martes, 31 de julio de 2012

Capítulo 36.


¿Pero que era esto? Decidí seguir el camino de velas, la cual llevaba a mi habitación, por mi mente pasó de que se trataba esto, pero no podía ser, era imposible. Llegué a la puerta de mi habitación, estaba muy nervioso pues mis manos temblaban y no podía abrir la puerta. Respiré profundamente, apoyé mi mano en el picaporte y la abrí. Si, en efecto no estaba soñando, estaba en mi habitación, pero realmente no lo parecía. Las luces estaban tan o más tenues que las del comedor y el pasillo, pero desprendían un aire rojizo por culpa de los trapos de ese color que habían sobre las lámparas, preparado a conciencia para que reflejaran ese color.

── ¿Mel?──Pregunté con hilo de voz, pues estaba notablemente nervioso. Pero nadie me contestó.

Dejé guiarme por mis sentidos y un olor muy peculiar a flores, concretamente a rosas topó con mi nariz. No, ¡No podía ser cierto! Ella no podría haber preparado eso para mí. 

Pero efectivamente, la moqueta de mi suelo estaba completamente tapada y cubierta por miles y miles pétalos de rosa rojos. Me acerqué a la cama para mirar si estaba allí pero nada, ¿dónde se había metido esta mujer? Por inercia, llevé una mano a la manta que había sobre la cama y la acaricie, iba a sentarme en ella pero algo, o más bien, alguien me lo impidió, noté como sus manos recorrían mi espalda cosa que me hizo estremecer de arriba abajo. Sus manos se colocaron en mis hombros y con un ágil movimiento me dio la vuelta. Mis ojos se abrieron tanto como mis músculos faciales me lo permitieron. Iba vestida con una bata de raso fina que moría justo bajo su trasero, con un conjunto de ropa interior de encaje transparente. ¡Era como mi fantasía! Pero ella no podía haber leído ese papel, ella no sabía de la existencia en mis pensamientos de esa situación. Yo seguía en estado de shock, mientras ella, lentamente comenzó a besar mi cuello. Mis manos estaban estáticas a ambos lados de mi cuerpo mientras que las de ella recorrían todo mi pecho, para después quedarse abrazando mi cuello. Por fin una neurona se encendió en mi cabeza y abracé su cintura para apegarla a mí, cogí su mentón para que me mirara.

── ¿Qué es esto?──Le pregunté con una sonrisa en mi cara.

──Tenía que recompensarte.──Besó mis labios lentamente pero se separó.──Por todo, desde siempre lo único que querías era protegerme y yo lo único que hice fue huir, debía hacerlo.──Me hizo un tierno puchero y no pude no reír, ¿Cómo podía ser tan tierna pero a la vez sexy?

Resoplé fuertemente pues me encontraba del todo recostado en la cama con ella encima mientras, deshacía lentamente el lazo que mantenía la bata de raso corta atada a su cuerpo. Con ambas piernas al lado de mi cadera. Instintivamente me mordí mi labio inferior, mientras ella reía divertida, sin mirarme directamente pero sabiendo que hacia en cada momento. No pude evitarlo y llevé mis manos al inició de sus piernas para ir subiendo poco a poco, mientras ella se hacia de rogar con el lazo de su prenda. Jugaba con el lazo, y se movía lentamente sobre mi cadera al son de una música inexistente en la habitación.

Tenía que aguantar, no debía ser impaciente, pero lo que sentía era más fuerte que todo eso así que sin más dilación me levanté para quedar sentado con ella sentada rodeando mi cadera con sus piernas, llevé mis manos hasta el lazo de su bata y lo quité por completo para después lanzarla a algún lugar de la habitación.

──La manía de los hombres en llevar la iniciativa.──Susurró sobre mis labios para después morder mi labio inferior, yo simplemente sonreí, cogí su cuello y besé sus labios de forma frenética. Posé una de mis manos en la parte baja de su espalda para apegarla mas hacia mi, eso hizo que los dos soltáramos un pequeño suspiro. Esa misma mano empezó a trepar por su espalda, caminando por ella con mis dedos, hasta llegar al borde de su sujetador, delineándolo suavemente, mientras nuestros labios seguían jugando entre ellos. Entonces me di cuenta, no tenían broche trasero.  Sus manos buscaron el inicio de mi camiseta y la subieron un poco, lo suficiente para que sus manos resiguieran cada parte de mi abdomen. Mientras mi mano en su sujetador, llegó a la parte delantera de este, encontrándome con la anomalía de que estos se ataban por la parte frontal. ¿Por qué tenían que hacer de una cosa tan sencilla algo tan difícil? No me lo explicaba, por suerte no tuve que quitarlo ya que ella se encargo de facilitarme esa tarea. Sin duda se le había quitado la vergüenza. El sujetador cayó hacía abajo por el efecto de la gravedad dejando al descubierto sus pechos los cuales me tomé la libertad de mirarlos escasos segundos ya que no quería que se incomodara, la miré y mordí su labio inferior para después empezar con un suave masaje en ellos. Con mi lengua, recorrí cada centímetro de su boca la cual conocía como si fuera la mía propia, ella me incitó a seguir cuando su lengua hizo contacto con la mía y ahí fue cuando luchaba contra la suya sin piedad alguna. Dejé de sujetar su rostro, para bajar por su hombro, y detenerme allí un momento, apartando mi rostro de delante del suyo, para empezar a devorar su cuello, y con la mano que se había quedado parada, bajar hasta capturar uno de sus pechos ligeramente. 

Pude sentir como un pequeño gemido por parte de ella se escapaba de su boca a mi oído, acto seguido paré, quería hacerla sufrir. Y ella hincó sus manos en mi espalda alertándome que no volviera a hacer eso. Sus traviesas manos bajaron hasta el principio de mis pantalones mientras jugaba con el cinturón que los sujetaba, ahora me haría sufrir a mí. Empezó a sacar el cinturón de la hebilla con una lentitud propia de un caracol a causa de eso yo mordía fuertemente mi labio inferior mientras que hacía el intento de besar su cuello. Se apiadó de mí y quitó el cinturón por completo para después sacar el botón de su ojal y bajar la cremallera lentamente mientras sus nudillos rozaban mi amigo cosa que solo hacía que deseara que llegase el momento. De un momento a otro sacó sus manos de esa parte y se acercó a mí para besarme, o eso creí ya que justo en el momento que nuestros labios se iban a encontrar ella se separó de mí, quedando a dos centímetros nuevamente. Me encantaba que jugara así. Fue entonces cuando tiró de mi camiseta a la vez que provocara que me recostara de nuevo en la cama, sacándola del todo de encima de mi cuerpo. Necesitaba cambiar las posturas, necesitaba tenerla abajo mío así que me dispuse a hacerlo pero ella me lo impidió mirándome fijamente entonces entendí lo que pretendía así que obedecí y me quedé donde estaba. Se agachó levemente para morder mi cuello, con su lengua barría cada milímetro de éste. 

