domingo, 30 de septiembre de 2012

Capítulo 20.


¡Dios! ¿Pero por que había dicho lo de la apuesta? Ahora vendrán mas preguntas. Dirigí mi mirada hacia ella, levantó la cabeza y la miré con el ceño fruncido.

-¿Apuesta?-Preguntó Zayn.

-¿Qué apuesta Els?-Secundó Niall. Lo sabía, seguro que eso acabaría mal.

-Pues, yo sabía que a Mel, le gustabas tu Niall, entonces hicimos una apuesta, y consistía en enamorarte…-Al parecer no quiso decir la parte de la “sin curvas”.

-Yo no accedí.- Aclaré.- No al principio, pero...

-Já!-La voz del corpulento chico se oyó por toda la casa, cortando mi frase.-Aquí todo el mundo lo sabía.- Carcajeó, sentándose en el sofá.- Todos os reíais de mi. Incluso, tu, mi novia.- Dijo señalándome.-Pero tu también me engañabas, pensaba que en ti podía confiar.

-Zayn, por favor, no hagas esto más difícil ¿vale?

-¿Qué no lo haga más difícil?-Se acercó a mi peligrosamente después de levantarse del sofá.- ¿Y que quieres que haga? ¿Qué me ponga a pegar saltos de alegría cuando MI novia me engaña con otro?-Preguntó con desprecio, tanto hacia mí, como hacia Niall.

-Se que no te mereces esto, pero…-Me interrumpió.

-¡Que me parece genial!- Puso una de sus manos en el pecho de Niall.- Felicidades, has ganado.- Seguidamente se acercó a mi, me miró a los ojos, buscando una respuesta, un porque...-Espero que el te de lo que yo no he sabido darte.- Giró sobre sus pies, y se dirigió a la puerta. Pero se paró escasos tres pasos de nosotros. Rió y volvió a girarse.-Aquí tienes mi regalo de despedida.-Dijo mirándome, seguidamente se acercó a mi amiga, la cogió del cuello y le dio un apasionado beso. Mi boca debería de llegar al suelo, no me sentía para nada celosa, solo que, lo hizo así sin más. Cuando acabó de besar a mi amiga, la miró para después mirarnos a Niall y a mí.-Adiós.-Cogió la puerta y se fue.

Se quedó estática, me miró varias veces, y tres segundos después de escuchar el estruendo de la puerta ella corrió hacia arriba, como se enterara Louis…Pero ahora mi problema no era ese especialmente.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Capítulo 19.


Cogí a mi amiga del brazo y tiré de ella hasta dentro de mi habitación, una vez dentro, cerré la puerta.

-Niall ya puedes salir.-Al segundo el hombre que me había hecho suya hace menos de una hora salió del baño.

-¿Como vas a sacar a Niall de aquí sin que Zayn lo vea?- Preguntó la chica rubia mientras se sentaba en la silla del escritorio.- Esto es una locura.- Puso sus manos en su cabeza y revolvió su pelo.

-¿Se puede saber que hacías besando a Zayn?- Pregunté haciendo caso omiso a su anterior pregunta.

-¡Era para que no os descubriera! ¡Venia derecho a vuestra habitación!- Dijo de golpe.

-¿Estas celosa acaso?-Niall entro en la conversación, lo que me faltaba por oír. Lo miré con el ceño fruncido.

-¿Quieres que te demuestre aquí mismo si estoy celosa o no?-Sugerí sensualmente.

-¡Aquí no por favor!-Exclamó Els, a lo cual reímos.

-Entonces, lo has hecho para salvarnos ¿no?

-¡Si! ¡No pienses mal! Obviamente joder, estoy con Louis, ¡dios Louis! Como se entere he muerto.

Els recordó la situación, Zayn se encontraba abajo. Pues debía bajar, ¿pero qué excusa iba a darle ante la figura de Niall? Ella avanzó su pasó ante mi, mientras Niall sin titubear la siguió, me prometió defender lo nuestro aún que fuera delante de Zayn. Él iba a declarar que me quería, y si era necesario, lo haría en ese mismo instante. Ya estábamos a un paso de estar en el piso de abajo, estaba mucho más que nerviosa, temblaba, había que decirlo todo.

-¡Aquí estamos!-Exclamó Els dejando ver la anatomía de Niall a los ojos de Zayn.

-Oh, vaya, Niall, ¿Qué haces aquí? No te he visto antes.-Dijo Zayn notablemente extrañado, cosa más que obvia.

