en el cenicero de la entrada, y colgó la prenda que se acababa de quitar en el perchero. Subió las escaleras de caracol y se dirigió directamente a mi habitación, abrió la puerta sin tocar antes, una mala costumbre de ella.

-¿Melany estás aq…?.-Se quedó estática al verme en ese estado con Niall.

-¡Eleanor! ¿Qué haces aquí?

-Eeeh, yo, mejor, me voy, os dejo tranquilos, ¡lo siento!-Dicho esto salió corriendo de mi habitación, sinceramente fue demasiado cómico. Se paró en el rellano de la escalera, cabeceó varias veces, y una de sus manos llegó a sus mejillas, estaba completamente roja. Niall no pudo evitar reír, mientras yo reía a la par con él.

Bajó las escaleras rápidamente, sin volverse hacia atrás. Pero fue cuando puso la mano en el pómulo de la puerta y abrirla, que la figura de un chico de pelo negro, corto de punta, y de una tez marrón apareció ante sus ojos.

-¡Eleanor! Cuanto tiempo, ¿Qué tal has estado?-Dicho esto se acercó para darle dos besos y un abrazo.

-¡¡Zayn!! ¿Pero qu…qué haces aquí?-Estaba notablemente nerviosa.

-¿No te alegras de verme?-Levantó una de sus cejas.

-Si si claro que me alegro de verte solo que no sabía que ya habías vuelto.

Sonrió falsamente, acto seguido recordó la escena que acababa de presenciar con sus propios ojos.

-¿Donde está Melany?- Preguntó sin más ni menos.

-¿Melany? No, no está.- Realmente una actuación digna de ser ganadora de un Oscar, pues ni titubeo, y lo digo totalmente convencida.

-¿No está?- Puso su mano en su barbilla.- ¿Entonces qué haces tú aquí?- Acusó señalándola.

-Me ha enviado un mensaje, diciéndome que no sabía si se había dejado las planchas del pelo encendidas, y bueno yo tengo las llaves, así que he entrado.- Arqueó una ceja, no muy convencido.

-Entonces… ¿Por qué están sus llaves, su móvil aquí?

-No tengo ni idea, se las habrá olvidado.-Cada vez se ponía más nerviosa.

-Mientes fatal, Melany está aquí, solo que no me lo quieres decir, así que, si me disculpas.-Dicho esto se abrió camino y empezó a subir las escaleras.

-¡Zayn!- Gritó sin moverse de su sitio.-¡Zayn!- Repitió cuando vio que le chico no le hacía caso.-¡Zayn!- Cogió carrerilla para poder alcanzarlo, y subir las escaleras para poderlo atrapar. -Zayn...- Dijo agitada cuando llegó al segundo piso.- Tengo que decirte algo...- No era verdad, pero con algo debía entretenerlo. Zayn se giró para verla.

-¡¿Qué?!-Le preguntó frustrado. No le dio tiempo a darse la vuelta cuando mi amiga besó sus labios. Lo sorprendente no fue eso, si no que él le siguió el beso. Mientras Niall y yo ya nos habíamos vestido y yo al escuchar las voces abrí un poco la puerta de mi habitación encontrándome con esa escena, mi mejor amiga y mi novio besándose.

-¡¿Pero que..?!- No pude evitarlo, esas palabras salieron sin más ni más de mi boca. Ambos dejaron de besarse en ese mismo instante.

-Ha sido ella- Acusó rápidamente mi novio. Mientras ella me miraba con ojos rogantes.

-Sí, he sido yo...- Dijo ante tal escena.

-¿No decías que no estaba?-Le cuestionó Zayn a mi amiga, yo aproveché la ocasión para darme la vueltas y decirle a Niall que se escondiera en el baño y así lo hizo, rápidamente volví a mi posición inicial.

-Sí, yo entre a la casa y lo vi todo vacio y en silencio entonces creía que no había nadie.

-Lo siento, estaba dormida, pero, ¿se puede saber qué era eso?-Pregunté refiriéndome obviamente al beso.

El chico de tez morena, avanzó varios pasos hasta tomarme por la cintura mientras besaba delicadamente mis labios.

-Yo no he tenido nada que ver.- De nuevo repitió la anterior acción.