Yo echaba mi cabeza para atrás y apretaba fuertemente su espalda por culpa del placer que me estaba proporcionando. Ninguna otra chica me hizo ni me haría sentir lo que me hace sentir ella. Simplemente sentía como si tocara el cielo con mis dedos. Sus manos se colaron por mi pecho recorriendo todo él y parándose en el vello que se situaba entre mi bóxer y mi ombligo, acariciándolo suavemente, mientras su boca seguía devorando mi cuello a cada centímetro. Lentamente fue bajando sus besos por mi pecho, parándose en mi pectoral derecho y estarse allí unos segundos, los suficientes para asegurar que me había dejado una marca.




lunes, 30 de julio de 2012

Capítulo 35.


El teléfono sonó, sacándome de mis planes y pensamientos. ¡Maldito aparato!  Maura corrió a acudir a su llamada, para contestar con un sutil ¿Diga?. Resoplé, mientras pensaba que debería hacer una lista para saber lo que debía comprar. Estaba haciendo la lista mentalmente hasta que escuche como Maura se quejaba por el teléfono.

── ¿Otra vez mamá? ¡Por dios acabo de volver!──Después de decir eso se quedó en silencio escuchando lo que le decía su madre.──Esta bien.──Resopló.──Hablaré con Greg e iremos allí.

── ¿Qué pasa mamá?──Le preguntó Niall preocupado.

──La abuela de nuevo, necesita que vayamos allí, dice que todavía es pronto para estar sola y que nos necesita así que, tu hermano y yo iremos, ¿os quedáis vosotros? No quiero aguaros el verano.── ¡Dios! ¿Se iban? Sin duda los milagros existían. No lo dudé, tenia el camino libre, así que en cuanto Niall puso un pié en el salón donde yo me encontraba sin ni tan siquiera sentarse le ordené.

──Niall, a las cuatro me llevas al centro comercial.──Se sentó a mi lado del sofá.

── ¿Por favor?──Me miró.

──No era una pregunta, era una afirmación.──Le sonreí.

── ¿Has quedado con las chicas?──Interrogó mi taxista privado.

──Si, claro.── ¡Salvada! Si decía eso no preguntaría porque quería ir. Estuvimos sentados en el sofá entre besos hasta que Maura y Greg bajaron las escaleras con las maletas, nos levantamos.

──Nos vamos, intentaremos volver lo antes posible.──No hace falta Maura, podéis estar todo el tiempo que queráis.

──Tranquila mamá, lo importante es que la abuela esté bien, nosotros nos las apañaremos, estaremos bien.──Sonrió y su madre lo abrazó fuertemente al igual que su hermano, hicieron lo mismo conmigo y desparecieron por la puerta. Una vez que se fueron, Niall se acercó a mí para cogerme de la cintura y pegar su cuerpo contra el mío.

──Tenemos la casa para nosotros solos.──Me susurró provocativamente en el oído.── ¿Qué quieres hacer?──Me preguntó mientras acariciaba mi cintura para después pasar a mi trasero.

──Primero de todo, darme una ducha.──Sonreí pues sabía que lo interpretaría a su manera.──Y no, no puedes venir.──Con mi dedo índice toque la punta de su nariz para después deshacerme de su abrazo y subir corriendo las escaleras, ya que él venia detrás de mi.

── ¡No seas así!──Me cogió por la cintura, de espaldas. Mientras, yo pataleaba la nada pues me había levantado del suelo.

──Niall, tengo que arreglarme para ir con las chicas.──Reía ante su intento de cosquillas en mi abdomen.

──Bueno, dudo que se preocupen mucho si llegas un poco tarde.──Dijo haciendo una señal con sus dedos del "poco" retraso que tendría.──Saben que estas conmigo.──Besó mi cuello.──Y eso significa estar en buenas manos.

── ¿En buenas manos?──Reí fuertemente.──Lo dudo mucho.──Paró de besar mi cuello para mirarme.

──Te quiero.──Me aseguró mientras rozaba nuestras narices.

──Y yo.──Le conteste a esas dos palabras que hacían que mi mundo tuviera sentido.──Pero aunque te quiera mucho, ¡me voy!──Me miró con el ceño fruncido.── ¡Vamos Niall!──Me acerqué y me abracé a su cuello para hablarle al oído.──Tenemos la casa para nosotros solos hasta Dios sabrá cuando, guarda energías.──Besé sus labios y me fui a mi habitación. Esas palabras parecieron apaciguar la fiera que parecía haber desenterrado Niall. Y parecía tranquilo. Al menos me dejó ducharme tranquilamente, tuve tiempo de vestirme cómodamente y arreglarme lo suficiente para estar presentable en un lugar público. Bajé las escaleras y Niall estaba recostado en el marco de la puerta de la entrada con las llaves de su Audi en la mano, haciéndolas rodar en círculos sobre su dedo índice.

── ¿Nos vamos?──Le dije sonriéndole.

──Si, y... Toma. ── Me dio algunos billetes. ── ¿Tendrás suficiente? ──Empecé a contar.

──Sí, creo que si.──Alcé mi vista y lo miré.──Por cierto, luego no hace falta que me vengas a buscar, me traerá alguna de las chicas.──Besé sus labios fugazmente.

── ¿Es que no sabes a que hora volverás?──Curvó una de sus cejas.

──No es eso Niall.──Rodé los ojos poniéndolos en blanco.──Tu tienes cosas que hacer.──Hizo una mueca de no entender nada.──Tu madre, me dio esta lista de cosas que hacen falta en casa.──Dios mío, que buena era mintiendo, me había ganado un Óscar por esa actuación.──Así que tendrás que ir a buscarlo, y sin rechistar.──La cogió.── ¿Nos vamos?──Insistí, abrió la puerta del garaje, nos subimos al coche y nos pusimos rumbo al centro comercial. Una vez allí, me quité el cinturón y volví mi cara para mirarlo.──Bueno, me voy, cuando acabemos me llevan a la casa. ¡Ve a comprar las cosas de la lista eh!──Nos sonreímos mutuamente y se acercó a mi hasta acortar la distancia y capturar mis labios, estuvimos besándonos lentamente, sin malicia hasta que a duras penas me separé. Me apresuré todo lo que pude en comprar las cosas de la lista, pues debía ir a mas de cinco tiendas diferentes, realmente los sueños de Niall eran difíciles de cumplir…Pero no me rendiría. Una vez lo tuve todo, conté el dinero que me había sobrado, comprobando así que tenia de sobras para coger un taxi de vuelta a casa. Pagué casi ya saliendo del coche, tenia tanta prisa. Metí las llaves en el paño, di dos vueltas, y cerré en un mismo segundo.

