lunes, 30 de julio de 2012

Capítulo 35.


El teléfono sonó, sacándome de mis planes y pensamientos. ¡Maldito aparato!  Maura corrió a acudir a su llamada, para contestar con un sutil ¿Diga?. Resoplé, mientras pensaba que debería hacer una lista para saber lo que debía comprar. Estaba haciendo la lista mentalmente hasta que escuche como Maura se quejaba por el teléfono.

── ¿Otra vez mamá? ¡Por dios acabo de volver!──Después de decir eso se quedó en silencio escuchando lo que le decía su madre.──Esta bien.──Resopló.──Hablaré con Greg e iremos allí.

── ¿Qué pasa mamá?──Le preguntó Niall preocupado.

──La abuela de nuevo, necesita que vayamos allí, dice que todavía es pronto para estar sola y que nos necesita así que, tu hermano y yo iremos, ¿os quedáis vosotros? No quiero aguaros el verano.── ¡Dios! ¿Se iban? Sin duda los milagros existían. No lo dudé, tenia el camino libre, así que en cuanto Niall puso un pié en el salón donde yo me encontraba sin ni tan siquiera sentarse le ordené.

──Niall, a las cuatro me llevas al centro comercial.──Se sentó a mi lado del sofá.

── ¿Por favor?──Me miró.

──No era una pregunta, era una afirmación.──Le sonreí.

── ¿Has quedado con las chicas?──Interrogó mi taxista privado.

──Si, claro.── ¡Salvada! Si decía eso no preguntaría porque quería ir. Estuvimos sentados en el sofá entre besos hasta que Maura y Greg bajaron las escaleras con las maletas, nos levantamos.

──Nos vamos, intentaremos volver lo antes posible.──No hace falta Maura, podéis estar todo el tiempo que queráis.

──Tranquila mamá, lo importante es que la abuela esté bien, nosotros nos las apañaremos, estaremos bien.──Sonrió y su madre lo abrazó fuertemente al igual que su hermano, hicieron lo mismo conmigo y desparecieron por la puerta. Una vez que se fueron, Niall se acercó a mí para cogerme de la cintura y pegar su cuerpo contra el mío.

──Tenemos la casa para nosotros solos.──Me susurró provocativamente en el oído.── ¿Qué quieres hacer?──Me preguntó mientras acariciaba mi cintura para después pasar a mi trasero.

──Primero de todo, darme una ducha.──Sonreí pues sabía que lo interpretaría a su manera.──Y no, no puedes venir.──Con mi dedo índice toque la punta de su nariz para después deshacerme de su abrazo y subir corriendo las escaleras, ya que él venia detrás de mi.

── ¡No seas así!──Me cogió por la cintura, de espaldas. Mientras, yo pataleaba la nada pues me había levantado del suelo.

──Niall, tengo que arreglarme para ir con las chicas.──Reía ante su intento de cosquillas en mi abdomen.

──Bueno, dudo que se preocupen mucho si llegas un poco tarde.──Dijo haciendo una señal con sus dedos del "poco" retraso que tendría.──Saben que estas conmigo.──Besó mi cuello.──Y eso significa estar en buenas manos.

── ¿En buenas manos?──Reí fuertemente.──Lo dudo mucho.──Paró de besar mi cuello para mirarme.

──Te quiero.──Me aseguró mientras rozaba nuestras narices.

──Y yo.──Le conteste a esas dos palabras que hacían que mi mundo tuviera sentido.──Pero aunque te quiera mucho, ¡me voy!──Me miró con el ceño fruncido.── ¡Vamos Niall!──Me acerqué y me abracé a su cuello para hablarle al oído.──Tenemos la casa para nosotros solos hasta Dios sabrá cuando, guarda energías.──Besé sus labios y me fui a mi habitación. Esas palabras parecieron apaciguar la fiera que parecía haber desenterrado Niall. Y parecía tranquilo. Al menos me dejó ducharme tranquilamente, tuve tiempo de vestirme cómodamente y arreglarme lo suficiente para estar presentable en un lugar público. Bajé las escaleras y Niall estaba recostado en el marco de la puerta de la entrada con las llaves de su Audi en la mano, haciéndolas rodar en círculos sobre su dedo índice.