-Yo.. Será mejor que me vaya.- Dijo mi mejor amiga dándose la vuelta y dando el primer paso para marcharse.

-¡No!-Mi amiga se dio la vuelta para mirarme.- ¿Zayn te importaría bajar? Quiero hablar con ella a solas, ¿vale?-Le di mi mejor sonrisa.

-Claro.-Besó mis labios de nuevo.-Avisadme cuando acabéis.

Dicho esto empezó a andar dirección hacia el piso de abajo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Capítulo 17.


Sus manos estaban en mi espalda, recorriendo cada centímetro de esta. A veces se paraba en el broche del sujetador, pero no llegaba a quitarlo. Yo solo deseaba que lo hiciera ya, aunque yo estaba haciendo lo mismo con su cinturón, pero al final me decidí a quitarlo del medio. Al parecer eso fue una señal para que el también se decidiera a desabrochar mi sujetador. Bajó las tiras de éste lentamente mientras daba mortíferos besos a mi hombro. Levanté los brazos casi de forma instantánea, cuando sus manos volvieron de nuevo, al inició de mi camiseta de tirantes. Facilitando así que pudiera sacármela. Noté como sus manos no dejaron de recorrer mi torso mientras hacia tal acción. Justo en el momento que esta cayó en el acolchado de la cama, bajé rápidamente mis brazos para entre cruzarlos en su cuello, y juntar nuestras bocas de una manera realmente apasionada. Ambos abríamos nuestra cavidad bucal de una manera exagerada, y tomando grandes bocanadas de aire, para dejarlas ir en el momento que nuestros labios de juntaban, y entraban en juego nuestras lenguas. 

Niall me apretó mucho mas fuerte hacía el, y gracias a eso pude notar el grado de excitación en el que estaba y eso me incitó a hacer suaves movimientos de mi cadera contra su miembro. Aun cubierto por sus vaqueros, hecho esto Niall gimió de una manera que hizo que siguiera con mi ardua tarea.

Sin avisar, me cogió y me tumbó de nuevo en la cama. Mi sujetador seguía presente en la escena, un tanto movido de su escena, pues había desabrochado el broche y bajado los tirantes. Tiró de él, dejándolo en algún rincón de la habitación, mientras su mirada se posaba en mis ojos, seguidamente en mis pechos, y volvía de nuevo a mis ojos.

Tardó en reaccionar, mientras se posicionaba de alguna manera que su pesó no quedara del todo encima de mi. Antes de hacer lo que hacia rato que rondaba por su mente, me miró y yo le aguante la mirada. Su boca besó levemente mis pechos, mientras empezaba desplazarla hacia mi pecho derecho, con húmedos y ruidosos besos. Al parecer se cansó de esa zona, ya que noté como sus besos iban bajando hasta la altura de mi ombligo, mientras besaba esa zona, sus manos se fueron al botón de mi pantalón, no se lo pensó dos veces, ya que en menos de tres segundos mi pantalón formaba parte del decorado del suelo. Gateó hasta mí para besar mis labios como si el mundo fuera a acabarse. En la posición que estaba me fue realmente fácil con mis manos, alcanzar el inicio de su pantalón de nuevo, esta vez sin el cinturón, mi presa era sacar el botón de su ojal. 

Sus besos no cesaban, y mis manos no paraban de intentar la anterior acción, fue cuando lo conseguí, que él besó aún mas ferozmente mis labios, mientras mi mano tomaba la cremallera para bajarla lentamente. Una vez que bajé la cremallera, el mismo se encargó de quitarse los vaqueros, ahora estábamos a la par. Su mano derecha se posó en mi mejilla, fue bajándola lentamente hasta acariciar mi brazo, cuando llegó a la mano, se quedo un rato ahí acariciando mis dedos, después su mano siguió su recorrido, acarició mi cintura, pero no se paró ahí, se paró en mi muslo el cual lo levantó levemente para tener mas acceso a el. Sabía como acabaría todo esto, y realmente me moría de ganas de que pasara. Desde el momento en que crucé la primera palabra con el supe que era algo más que un simple profesor de golf para mi, sabia que tenia algo especial.