── ¿Niall?──Grité para asegurarme pero nadie contestaba así que lo intenté una segunda vez.── ¡¿Niall?!──Pregunté mucho más fuerte, pero nada, ¡perfecto! Podría prepararlo todo pero debía de hacerlo rápido pues seguro que no tardaría.

Subí corriendo las escaleras de la casa y solté las bolsas en el suelo, rápidamente me cambie y me puse lo que había comprado, me sorprendí enormemente de mi rapidez pues en menos de de media hora ya estaba todo listo, ahora solo quedaba esperar a Niall. Estaba muy nerviosa, nunca había hecho nada parecido, espero que no salga mal.

Niall POV.

Aparqué el coche en el garaje, mientras no apartaba la vista de casa, pues las luces estaban apagadas y eso parecía indicar que Mel no estaba en ella. ¿Le habría pasado algo? Entré, y grité varias veces su nombre, pero nadie contestó a mi llamada. Así que decidí subir las escaleras, pues a lo mejor estaba dormida en su cama.

Pero fue cuando llegué al último escalón, vi que las luces estaban encendidas, pero tenues, y al dirigir mi mirada a mis pies, un camino de velitas pequeñas encendidas marcaban un recorrido.








sábado, 28 de julio de 2012

Capítulo 34.


Ella me miró por última vez y corrió hasta el sofá para ponerse su camiseta. Yo imité su actuar y me vestí, si mi madre me encontraban en esa situación no sería muy agradable. Una vez vestido completamente me senté a su lado en el sofá, y nos pusimos a mirar la televisión la cual encendió ella mientras me vestía. Miré su perfil, estaba completamente tranquila mientras que yo tenía mis nervios a flor de piel. De un segundo a otro se escuchó como metían las llaves en la cerradura y abrieron la puerta. Melany yo giramos la cabeza a la par para fijar nuestra vista en la puerta, sabíamos perfectamente quien era pero un poco de teatrillo no estaba mal.

── ¡Hola chicos!──Nos saludo mi madre felizmente mientras que yo la maldecía por haber llegado en ese momento.

──Hola mamá.──Me levanté y le di dos besos en su mejilla. Melany venía detrás de mí e imitó mi actuar.── ¿Está mejor la abuela?──Pregunté.

──Si, sigue sin poder moverse, pero está con más ánimos, bueno, ¿Qué habéis hecho en este tiempo?──Preguntó interesada mi madre.

──Nada, dormir y ver la tele.──Le contestó Mel tranquilamente, si, sobre todo dormir y ver la tele, ¡ay mamá si supieras!

──Bien bien, voy a dejar las cosas arriba y a cambiarme.──Nos anunció mi madre mientras subía las escaleras. Una vez que me aseguré de que estaban arriba, cogí a Melany de la cintura y la besé frenéticamente. Con mi mano derecha cogí su cuello para aumentar la intensidad del beso.

──Esto no se va a quedar así.──Le susurré en su oído para después besar nuevamente sus labios y, muy a mi pesar, separarme de ella para ir a la cocina.

Melany POV.

Niall se acercó rápidamente a mí, cogió mi cintura y me besó fuertemente, al principio me quedé estática, lo había hecho muy rápido, pero cuando su mano derecha se posó en mi cuello para aumentar la intensidad del beso no dudé en seguirle.

──Esto no se va a quedar así.──Susurró en mi oído, cosa que me hizo estremecer notablemente. Dicho esto me besó nuevamente y se alejo de mí para ir a la cocina, ¿pero por qué se iba? Resignada, subí las escaleras para ir a mi habitación pero antes de entrar Maura me paró. Ni tan siquiera emitió ningún ruido parecido a una palabra, con un movimiento de brazo me indicó que me acercara donde ella se encontraba. Así que retrocedí dos pasos y me di la vuelta para ir hacia su dirección. Me estaba asustando.

──Dime.──Sonreí ampliamente.

── ¿Podrías ir a la habitación de Niall para dejar esto?──Antes de que yo pudiera contestar, sus manos cogieron dos mantas y las depositaron en mis brazos.──Van en los cajones de bajo la cama de Niall.──Sonrió.──Gracias querida.──Si bueno, ¿Cómo decir que no? Cogí las mantas firmemente y me dirigí a la habitación de Niall, al entrar su olor inundó mis fosas nasales, miré la cama y sonreí por inercia. Me acerqué a ella y me puse en cuclillas para abrir los cajones y meter las mantas, pero, antes de meterlas había una hoja que me llamó la atención, no debía cogerla pero era realmente cotilla y no dormiría esa noche sin saber que ponía en esa hoja así que dejé las mantas encima de su cama y cogí el papel para leerlo. 

Desconocía totalmente la faceta de escritor de Niall, pero quien sabía, a lo mejor era un gran novelista con un gran futuro. Me senté recostando mi espalda en la cama. Leí atentamente lo que a la vista y la lectura humana parecía una pequeña historia o parte de ella. Hasta que me di cuenta. No, no era una historia no mucho menos. Era un deseo... 

Un deseo escondido de Nialler. Estaba segura que se trataba de eso. Dejé la hoja en su sitio, para mirar al techo de la habitación aún sentada en el suelo. Me puse a pensar en lo que le había hecho a Niall, dios, que vergüenza, y yo era la que decía que en la vida le haría eso a alguien, que era asqueroso, pero cuando una está enamorada...Ahora me daría vergüenza mirar a Niall a la cara. Dios, pobre Niall, desde que había llegado tan solo había tratado de cuidarme, se preocupaba por mi, me lo había demostrado, me quería y yo a él. Pero ese sentimiento de culpabilidad por la "interrupción" de su madre me había causado dentro de mí una culpabilidad mortal que me concomía el alma y los remordimientos. Que exagerada era joder. Lo dejé a medias, o más bien casi finalizando, no soy tío, pero sé, que en ese estado, dejarlo así, no sé cómo ha podido aguantarse, así que sin duda debía recompensárselo, me quedé unos cuantos segundos pensando sobre eso y sobre lo que ponía en el papel y una locura pasó por mi cabeza pero valdría la pena, cumpliría el deseo de Niall. Puse el papel en su anterior lugar y coloqué las mantas. Me levanté y salí de su habitación, al salir me lo encontré en frente mío y choqué con el, me asustó notablemente.

── ¿Qué hacías ahí dentro?──Me preguntó levantando una de sus cejas.

──Tu madre me ha mandado a llevar unas mantas a tu habitación. ¿Algún problema?──Le pregunté abrazándolo por la cintura.

──Supongo que no, ninguno.──Besó fugazmente mis labios.