── ¿Nos vamos?──Le dije sonriéndole.

──Si, y... Toma. ── Me dio algunos billetes. ── ¿Tendrás suficiente? ──Empecé a contar.

──Sí, creo que si.──Alcé mi vista y lo miré.──Por cierto, luego no hace falta que me vengas a buscar, me traerá alguna de las chicas.──Besé sus labios fugazmente.

── ¿Es que no sabes a que hora volverás?──Curvó una de sus cejas.

──No es eso Niall.──Rodé los ojos poniéndolos en blanco.──Tu tienes cosas que hacer.──Hizo una mueca de no entender nada.──Tu madre, me dio esta lista de cosas que hacen falta en casa.──Dios mío, que buena era mintiendo, me había ganado un Óscar por esa actuación.──Así que tendrás que ir a buscarlo, y sin rechistar.──La cogió.── ¿Nos vamos?──Insistí, abrió la puerta del garaje, nos subimos al coche y nos pusimos rumbo al centro comercial. Una vez allí, me quité el cinturón y volví mi cara para mirarlo.──Bueno, me voy, cuando acabemos me llevan a la casa. ¡Ve a comprar las cosas de la lista eh!──Nos sonreímos mutuamente y se acercó a mi hasta acortar la distancia y capturar mis labios, estuvimos besándonos lentamente, sin malicia hasta que a duras penas me separé. Me apresuré todo lo que pude en comprar las cosas de la lista, pues debía ir a mas de cinco tiendas diferentes, realmente los sueños de Niall eran difíciles de cumplir…Pero no me rendiría. Una vez lo tuve todo, conté el dinero que me había sobrado, comprobando así que tenia de sobras para coger un taxi de vuelta a casa. Pagué casi ya saliendo del coche, tenia tanta prisa. Metí las llaves en el paño, di dos vueltas, y cerré en un mismo segundo.

── ¿Niall?──Grité para asegurarme pero nadie contestaba así que lo intenté una segunda vez.── ¡¿Niall?!──Pregunté mucho más fuerte, pero nada, ¡perfecto! Podría prepararlo todo pero debía de hacerlo rápido pues seguro que no tardaría.

Subí corriendo las escaleras de la casa y solté las bolsas en el suelo, rápidamente me cambie y me puse lo que había comprado, me sorprendí enormemente de mi rapidez pues en menos de de media hora ya estaba todo listo, ahora solo quedaba esperar a Niall. Estaba muy nerviosa, nunca había hecho nada parecido, espero que no salga mal.

Niall POV.

Aparqué el coche en el garaje, mientras no apartaba la vista de casa, pues las luces estaban apagadas y eso parecía indicar que Mel no estaba en ella. ¿Le habría pasado algo? Entré, y grité varias veces su nombre, pero nadie contestó a mi llamada. Así que decidí subir las escaleras, pues a lo mejor estaba dormida en su cama.

Pero fue cuando llegué al último escalón, vi que las luces estaban encendidas, pero tenues, y al dirigir mi mirada a mis pies, un camino de velitas pequeñas encendidas marcaban un recorrido.








1 comentario:

  1. g,jasdñlgñlkhñlkghñl peroo como coojooonaaa puedes dejarlo así? sin contar nada mas? dejandonos con la intriga de que estará pasando?
    jakñslhgslgh no es juuuustooo! yo quieeroo leer mas para ver cual es la sorpresa aunque tambien me haría gracia saber que ponia en la lista que le has dado de cosas para comprar, porque para tardar tanto en volver a casa....
    Este hombre está un poco...Alterado sexualmente....acaba de salir su madre por la puerta y ya está pensando en hacer cosas de mayores...Grrrr, jugueetón jajajaja:)
    fnasjkglkhg lo dicho, que quiero leer mas y pronto!
    Unbeeesazooo

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