jueves, 13 de septiembre de 2012

Capítulo 16.


Soledad, eso era lo que necesitaba ahora mismo, aunque el rugir de mis tripas me dijeron que también necesitaba comer algo ya que esta mañana por las prisas no desayuné nada. En la nevera había una nota de mi padre, como amaba a este hombre siempre preocupándose por mí. 

Saqué la comida que me había dejado mi padre y la calenté en el microondas. Con el plato en una mano y el vaso de agua en el otro me encaminé hacia el salón para ver un poco la tele. Un estruendo enorme resonó por toda la casa, alguien llamaba a la puerta insistentemente una y otra vez.

-¡Ya voy!- Dije o suficientemente algo para que, quien fuera, lo oyera. Pero volvieron a tocar insistentemente.- ¡Que ya voy coño!-Mis pasos eran lentos y pausados, casi sin ganas pero al abrir la puerta mi corazón dio un vuelco.- ¿Que...Que haces tu aquí?-Me quedé estática, por un momento sentí miedo, no se por qué, sin decirme nada entró en mi casa cerrando la puerta, lo que provocó que diera unos pasos hacia atrás. Lo intenté de nuevo. -Niall, me vas a decir que…-No me dejó terminar cuando mi cara estaba entre sus manos y me estaba proporcionando un mullido beso.

No me lo esperaba, y menos después de que hacía más de una hora había salido corriendo de su clase de golf dejándolo con la palabra en la boca. Me separé unos instantes.

-Niall, no sigas con esto... Ya, ya basta.- Bajé la mirada.- Creo que te lo dejé suficientemente claro en el campo...

-Lo sé, y por eso he venido, yo…Yo he dejado a Jade, por ti, por qué después de lo que me dijiste me di cuenta de que ya era imposible seguir con esto de esconderte, te quiero a ti y no quiero volver a esconderte. - Mientras decía esto me miraba fijamente a los ojos mientras acariciaba mis mejilla con la mayor dulzura del mundo-Te quiero Mel.-No pude evitar que unas cuantas lágrimas salieran de mis ojos, no me podía creer lo que había dicho. Me colgué de su cuello para darle un abrazo y esconder mi cara en su cuello. -No…-tragó saliva, pues noté como se movía la nuez de su garganta.- ¿No vas a decir nada?- Sus manos empezaron a acariciar mi pelo lentamente, mientras yo negaba con la cabeza.

-¿Que quieres que te diga? No quiero romper este momento con alguna estupidez.- Dije sin levantar la cabeza de donde estaba escondida.

-Dime que también me quieres, eso estaría bien.-Me dijo riéndose.

-¿Enserio tengo que decírtelo?-Levanté mi cabeza para mirarlo, el asintió.En ese caso, te quiero.-Lo besé.-Te quiero.-Lo besé otra vez y así estuvimos un rato hasta que me cogió de la cintura y me alzó para que pudiera hacer cómodamente una llave en su cadera. Sus manos se posaron en mis glúteos, y lentamente empezó a andar, dirección la escalera de caracol. Pero sus besos no cesaron en ningún momento, nuestras bocas se movían acompasadamente, mientras ambos girábamos la cabeza para dejar camino libre a nuestras lenguas. 

Aún no me podía creer que hace unas horas me había peleado con el y ahora, estaba ya tendida en mi cama con Niall encima de mí acariciando mi cintura. No tuve espera y le quité su camiseta para que decorara el suelo junto a la alfombra. Sus manos no tardaron en subir desde mi cadera hasta el inicio de mi sujetador, subiendo consigo, la blusa. Lentamente y con parsimonia, mientras mi piel se erizaba al paso de sus dedos en ella. A esto su boca acompañó a sus manos, besando cada parte de mi abdomen que quedaba libre, gracias a sus extremidades. Mis manos estaban a ambos lados de mi cuerpo, arrugando fuertemente la sabana, mientras que, por culpa de sus increíbles besos, mi boca soltaba pequeños gemidos y mi espalda se curvaba. Ahora el estaba entretenido besando, mordiendo y lamiendo mi cuello y seguro, me dejarían marca, pero poco me importaba, con todas las fuerzas posibles, cambié las posiciones.

Llevé una mano a mi cuello, pues empezó a arder considerablemente. Mientras él me miraba bajo mis piernas, las cuales se encontraban a ambos lados de su cadera. Lo tomé por el collar que decoraba su cuello, levemente, para que se levantara, y así quedara sentado. Haciendo presión sus labios encima de los míos. Mientras tanto, mis manos empezaron a bajar desde sus mejillas, su cuello, sus hombros, sus pectorales, su abdomen, hasta llegar al borde de sus pantalones, donde reinaba un cinturón.

2 comentarios:

  1. Ai dios, tu pretendes matarme con rus capitulos enserio!
    Nialler, a ti no te han enseñado a que cuando se entra en una casa sse dice Hola y después se pide permiso para entrar? así no se entra en los sitios...
    Bueno si quieres vetne a mi caasa y entraa así quen no me importa, te lo digo enserio ajjajajajajajjaa:)
    Joder, me ha putoo encaantado!
    Pero y Zayn? Que pasa aquí con ese hombre tan heermoso?
    OOleeh, Jaade a la putaa mieeeeeeeeeeeerda! Así si, así si mee gusta ajajajjajaa, bnaada que buah, que me has dejado muuy emoocionada y no paro de saltaar en la siilla ajjaajja:)
    Espero leer el dieecisiete lo aantes posbile, LO NECESITO!
    Unbeso

    ResponderEliminar
  2. ¡¡¡¡Escribir tan bien tendría que ser ilegal!!!! Me quieres matar de un síncope. Si es que lo sé. Jajajaj en serio adoro tu novela.
    Niall, que mono puede llegar a ser. *-* Pero... ¿que pasa con Zayn? No quiero ni imaginar lo que va a pasar a partir de ahora. Ö Te quiero mucho.(L)
    ¡SIGUIENTE!

    ResponderEliminar