──Niall...──Bufé.──Aquí no, nos puede ver tu madre.──Rió sonoramente.

── ¿Te crees que mi madre no lo sabe? ── Abrí la boca.

──Horan, ¿por qué se lo has dicho? ──Reí.

──Me lo sacó ella. ──Me dijo tranquilo. ──Así que nos podemos besar y abrazar y coger de las manos con total tranquilidad.

──Me da vergüenza.

── ¡Oh vamos! No seas tonta.

── Vale. ──Alargué. Comencé a caminar a su lado. Cuando bajamos nos sentamos en la mesa ya que Maura ya había hecho la comida. Pasó el tiempo rápidamente sobre todo si le incluía las miradas cómplices con Niall y las sonrisas que me dedicaba a cada instante. Esas sonrisas las cuales hacían que todo mi interior se volviera loco. Terminamos de comer y nos sentamos en el sofá, estuve pensando en el deseo de Niall, para cumplirlo debía comprar algunas cosas, y si pretendía cumplirlo esta noche, debía ir ya. 

Pero las cosas eran mucho mas complicadas que satisfacer a Niall, aun que para mi fuera lo más importante. El problema era simple, no podía llevar a cabo mi plan si Maura estaba en la casa. Así que si no ocurría un milagro, el deseo de Niall tendría que esperar.





jueves, 26 de julio de 2012

Capítulo 33.


Mis manos recorrían locamente cada centímetro cuadrado de su perfecta y triangular espalda. Me planteé la situación, ¿en la encimera de la cocina? No podíamos, ¿y si llegaba Maura? No era el lugar apropiado así que separé lentamente a Niall.

──Aquí no Nialler.──Le dije para después reír junto a el, me baje de la encimera, con Niall aun enfrente mía, lo que provocó que chocáramos un poco, pude sentir como no se apartaba de mi, tenia una mano en mi cintura mientras que aún seguía con su boca en mi oreja lo que me permitía recrearme con la melodía de su respiración.

──Vamos arriba──Me susurró en mi oído en la misma postura en la que estábamos. Pensé un poco pero después negué con mi cabeza y reí ante su comentario.

── ¿No tuviste bastante con lo de ayer Horan?──Dije mientras rodeaba su cuello con mis brazos y afianzaba un abrazo.

──Me has llamado Horan, ¿me odias o te parezco sexy?──Me preguntó sensualmente mordiendo el lóbulo de mi oreja.

──Creo que anoche dejé bastante claro que lo segundo.──Yo no me quedé quieta y empecé a repartir húmedos y mortales besos en su cuello.

──Quiero hablar contigo.──Me dijo seriamente, llegó a asustarme y al parecer el miedo se reflejó en mi cara.──Tranquila…No es malo, bueno, depende de lo que contestes.──Debía reconocer que me dejó algo más tranquila.

Niall POV.

──Quiero hablar contigo.──Le anuncié seriamente, creo que me pasé ya que vi como su cara demostraba temor.──Tranquila…No es malo, bueno, depende de lo que contestes.──Relajó sus facciones, era cierto, para mi podría ser malo o bueno.
Cogí su mano y la llevé hasta el sofá nos sentamos y apreté sus manos entre las mías.

──Y…Yo, Tu…A ti…── ¡Dios! ¿Por qué era tan difícil?, estaba notoriamente nervioso. Ella levantó una ceja y rió bajito.

── ¡Vamos Niall!──Insistió apretando mis manos.

── ¿Quiereserminovia?──Le pregunté lo más rápido que pude, ni yo me entendí.

── ¿Ehh?──Respondió ella, normal.── ¿Lo podrías decir más lento?──Me preguntó bromeando, respiré fuertemente y me lancé.

── ¿Quieres…Quieres volver a…A ser mi novia?──Le pregunté nuevamente, esta vez, más lento y entendible para los dos. Tenía mis ojos cerrados. No quería abrirlos por miedo a lo que me contestara. De repente sentí como cogía mi cara entre sus manos y me besó lentamente. Aprisionaba mi labio inferior para después hacer lo mismo con el superior. Yo seguí el beso escasos segundos después de darme cuenta de lo que estaba pasando.

── ¿Eso es un si?──Le pregunté entre besos.

── ¿Hace falta que te lo deje más claro?──Me preguntó con obviedad.

──Si.──Le contesté siguiendo su juego. En ese momento se separó de mí y me miró a los ojos.

──En ese caso…Si, si quiero ser tu novia….Otra vez.──No me dejó contestar cuando ya estábamos envueltos en otro perfecto beso. Sin comerlo ni beberlo estaba sentada encima de mí. Mis manos se posaron en su cintura y la agarraban fuertemente. Sus manos reposaban en mi pecho hasta que empezaron a acariciar mi abdomen con una lentitud increíble. Mis manos se colaron por debajo de su camiseta y acariciaban su espalda de arriba abajo. Me daba exactamente igual si ahora estábamos en el sofá, esta vez no se escaparía como antes. Sentí como sus manos dejaron de hacer presión en mi cuello, bajando por mis hombros y mis pectorales hasta llegar a la altura de mis abdominales. ¿Qué pretendía? Subió un poco mi camiseta para dejar al descubierto mi cinturón. Mientras yo no dejaba de besar sus labios introduciendo mi lengua en su cavidad bucal. Hice un tour por su boca, la cual ya conocía de memoria pero no me cansaba de recorrerla. Mis manos que estaban dentro de su camiseta salieron para coger le principio de esta y quitársela por completo. Mis manos recorrían locamente sus pechos por encima de su sujetador. Dejé, muy a mi pesar, de besar su boca para dirigirme a su cuello.

Tras un rato sus manos detenidas en la hebilla de mi aparatoso, para ella, cinturón, el "click" del metal de esta sonó por toda la estancia ya que el silencio imperaba en ella, y solo se oían nuestras bocas combinadas con saliva. Como un acto reflejo tomé sus manos entre las mías, esperando que me contestara la idea de lo que le rondaba por la cabeza. Ella me miró a los ojos y sonrió para juntar nuestros labios, coger mis manos y situarlas en la posición anterior. Sus besos empezaron a bajar desde mi cuello, pasando su lengua por mi nuez repetidas veces, esta subía y bajaba debido al tragar saliva. Cada vez que sus besos bajaban más nervioso estaba y sobre todo más presión sentía en mi entrepierna. No me di cuenta hasta que vi como bajaba mis pantalones y los quitaba por completo. Sus manos subieron a mi cuello de nuevo mientras se acomodaba libremente encima de la parte más sensible de mi cuerpo en esos momentos, aun cubierta por mis bóxers. De nuevo nuestros labios estaban unidos y mis manos bajaron hacia su short para deshacerme del pedazo de tela que tan solo molestaba en esa escena. Estaba a punto de  quitar esa maldita prenda pero su mano bajó hasta la mía y me detuvo. Cogió mi mano y la subió a su cintura donde al parecer debía quedarse así que acaté órdenes. Di un leve saltito cuando noté como metía lentamente su mano por dentro de mí bóxer mientras acaricia esa zona tan sensible para cualquier hombre. Ella rió encima de mis labios, parecía que le gustaba sentir que tenía el poder, que tenía poder sobre mí y que movía cosas en mi interior. Su mano se movía lentamente pero con precisión y exactitud. 

