miércoles, 11 de julio de 2012

Capítulo 29.


Cuando llegamos a mi casa me bajé la primera del coche, busqué las llaves en mi bolso y abrí la puerta de mi antigua casa. Una oleada de recuerdos me golpearon nada más entrar. Recorrí el salón como tonta.

──Si nos ayudas, te lo agradeceríamos.──Me dijeron despertándome de mi trance. Los miré y corrí hacia ellos para ayudarles. Colocamos todas las bolsas en la cocina y entre los cuatro colocamos cada cosa en su sitio. Las patatas y frutos secos en la despensa, el hielo en el congelador, las bebidas con gas en la nevera y el alcohol en el armario que tenían mis padres para este tipo de bebidas. Los chicos se fueron y yo me quedé en mi casa preparando los bocadillos, necesitaba estar a solas un rato. Puse la tele y dejé el canal de música hip hop, cada vez que sonaba alguna bailable la apuntaba para hacer el disco para la fiesta. Cuando ya tuve suficientes canciones me encaminé a preparar los bocadillos. Mientras los hacía pensaba en cómo reaccionaría Niall, obviamente no reaccionaría bien, esto estaba claro. Al parecer mi cabeza no quería dejar el tema Niall y pensé en “nuestra relación”. ¿Qué éramos? Ni yo sabía lo que éramos. No éramos novios, eso estaba claro. En un abrir y cerrar de ojos terminé los bocadillos y los tapé con papel de plata para que no se pusiera malos. Cogí mi bolso, cerré la puerta con llave y me dirigí a la casa de los Horan. Cuando entré subí a mi habitación y abrí mi portátil. Tenía un mensaje de Christian pero ni ganas tenía de leerlo, tenía que grabar la música y eso era lo principal. Cuando acabé bajé a la cocina y vi un papelito pegado en la nevera.

Cielo tienes comida en la nevera solo tienes que calentarlo en el horno. 
Volveremos lo antes posible.

¡Ay esta Maura! Como la quería, se preocupaba tanto por mi. Abrí la nevera y saqué una lasaña, la metí en el horno y espero unos veinte minutos. Llené un vaso con agua y me dispuse a comer. Cuando terminé metí mi plato y el vaso en el lavavajillas y subí al baño para ducharme. Era pronto, la fiesta empezaría  a las doce y media pero así ya tenía una cosa menos que hacer. Quité la ropa de mi cuerpo, me metí en la ducha y lavé mi pelo y mi cuerpo minuciosamente. Cuando ya estaba totalmente limpia salí y sequé mi cuerpo. Me coloqué la ropa interior y me puse un chándal { http://www.polyvore.com/nikee/set?id=18413691 } así estaría cómoda hasta que llegara la hora de vestirme para la fiesta. Cogí mi móvil y bajé al salón, me senté en el sofá y encendí la televisión para ver si emitían algo bueno. Pasé muchos canales, ¿por qué no había nada bueno? Ahora, sin Niall aquí para distraerme las horas pasaban lentamente. Dejé de buscar en la tele cuando vi una canal en el que echaban mi película favorita ‘’Un Paseo Para Recordar’’, al parecer el destino no quería que me aburriera. Cuando faltaba media hora para acabar la película yo ya estaba echa un mar de lágrimas, esa película la había visto como mas de cinco veces y siempre lloraba. Cuando la película acabó me quedé mirando un punto fijo y suspiré pero el típico sonido de un mensaje llegando a mi móvil hizo acto de presencia. Lo cogí y le di a la bandeja de entrada. Nialler.

Te echo de menos. 

Nada más leer el mensaje una sonrisa se asomó por mis labios y no pude evitar reír.

¡Pero si solo han pasado horas! Yo también. ¿Cómo está tu abuela?

Le contesté con la mayor verdad. Solté el móvil a mi lado y a los segundos sonó de nuevo.

Lo sé, pero aún así te echo de menos. Esta bien, solo que tiene el pequeño problema de no poderse mover.

Después de leer el mensaje reí. Pobre mujer, con la cadera rota y su nieto haciendo bromas sobre eso. Iba a contestarle pero un nuevo mensaje llegó.

Me tengo que ir, mi abuela me necesita. Te quiero. 

¿Me había puesto te quiero? En ese instante mis manos comenzaron a temblar y no podía escribir un mensaje coherente. Lo peor era, ¿me quería de verdad? ¿O era otra de sus mentiras? No lo sabía, lo único que sabía en ese instante, tenía que reconocerlo de una vez por todas, era que yo también lo quería.

Pobre de tu abuela si tiene que depender de ti. Y yo. 

Le envié cuando pude escribir un mensaje en condiciones. Miré la hora en mi móvil, las 4:55. ¡Por Dios! ¿El tiempo no pasaba o qué? Estaba realmente nerviosa por mi fiesta, ¿saldría bien? ¿Cómo reaccionaría Niall? Todas esas preguntas se resolverían dentro de unas horas. Subí a mi habitación y me tendí en la cama, puse música y me quedé dormida.

Niall POV.

Me tengo que ir, mi abuela me necesita. Te quiero. 

Le envié ya que mi abuela necesitaba de mi ayuda. A duras penas tuve que venir aquí no quería dejarla sola, simplemente no quería alejarme de ella, ya que la última vez que pasó eso la cosa no acabó muy bien. Ayudé a mi madre a cuidar de mi abuela, la pobre no se podía mover para nada. Temía llegar a esa edad y lo peor es que Melany tenía razón. Me había vuelto más serio y apenas disfrutaba de las cosas pero ahora que ella ha vuelto todo ha cambiado, me sentía más vivo, con más ganas de hacer cosas y no de quedarme en mi cama con la guitarra.

Cuando terminé de ayudar a mi pobre abuela me acosté un rato en la habitación que tenía allí para cuando iba a visitarla. Estaba cansado, nunca me dedicaría a cuidar de ancianos, ¡no serviría para eso! Llegarían hasta denunciarme por no cuidarlos bien. Me tumbé en la cama y en poco minutos me quedé dormido.

──Niall…Niall, cielo despierta, te tienes que ir.──Me decía mi madre mientras me zarandeaba el hombro. Al escuchar sus palabras me levanté rápidamente, la asusté.

── ¿Qué hora es?──Le pregunté.

──Son las doce ya Niall

── ¡Dios! Me voy, me voy.──Le dije rápidamente, me despedí de mi madre y de mi abuela y puse en marcha mi coche, al final estaba en lo cierto, llegaría a las una y media o dos.

1 comentario:

  1. ljlsaghsalkglkhg bueno, dejo aqui un comentario por no faltar a la tradicion de dejar en todos jajajaja:)
    Nada, que joooo, si es que quiero leer el treinta...pero nose...me preocupa el que pueda pasar con la fiesta y Nialler...
    bueeeno, será mejor que lo leaa yaa:) jejeje unbeeeesooo

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