Su mano entró sin darme cuenta en mi ropa interior, masajeando mi  parte trasera sin pudor alguno. Rápidamente sin sacar la mano, la movió posicionándola en la parte delantera, justo en mi zona intima. Tiré de ella sacándola de allí, a lo que él respondió con una mueca en su cara, de pura sorpresa ante mi acción. Mi mano empezó a jugar en el elástico de su bóxer, mientras de tanto en cuando me atrevía a posicionarla por encima de la tela, en su punto critico, dándole pequeñas caricias. A lo que el respondía entre abriendo y cerrando, tanto la boca como los ojos. Terminé de acariciar esa zona para llevar mis manos al inicio de sus bóxers, lo fui bajando hasta que ya no podía más aunque no hubo problema ya que Niall se encargó de quitárselos por completo.

Estaba a un paso de entregarme a el, a un paso de ser solo suya y sabía perfectamente que si lo hacía, no me iba a arrepentir, Niall me miraba sin emitir palabra, pero era obvio lo que estaba preguntando así que en respuesta, besé sus labios y pasé mis brazos por debajo de los suyos para abrazarlo. Mientras, el besaba mi pelo, me separé de el y fue en ese momento, en ese preciso instante cuando me hizo suya. Noté como lentamente entraba dentro de mí, mientras yo apretaba con fuerza sus brazos. Lancé un grito de dolor, mientras Niall trataba de no ir lo suficientemente rápido para no dañarme. 

No era mi primera vez, pero Taylor y él no podían compararse en ese sentido, ni en ninguno. Además había pasado mucho tiempo sin practicar sexo con nadie, aún que esta vez no se le podía denominar "sexo" si no amor, hacer el amor. Fue entonces cuando fui consciente, fui consciente de que estaba haciendo el amor con Niall. Éste aumento la velocidad, aunque ya no me importaba, ya no me dolía, todo ese dolor se había convertido en placer, el placer de estar con Niall, el placer de estar con el hombre del cual estaba enamorada, lo sabía, ¿enamorarse en dos semanas? Siento deciros que es perfectamente posible.

Noté como esto estaba llegando a su fin, abracé fuerte a Niall por debajo de sus brazos. Los dos gemíamos, ya sin miedo a ser escuchados. Dejó caerse a mi lado, mientras su pecho subía y bajaba una y otra vez, por la respiración agitada.

Cogió mi mano, y la entrelazó en la suya, subiendo ambas por encima de nuestras cabezas, para luego bajarlas.

-Te quiero.- Dijo después de todo el silencio que había reinado en la habitación desde que habíamos empezado.-Te quiero- Repitió de nuevo en mi oreja.

-Y yo Niall…Y yo.-Me di media vuelta para apoyarme en su pecho, escuchaba sus latidos, los cuales estaban acelerados, era algo obvio después de lo que habíamos hecho. Niall se levantó un poco para coger la arrugada sábana y así tapar nuestros cuerpos desnudos.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Capítulo 16.


Soledad, eso era lo que necesitaba ahora mismo, aunque el rugir de mis tripas me dijeron que también necesitaba comer algo ya que esta mañana por las prisas no desayuné nada. En la nevera había una nota de mi padre, como amaba a este hombre siempre preocupándose por mí. 

Saqué la comida que me había dejado mi padre y la calenté en el microondas. Con el plato en una mano y el vaso de agua en el otro me encaminé hacia el salón para ver un poco la tele. Un estruendo enorme resonó por toda la casa, alguien llamaba a la puerta insistentemente una y otra vez.

-¡Ya voy!- Dije o suficientemente algo para que, quien fuera, lo oyera. Pero volvieron a tocar insistentemente.- ¡Que ya voy coño!-Mis pasos eran lentos y pausados, casi sin ganas pero al abrir la puerta mi corazón dio un vuelco.- ¿Que...Que haces tu aquí?-Me quedé estática, por un momento sentí miedo, no se por qué, sin decirme nada entró en mi casa cerrando la puerta, lo que provocó que diera unos pasos hacia atrás. Lo intenté de nuevo. -Niall, me vas a decir que…-No me dejó terminar cuando mi cara estaba entre sus manos y me estaba proporcionando un mullido beso.

No me lo esperaba, y menos después de que hacía más de una hora había salido corriendo de su clase de golf dejándolo con la palabra en la boca. Me separé unos instantes.