Estaba seguro que no lo había echo antes aún así esas caricias me estremecían por completo. Dejó de besar mis labios y noté como se alejaba, pero no, no se alejaba, estaba bajando. Cogió el elástico del bóxer y empezó a bajarlo lentamente dejando al descubierto lo que me estaba provocando en esos instantes. Ella me miraba fijamente intentado buscar la respuesta en mi cara, yo solo eché mi cabeza para atrás y en ese momento o sentí como cogía a mi amigo con sus manos. Empecé a gemir cada vez más rápido, ¿Cómo podía producir esas sensaciones? Era realmente maravilloso. Sentía que no aguantaría mucho rato más, debía avisarla de lo contrario... Pero era tan placentero y relajante, y era ella la que me lo producía a mí. Todo pasó tan rápido, oímos un coche estacionarse frente de casa, ambos dejamos nuestro quehacer y miramos a la ventana comprobando que eran mis padres. ¡Mal momento! Ella me miró a mi, buscando una respuesta a que hacer.







lunes, 23 de julio de 2012

Capítulo 32.


Con un simple movimiento hice una llave con mis piernas en su cintura. El me cogía de los muslos para no caer al suelo. Lentamente me tendió en su cama y se acomodó encima de mí, esta vez más pegado a mí. Aún tenía echa la llave echa en su cadera así que apreté mis piernas para sentirlo más cerca de mí, el soltó un gemido, música para mis oídos. Su lengua recorría toda mi boca sin compasión alguna. Yo rocé mi lengua con la suya y eso lo incitó a buscar la mía para enzarzarnos en una lucha en la cuál no pensaba perder. Dejó de besar mis labios para dirigirse a mi cuello. Según el, su sitio favorito de mi cuerpo. Sus manos recorrían como locas mi cintura, se colaron por debajo de mi camiseta y empezó a repartir mortales caricias a mi vientre. De un segundo a otro mi camiseta ya no formaba parte de la escena así que yo no pensaba quedarme atrás. Llevé mis manos hasta el inicio de su camiseta y la fui subiendo lentamente, mientras la subía me deleitaba tocando sus bien formados abdominales hasta que por fin quité su camiseta de en medio. Sus besos bajaron desde mi cuello hasta la loma de mis pechos y eso provocaba que curvara mi espalda inconscientemente. Con un pequeño movimiento ahora era yo la que estaba arriba, fui directa a sus labios y mordí lentamente su labio inferior para después rozarlo con la punta de mi lengua. Repartí húmedos besos por su mejilla hasta morder su cuello con pasión, rozaba mi lengua en su piel mientras que el gemía y su mano, la cual estaba en mi parte baja de la espalda apretaba ésta para apegarme mucho más a el. No me pude resistir y mientras besaba nuevamente sus labios con lujuria movía mi cadera lentamente sobre su entrepierna, esta vez, sus gemidos eran mucho más fuertes. Baje mis besos verticalmente, besé cortamente sus labios para bajar por su barbilla, pase mi lengua por su nuez y baje hasta besar su pecho hasta llegar hasta sus pantalones. El estaba esperando a que se los quitara pero le hice sufrir un poco, en vez de hacer lo que el esperaba subí nuevamente y le di un beso en sus labios. El bufó y yo solté una risita. Bajé nuevamente y sin más ni menos quité sus pantalones de la escena. 

Gateé hacia arribar para besar de nuevo sus labios, eran como una droga para mi a la cuál ya me había vuelto adicta. Me cogió de la cintura y se sentó conmigo encima, subió sus manos por mi espalda hasta toparse con el broche de mi sujetador, pero yo no quise que me lo quitara, me daba vergüenza y él me respetó. Se dio la vuelta y me dejó nuevamente abajo. Su mano reptó desde mi cintura hasta el inicio de mi short, el no me hizo esperar, me lo quitó y lo lanzó a algún lado de la habitación. Mis manos recorrían cada centímetro cuadrado de su pecho para después pasar a su espalda en la cuál hincaba mis uñas debido a la excitación de esos momentos. Ahora estábamos a la par, solo nos quedaban nuestra ropa interior inferior. Llevé mis manos hasta el elástico de sus bóxers y estuve unos segundos jugando con el hasta que lo que me pareció más conveniente en esos momentos fue bajarlos, cuando no podía bajarlos más el se encargó de acabar con mi tarea. 

Estaba a una prenda de dejar de ser una mujer, más bien de ser su mujer. Y no quería que parara. Quería hacerlo y no me arrepentiría por que ahora estaba segura de que el me quería igual que yo lo quería a el. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni me di cuenta de que ya estaba completamente desnuda delante de el. Niall estiró su mano y abrió el cajón de su mesita de noche. Sería una estupidez preguntar que estaba haciendo cuando era más que obvio. No quería acabar como Perrie y tener que abortar. Cuando Niall ya estaba completamente listo abrió un mis piernas y se colocó entre ellas.

──Te quiero.──Me dijo en un suspiró.

──Y…Y yo.──Le contesté con la mayor verdad. Una vez dicho esto entró en mí con la mayor lentitud y delicadeza del mundo. Ya no había vuelta atrás, ¡dios como dolía! Unas lágrimas se escaparon de mis ojos por culpa del maldito dolor y al parecer Niall se percató de ellas.

──Lo…Lo siento.──Se disculpó mientras se movía lentamente. Yo solo atine a abrazarlo fuertemente, sabía que el dolor pasaría así que me propuse seguir su ritmo. Pasaron unos minutos y ya no sentía el más mínimo dolor así que Niall aumentó la velocidad de sus movimientos. Sin duda esto era lo mejor que me había pasado nunca. Los dos gemíamos fuertemente, el escondía su cara en mi cuello mientras que yo estaba abrazada a su espalda e hincaba mis uñas en ella. Cuanto más tiempo pasaba más agitados estábamos y más fuertes eran nuestros gemidos, sentí como estaba a punto de llegar a ese punto del cual todas mis amigas hablaban y noté que Niall estaba a punto también ya que estaba tenso igual que yo. Con mi mano busqué la suya para que la entrelazara con la mía, al entrelazarla, volvió sus movimientos mucho más rápidos y los dos soltamos un gemido mucho más fuerte y más profundo que los demás, habíamos terminado juntos. Lo más bonito del mundo.

Dejó caer su cabeza en mi pecho, abrí mis ojos y solo pude ver su perfecto pelo alborotado. Nuestras respiraciones estaban agitadas a más no poder. Ya pasó, ya era de Nialler y solamente de el. Había echo el amor con el. Listo, era suya, el era mío. Con sumo cuidado salió de mí y se dejó caer en la cama, a mi lado. Cogió mi mano y se la llevó a sus labios para besarla. Volteé mi cabeza para mirarlo y me puse de lado. El se levantó un poco y nos tapó con la sábana, pasó su manos por mi cintura y me apegó a el.

──Te quiero.──Le dije mientras apoyaba la cabeza en su pecho.

──Yo más.──Me dijo.

── ¿Tu más? Há, no me hagas competir que no estoy como para eso.──Al decir eso reímos a la par. Me dio un beso en el pelo y a los pocos segundos caí en un profundo sueño.

Unos pequeños rayos de sol se filtraban por la ventana de la habitación. Abrí lentamente mis ojos y me encontré con la perfecta cara de Niall. ¡Dios quería despertarme todos los días así! Recordé lo de anoche y sonreí por inercia. No sé cuanto tiempo estuve observando sus facciones, pero eran perfectas, su cara, todo el parecía esculpido por el mismísimo Miguel Ángel. Levanté mi mano y acaricié lentamente su mejilla derecha y con mi dedo pulgar acaricié sus labios. Me quedé pensado en lo ocurrido ayer, aún no me podía creer que pasó eso, estuve tan ciega por el dolor que prácticamente destrocé mi vida. Me acerqué a Niall y le di un corto beso en los labios, este por su parte gruñó y reí bajito. Su mano que estaba aferrada a mi cintura subió hasta mi espalda y me apretó contra el.

──Buenos días princesita.──Me dijo dulcemente, definitivamente quería despertar todos los días así.

──Buenos días.──Le contesté mientras hundía mi cabeza en su pecho para deleitarme con su aroma, tan suyo.

── ¿Cómo has dormido?──Me preguntó con doble sentido sonriéndome de lado.

──Genial, perfectamente.──Le contesté sincera.──Aunque me duele todo el cuerpo.──Al decir esto de repente sus mejillas se volvieron rojas como un tomate. Besé sus labios para que se tranquilizara, a estas alturas no debería de avergonzarse.── ¿Qué hora es?──Pregunté interesada.

──Déjame ver.──Me dijo mientras buscaba su móvil.──La una y media. Durmamos un poquito más.──Se colocó de lado nuevamente y me aferró a el yo carcajeé.

──Ya es tarde Nialler, vamos, levántate.──Cogí un cojín y le pegué en la cara con el. El sólo me abrazó mucho más fuerte.──Vamos, ¡levántate, cuando me duche quiero verte abajo eh!──Me senté en la cama y envolví mi cuerpo con una de las sábanas y me levanté, Niall cogió rápidamente mi brazo y me tiró encima suya, reímos ante ese acto. Besó mis labios lentamente, capturaba mi labio inferior y rozaba su lengua con la mía.

──Te quiero mucho.──Me dijo entre besos. Al escuchar esas palabras noté en mi estómago unos cosquilleos enormes.

──Y yo.──Besé sus labios y me levanté. Cogí mi ropa y me volví hacia el.── ¡Te quiero abajo eh!──El asintió y se levantó. Salí de su habitación y me adentré en la mía para tomarme una ducha fría.

Mientras quitaba cualquier rastro de sudor de mi cuerpo recordaba lo que pasó ayer nuevamente. Fue simplemente perfecto, y lo más importante, es que fue con el hombre perfecto. Terminé de ducharme, sequé mi cuerpo y me vestí. Cuando ya estaba completamente lista bajé y en la cocina estaba Niall.

──Muy bien Nialler, así me gusta, obediente.──Reí mientras el se levantaba de la silla y yo me acercaba a el, me abrazó por la cintura, rodeé su cuello con mis brazos y depositó un suave beso en mis labios. Probar sus labios ya se había convertido en una droga para mí. Me había vuelto adicta a sus labios. Ahora el tabaco no significaba nada comparado con el sabor de sus labios. Niall seguía besando mis labios. Me cogió por la cintura y me sentó en la encimera y empezó a proporcionarme mortales besos en mi descubierto cuello.

miércoles, 11 de julio de 2012

Capítulo 31.


Ella intentaba pegarme pero yo la esquivaba, lo mejor de todo es que mientras le pegaba yo era la que estaba llorando a mares. De repente sentí como unos brazos me cogían de la cintura y me alejaban de ella, yo simplemente atinaba a pegarle patadas al aire. No estaba borracha ni nada, estaba en mis cabales pero lo que me había dicho había sido la gota que colmó el vaso. Miré para atrás y ahí estaba Niall, el fue el que me separó.

Niall POV.

No me puedo creer que me haya hecho esto, ¿por qué? Yo lo he intentado todo para que ella estuviera bien estos días, para que confiara en mí y yo confiaba en ella, pero solo me ha estado utilizando.

Esos besos, esas caricias, esos encuentros, todo era mentira, una sucia mentira. Agarré mi cabeza con las dos manos y suspiré profundamente. Estaba tan concentrado pensando en que iba a hacer ni no me di cuenta de que Liam me llamaba hasta que tocó mi hombro.

── ¡Niall! ¡Niall! Melany se está peleando con Perrie.── ¿Qué? ¡Dios lo que me faltaba, que apareciera ahora Perrie! Salí corriendo hacia el interior de la casa y las vi allí luchando como fieras. Me acerqué rápidamente a Melany, la cogí de la cintura y la separé, ella solo le pegaba patadas al aire y movía sus brazos.

── ¡Suéltame Niall! Déjame que le de lo que se merece, ¡suéltame!──Me pedía mientras lloraba, ¿por qué lloraba?

── ¡Eres una salvaje!──Le dijo Perrie.── ¿No te gusta oír la verdad?──Solté a Melany y la dejé en brazos de Zayn para que no se abalanzara sobre ella.

── ¡¿Cállate ya no?!──Le grité a Perrie, ya estaba harto, hasta Zayn me estaba dando la razón.── ¡Deja de hacer tanto daño! ¡Bastante hiciste hace tres años ¿no crees?! ¡¿No tienes bastante con lo que nos hiciste a base de mentiras y de amenazas?!¡Vete Perrie! ¡Y no quiero volverte a ver ni cerca de Melany, ni cera mío!──Le grité sin pensarlo, pero le había dicho toda la verdad en su cara.

──Perrie, hemos acabado, no quiero ser tu novio. ──Le dijo Zayn. Ella miró a su alrededor y vio como todos la miraban mal, con asco, y algunos se reían de ella. Empezó a llorar y salió corriendo de la casa.