-Niall, no sigas con esto... Ya, ya basta.- Bajé la mirada.- Creo que te lo dejé suficientemente claro en el campo...

-Lo sé, y por eso he venido, yo…Yo he dejado a Jade, por ti, por qué después de lo que me dijiste me di cuenta de que ya era imposible seguir con esto de esconderte, te quiero a ti y no quiero volver a esconderte. - Mientras decía esto me miraba fijamente a los ojos mientras acariciaba mis mejilla con la mayor dulzura del mundo-Te quiero Mel.-No pude evitar que unas cuantas lágrimas salieran de mis ojos, no me podía creer lo que había dicho. Me colgué de su cuello para darle un abrazo y esconder mi cara en su cuello. -No…-tragó saliva, pues noté como se movía la nuez de su garganta.- ¿No vas a decir nada?- Sus manos empezaron a acariciar mi pelo lentamente, mientras yo negaba con la cabeza.

-¿Que quieres que te diga? No quiero romper este momento con alguna estupidez.- Dije sin levantar la cabeza de donde estaba escondida.

-Dime que también me quieres, eso estaría bien.-Me dijo riéndose.

-¿Enserio tengo que decírtelo?-Levanté mi cabeza para mirarlo, el asintió.En ese caso, te quiero.-Lo besé.-Te quiero.-Lo besé otra vez y así estuvimos un rato hasta que me cogió de la cintura y me alzó para que pudiera hacer cómodamente una llave en su cadera. Sus manos se posaron en mis glúteos, y lentamente empezó a andar, dirección la escalera de caracol. Pero sus besos no cesaron en ningún momento, nuestras bocas se movían acompasadamente, mientras ambos girábamos la cabeza para dejar camino libre a nuestras lenguas. 

Aún no me podía creer que hace unas horas me había peleado con el y ahora, estaba ya tendida en mi cama con Niall encima de mí acariciando mi cintura. No tuve espera y le quité su camiseta para que decorara el suelo junto a la alfombra. Sus manos no tardaron en subir desde mi cadera hasta el inicio de mi sujetador, subiendo consigo, la blusa. Lentamente y con parsimonia, mientras mi piel se erizaba al paso de sus dedos en ella. A esto su boca acompañó a sus manos, besando cada parte de mi abdomen que quedaba libre, gracias a sus extremidades. Mis manos estaban a ambos lados de mi cuerpo, arrugando fuertemente la sabana, mientras que, por culpa de sus increíbles besos, mi boca soltaba pequeños gemidos y mi espalda se curvaba. Ahora el estaba entretenido besando, mordiendo y lamiendo mi cuello y seguro, me dejarían marca, pero poco me importaba, con todas las fuerzas posibles, cambié las posiciones.

Llevé una mano a mi cuello, pues empezó a arder considerablemente. Mientras él me miraba bajo mis piernas, las cuales se encontraban a ambos lados de su cadera. Lo tomé por el collar que decoraba su cuello, levemente, para que se levantara, y así quedara sentado. Haciendo presión sus labios encima de los míos. Mientras tanto, mis manos empezaron a bajar desde sus mejillas, su cuello, sus hombros, sus pectorales, su abdomen, hasta llegar al borde de sus pantalones, donde reinaba un cinturón.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Capítulo 15.


¡No se puede apuntar! Sería una situación realmente incómoda.

-¿Qué? ¿Por qué?-Pregunté dando un pequeño salto en la cama para acabar sentada.

-¡Tranquila! Era una broma.-Rió.-Pero ¿por qué te has puesto así? ¿No quieres que vaya contigo?-Hizo un adorable pucherito. Dios, que peso me quitó de encima.

-No, no es eso tonto, solo que acabas de volver de New York y tienes que descansar.-Rocé nuestra narices. Curvó sus labios con los ojos cerrados y respiró fuertemente por la nariz, y antes de apagar la luz besó mis labios de una manera realmente dulce, sin malicia.

Corrí tanto como pude, pues estaba por llegar tarde a mi clase de golf, y Niall me mataría, ya no sabía en qué sentido, si por llegar tarde o por lo de anoche, pero me iba a matar seguro. Eran las 9 en punto y estaba entrando en el capo de golf, la carrera que hice valió la pena, a unos 5 metros estaba Niall, sentado en el césped con la mirada perdida. Por unos segundos pensé que podría ser por lo de anoche, pero esa idea se esfumó cuando recordé que Jade lo estaba esperando anoche. ¡Puag!