── ¿Quieres que nos vayamos?──Oí como le preguntaba Els a Melany. Ella solo miraba a un punto fijo y asintió. Danielle le hizo un gesto con la cabeza a Liam y a los demás y en menos de un segundo la casa estaba vacía. Yo aún seguía enfadado con ella así que caminé hacia la puerta dispuesto a irme.

── ¡No te vayas!──Me gritó mientras se abalanzaba a mí para abrazarme. ¡Dios como me dolía verla así! Estaba llorando a mares, al poco tiempo noté mi camiseta húmeda, producto de sus lágrimas. Estaba enfadado con ella, pero no pude no abrazarla, en esos momentos me necesitaba, tanto como yo a ella.──No te va…Vayas por favor.──Suplicó susurrando y con el corazón encogido.

──Tranquila, no me iré.──Le dije mientras acariciaba su cabeza y besaba su pelo.──Pero no llores más por favor.──Me partía el corazón verla así.

──Ni…Niall.──Me dijo separándose un poco de mí pero sin romper el abrazo.──Lo…Lo siento.──Se largó a llorar nuevamente y apoyó la cabeza en mi pecho.

──Ven. Vamos a casa.──Se separó de mi para coger su bolso. Cuando se dio la vuelta me fije bien y tenía el labio inferior partido y sangre en la nariz.──Tengo que curarte esto.──Le informé mientras pasaba mi dedo pulgar por su herida pero sin tocarla. Salimos de la casa y ella la cerró con llave. Se puso a mi lado, estaba tiritando así que pasé mi brazo por su hombro y la apegué a mí ella solo me abrazó por la cintura y echó su cabeza en mi hombro. Abrí la puerta de mi casa y una vez dentro subimos arriba.

── ¿Quieres cambiarte antes?──Ella solo asintió y se fue a su habitación para después yo entrar en la mía, ponerme el pijama y coger un pequeño botiquín para curarle la herida. Al cabo de unos minutos abrió mi puerta y apareció detrás de ésta, sin maquillaje. Me senté en mi cama como un indio y la palmeé para que se sentara. Abrí el botiquín y empapé un algodón con alcohol, cogí su mentón provocando que me mirara ya que estaba cabizbaja. Empecé a pasar el algodón por su labio y ella solo cerraba sus ojos y dejaba escapar pequeños gemidos de dolor.

──Niall…──Me llamó, yo asentí.── ¿Dejaste embarazada a Perrie?──Al preguntar eso dejé de curarla y la miré, estaba a punto de llorar, sus ojos estaba lacrimosos.

──Según ella.──Le contesté. Ella se levantó de la cama y me miró.

── ¿Cómo que según ella?──Me preguntó exaltada.

── ¿Qué te ha contado ella?──Le pregunté sereno, por su parte soltó una risa irónica.

── ¿Qué que me ha contado ella? Pues veras, ella ha venido muy feliz diciéndome que nada más irme al pueblo de mis abuelos tú fuiste corriendo a su casa y te acostaste con ella, ¿sabes? Y me dijo que se quedó embarazada de TI.──Me apuntó con el dedo remarcando la última palabra.

Cuando acabó solté una sonora carcajada.

Melany POV.

Cuando acabé de contarle lo que me dijo la desgraciada de Perrie el se echó a reír.

── ¡¿De qué te ríes?! ¿Te parece gracioso? ¡Porque a mí no!──Estaba realmente enfadada.

── ¿Me dejarás por fin contarte la verdad?──No me lo pensé dos veces y asentí.──Siéntate.──Me ordenó así que yo acaté sus órdenes.──Es cierto que Perrie se quedó embarazada, pero, no de mi, ¿por qué? Por el simple hecho que yo nunca me acosté con ella. ¿Sabes quién la dejó embarazada?──Negué con mi cabeza.──Zayn.──Al decir su nombre abrí mis ojos al máximo.──Si, pero él no se quiso hacer cargo del niño. Y ahí es cuando entramos tú y yo. Cuando tú te fuiste al pueblo de tus abuelo. Ella me llamó para quedar en el parque y me contó lo de su embarazo. Lo mejor de todo fue que me obligó a decir que yo era el padre.──Reí al recordar ese momento.

── ¿Qué te obligo? ¿Por qué?──Pregunté rápidamente.

──Déjame terminar…Si, me obligó, me amenazó, me dijo que si yo no decía que era el padre…──Tragó saliva.──Se iba a encargar, de que, te pasara algo.

── ¡¿Qué?!──Grité estupefacta.

──Si, y yo no tenía otra salida, hablé con mis padres, ¡por dios! Teníamos dieciséis años, ¿Cómo podía tener esa mente tan mala? Éramos unos críos.  Ellos me creyeron cuando les dije que yo no era el padre, pero sus padres me obligaron a estar con ella, Y ahí fue cuando llegaste y todos te intentamos explicar la situación, pero tu nada, no querías escuchar a nadie entonces te fuiste a España, al irte, Perrie no podía hacerte nada, así que un día cuando estábamos todos cenando en su casa, no pude aguantar y les dije la verdad a todos. Perrie lo negó pero al final se sintió tan presionada que lo confesó y al poco tiempo abortó. Pero, de todas formas, tú ya te habías ido y seguí sufriendo igual. Eso fue lo que pasó Melany.──Al acabar su relato no podía salir de mi estupefacción. Me levanté de la cama y empecé a dar vueltas por la habitación.

──No…No me lo puedo creer. No…No me puedo creer que pasó eso. En ese momento. Tu necesitabas mi apoyo y yo por cabezota no estuve ahí…Y…Y…Tu casi destrozas tu vida…Por mí, por…Por protegerme.──No pude resistir más y me largué a llorar. Niall rápidamente vino hacia mí y me abrazó. Al saber la verdad, sentí en mi pecho una especia de liberación y en ese momento solo quería estar con Niall y no dejarlo nunca más.──Perdóname, por favor.──Le pedía mientras me aferraba a él.

──No, no, tú me tienes que perdonar a mí.

── ¡No Niall no! Yo no te tengo que perdonar nada, todo lo hiciste por mí.──Le dije echa un mar de lágrimas.

──Bueno, ya no llores más por favor, mírame.──Me dijo mientas cogía mi cara con sus manos.──Lo importante es que ahora ya lo sabes todo, tarde, pero por fin lo sabes. Ahora mismo lo único que me importa eres tú y que todo vuelva a ser como antes.──No dejé que acabase cuando ya estaba besando sus labios.




Capítulo 30.


Melany POV.

Eran las once cuando me duché nuevamente ya que al despertarme de mi siesta me levanté sudando, hacía demasiada calor. Me di una ducha de agua fría y quité todo rastro de sudor que hubiera en mi cuerpo. Salí de la ducha y envolví mi cuerpo en una toalla a las once y media llegarían las chicas para que todo estuviera a punto. Planché mi pelo lentamente, tenía tiempo y mi pelo tenía que estar perfecto. Mientras estaba en la tarea el timbre sonó, miré mí móvil, las once y media, serían las chicas. Bajé rápidamente y abrí la puerta.

── ¿No podéis ir más guapas no?──Exclamé al verlas, iban realmente preciosas.

──Sentimos no poder decirte lo mismo a ti.──Era normal, solo llevaba una bata, solté una risa irónica y subimos a mi cuarto. Me sentaron en una silla y Danielle me planchó lo que quedaba de pelo y Eleanor empezó a maquillarme acorde con mi vestido. Una vez peinada y maquillada me vestí. http://www.polyvore.com/fiesta/set?id=50932780&.locale=es. Miramos el reloj y eran las doce así que cogimos nuestros bolsos, metí las dos llaves, el móvil y la cámara de fotos y salimos de la casa Horan para ir a mi casa. Entramos y pusimos trapos encima de las lámparas para que hubiera una ambiente más cálido y no tanta luz. A los cinco minutos llegaron Harry, Louis, Liam y Zayn el cual  haría de DJ y se encargaría de la música, hasta trajo su propio equipo.

Quité del medio todo lo que se pudiera romper o las cosas de valor y la gente empezaron a llegar. No cabía más gente en mi casa. Había hasta que gente que ni conocía, me encontré con antiguos compañeros. Miré la hora, la una y media, Niall estaría al llegar. Obviamente no me quedé sentada esperando me fui con los chicos a bailar al ritmo de la música.

Niall POV.

Eran la una y media y estaba a punto de llegar a casa. Hoy le contaría todo a Melany, estaba decidido, me daba igual lo que ella dijera, necesitaba aclararlo ya, necesitaba que ella confiara en mí. Estaba llegando a mi casa cuando escuché música proveniente de una casa, seguro que había una fiesta. A lo mejor a Mel le apetecía ir.

Cuando estaba cerca de mi casa vi como esa música provenía de la antigua casa de Melany además de que había muchos coches aparcados enfrente.

──No me lo puedo creer. ¡No, no!──Me dije a mi mismo. Dejé el coche en la cochera y entré a mi casa. Melany no estaba así que no había duda de que ella estaba allí. Salí de mi casa dando un portazo y fui hacia su casa que estaba al lado. Toqué el timbre y con mi puño varias veces la puerta hasta que alguien que aún estaba en su cabales me abrió la puerta. Entré sin decir nada y busqué a la Melany con la mirada. ¿Cómo podía haber tanta gente? Me abrí paso entre toda la gente hasta que la vi bailando con los chicos animadamente, cada uno tenía un vaso de alcohol en la mano. Me dirigí rápidamente a ella y la cogí por el brazo provocando que su vaso se cayera al suelo.

── ¡¿Qué es esto Melany?!──Le dije realmente enfadado, esto había sobrepasado mis límites. Ella solo me miraba sorprendida.

──Una fiesta, ¿no lo ves? Vamos, baila conmigo.──Me dijo muy felizmente, no estaba borracha, pero estaba contentilla.

── ¡No! ¡No voy a bailar contigo! ¡¿Por qué has hecho esto?! ¡Todo este tiempo te has estado burlando de mí, lo único que has hecho es ganarte mi confianza para hacer esto!──Le grité.

── ¡No Niall! ¡No es así!──Me intentaba explicar ella, pero ya había tenido suficiente.──Ven, vamos al jardín a hablar.──Al decir eso me cogió la mano pero me solté rápidamente.

── ¡No voy a ir contigo a ningún lado!──La miré de arriba abajo, estaba preciosa, se lo hubiera dicho si no estuviéramos en estas circunstancias. La miré decepcionado y me fui al jardín. Escuché como ella me seguía y me llamaba pero yo no le hice caso, seguí andando hasta que paré de escucharla.

Melany POV.

¡No! Sabía que iba a reaccionar mal, pero no creía que me iba a decir eso. Salí corriendo detrás de el mientras lo llamaba, pero no me hacía caso, lo seguí intentando pero una silueta femenina se posó delante de mí.

──Perdona, ¿te puedes quitar?──Le dije mientras la quitaba de en medio. Pero la chica me cogió del brazo y me dio la vuelta.

── ¿No te acuerdas de mi Melany?──Me preguntó con labia. Su cara me sonaba. Era más alta que yo con el pelo rubio de bote, delgada y una cara de furcia que se veía a mil kilómetros y fue ahí cuando la recordé.

──Perrie…──Solo con verla y pronunciar su nombre me daba asco y la rabia recorrió mi cuerpo.── ¿Qué haces aquí? Nadie te ha invitado.

──He oído que habías vuelto y que hacías una fiesta y dije, ¿Por qué no voy y así veo a mi vieja amiga?──Soltó una risa irónica.

── ¿Por qué no dejas de ser tan hipócrita y te vas?──Le dije con toda la educación del mundo. No iba a caer bajo.

── ¡Ay! ¿No sabes que es de mala educación hablarle a la gente así?

──Claro que lo sé pero tu para mi no eres gente ni eres nada, ahora si me disculpas tengo que hablar con alguien.──Le dije para después seguir con mi propósito.

── ¿Con Niall?──Me preguntó con su maldita voz chillona.──Vamos Melany, déjalo en paz, el no te quiso, ni te quiere ni te querrá.──Apreté los puños fuertemente mientras aguantaba mis lágrimas.──Acéptalo, el siempre me quiso a mi, ¿no te acuerdas cuando te fuiste? Aprovechó que te fuiste para estar conmigo, y, ¿a que no sabes qué?──Me preguntó nuevamente.──Nada más irte, vino corriendo a mi casa y nos acostamos.── ¡Dios! No podía aguantar más.──Y se le olvidó ponerse precaución y…. ¡me dejó embarazada! ¿sabes? Por eso te dejó, por que íbamos a ser padres.

── ¡Cállate!──Le ordené mientras limpiaba mis rebeldes lágrimas y me daba la vuelta para enfrentarla.

── ¡No llores! Si es la verdad. Yo le di lo que tu nunca le diste, ni le vas a dar Melany.──Terminó de decir eso y se echó a reír, yo no pude aguantar mis ganas y no sé como pude ser capaz de hacer eso, pero cuando me di cuenta ella estaba en el suelo y yo encima pegándole puñetazos en la cara. Ella se defendió y me cogió del pelo. Me cogieron por detrás para separarme, ella se levantó, pero me solté y me dirigí a su pelo, lo cogí por detrás y eso hizo que echara su cabeza hacia atrás.