-¡Buenos días!-Exclamé sin ninguna respuesta de su parte.-He dicho buenos días.

-Saca las cosas y empieza ya.- Miró su reloj.- Que ya has perdido dos minutos de clase.- Ni tan siquiera se digno a hablarme mirándome a los ojos.

-Don Niall no se levanto con el pie derecho hoy.- Solté la ironía mientras cogía el palo de golf de la bolsa.

-¿Y a ti que te importa como haya dormido?- Seguía sin mirarme pero su voz era realmente amenazadora.

-¿Se puede saber que….qué te pasa hoy?-Me contuve, si algo me enseñaron es a ser educada en cualquier situación.

-A mi nada, ¿y a ti? Estas muy feliz hoy ¿no? Habrás dormido bien con Zayn supongo.-Dijo su nombre con retintín. Dios, ya sabía lo que pasaba aquí. Lancé una gran carcajada.

-Dios, ya sé lo que pasa aquí, tu…-Le señalé.- ¡Estas celoso!

-¿Yo? ¿Celoso? ¿De ese Zaynie o como se llame? Por dios.-Dicho esto se rascó su nuca.

-Primero, se llama Zayn, Z-A-Y-N y segundo, si no estás celoso, dime... ¿Porque te pones así?- Tomé su brazo para que dejara de hacer anterior acción y lo baje poniéndolo paralelo a su cuerpo.- A demás, ayer te esperaba Jade.- Metí el palo de golf dentro de la bolsa de nuevo, pues parecía que con esa conversación teníamos para largo y tendido, y seguramente no haríamos clase. Seguidamente me crucé de brazos esperando su respuesta.

-¿Por qué no me dijiste que tenías novio?-Me contestó con otra pregunta, propio de él.

-¿Debería?-Si empezábamos con responder preguntas, yo no me quedaría atrás.

-Lo único que te voy a decir, es que quiero que lo dejes.- Al escuchar eso lo único que pude hacer es soltar otra grandísima carcajada y taparme la boca.

-¡¿Perdona?!-¿Pero quién se creía que era? Creo que en ese momento mi boca llegaba al suelo.

-Lo que has oído.- Dijo obvio.

-¿Y porque no dejas tu a tu querida "sin curvas"?- Tomó mi brazo sin darme cuenta.

-¿Celosa?-Preguntó tentativo.-Repito, ¿CE-LO-SA?- Dijo silaba por silaba. Con un movimiento brusco de mi parte conseguí zafarme de su agarre.

-Yo, no estoy CE-LO-SA, pero tú no eres nadie para decirme que deje a Zayn. Porque entonces yo también estoy en el derecho de decirte que dejes a tu querida novia.

-Tú eres mía, y de nadie más, ¿vale?-Lo que me faltó por oír.

-¿Qué yo soy tuya? JÁ ¿Desde cuándo eh? Yo no soy tuya, que te quede claro, yo no soy un objeto que lo sepas. No creía que fueras tan machista.-Me agaché para coger mi bolsa e irme de allí pero me cogió del brazo con tal fuerza que la bolsa se calló de mis manos y quede pegada a su perfecto torso.

- Necesito tiempo para aclarar las cosas...

-¿Qué cosas?-Pregunté realmente confundida.

- Si lo nuestro funcionará, si te quiero...-¿Si me quiere? Esto ya era un comienzo.

-Niall, yo...-Me interrumpió.

-Por favor, dame tiempo.

-Vale, te doy el tiempo que quieras, pero…

- ¿Pero, qué?

-Ni en un año sabrás si funcionará si no lo intentas, y si me quieres dentro de unos días, me quieres ahora.

Me deshice de su abrazo y eché a correr. Tiempo, tan solo necesitaba tiempo, y ahora que lo pensaba detenidamente yo también necesitaba tiempo, Zayn era mi novio desde siempre, y Niall había hecho cambiar lo que sentía por él en menos de semana y media. No paré mis pies hasta llegar a casa, cerré la puerta de un golpe seco. Pero nadie pareció quejarse de ello, estaba sola.