-Creo que yo aquí no hago nada.- Mi amiga se dirigió hacia la puerta, tomando antes su chaqueta del perchero y sus llaves. Mientras yo hice dos zancadas enormes para llegar a alcanzarla.

-¡¿Qué estas haciendo?!- Preguntó una voz que no era la mía. Pues tenia un tono demasiado varonil.- Tu aquí tienes tu lugar, como los demás.- Dijo antes de que me pudiera girar para divisar su robusta figura apoyada en el marco de la puerta del comedor.

-Pero es que tengo qu…-No la deje terminar.

-Por favor, quédate no me dejes sola ahora.-Le dije bajito para que Zayn no pudiera oírme.

-Esta bien.-Suspiró.-Lo hago por ti, si llegas a ser otra no lo haría.-Le sonreí en forma de agradecimiento. Nos dimos la vuelta para así ir al lado de los chicos. Caminó a mi lado, dejándose caer como un peso muerto encima del sillón del comedor. En la cara de Zayn se notaba que algo no iba bien, y el ambiente empezaba a crisparse, Niall se mantenía en silencio y ambos esperaban mi respuesta. ¿A qué pregunta?

-Te escucho.- procedió el moreno chico.

-Pu…Pues, a ver, lo…Lo que pa…Pasa es que…-En ese momento, cierta persona interrumpió mi convincente discurso.

-Lo que pasa es que Melany yo estamos juntos.-Perfecto, ya la hemos liado, en ese momento mi cara se debió poner mas blanca que la pared, miré a Zayn, el cual tenia la boca tan abierta como sus músculos lo permitían, mi mirada pasó a Niall al cual lo miré con el ceño fruncido el me respondió con una sonrisa.

-¿Qu…Que?-Preguntó el que sería próximamente mi ex novio.

Se acercó, pero no miró a Niall, pasó por su lado rozando su brazo con el de él.

-¿Y eso?- Dijo señalándome la notable roncha que tenia en el cuello. No respondí. -Melany, por favor, contéstame ¿Que es eso?- Parecía casi suplicar que la respuesta no fuera la obvia ante esa situación.

Yo...- Me tomó la mano.

-Dilo...- Dijo a un tono tan paciente como el mío.- Dilo, por favor...- Niall avanzó dos pasos, pero yo con la cabeza negué que hiciera tal acción.

-Lo que ha dicho Niall, es…Es verdad.-Agaché la cabeza, no podía mirarlo a la cara después de esto, noté como Zayn apretaba mas fuerte mi mano, me estaba haciendo daño.- ¡Zayn me estas haciendo daño!-Exclamé intentando soltarme de su agarre, se dirigió hacia Niall después de soltar mi mano. Yo no subí mi cabeza hasta que noté como Zayn cogió a Niall del cuello de la camisa.

-Tus no tenias que aparecer. Es más. ¿Porque apareciste?- Su puño se apretaba entre sus dedos.

-¡Zayn déjalo!- Dijo la voz de una cuarta persona que hacia rato que admiraba la escena.-Él no tiene la culpa.- El chico soltó a Niall, mirando directamente a los ojos a la ojiverde.-De nuevo, ha sido mi culpa.- Curvó una de sus cejas.- Yo... Le propuse una apuesta.- Niall abrió la boca de par en par.- Pero porque sabía que ella estaba... Es decir le gustaba Niall.- Bajó la cabeza.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Capítulo 18


La puerta de la entrada se abrió. Eleanor bufó fuertemente, se quitó la chaqueta, mirando a ambos lados, la casa parecía estar vacía. Miró de nuevo su Iphone, y si, el mensaje era correcto, le pedía que fuera a mi casa cuanto más rápido mejor. Pero no había nadie. Dejó sus llaves en el cenicero de la entrada, y colgó la prenda que se acababa de quitar en el perchero. Subió las escaleras de caracol y se dirigió directamente a mi habitación, abrió la puerta sin tocar antes, una mala costumbre de ella.

-¿Melany estás aq…?.-Se quedó estática al verme en ese estado con Niall.

-¡Eleanor! ¿Qué haces aquí?

-Eeeh, yo, mejor, me voy, os dejo tranquilos, ¡lo siento!-Dicho esto salió corriendo de mi habitación, sinceramente fue demasiado cómico. Se paró en el rellano de la escalera, cabeceó varias veces, y una de sus manos llegó a sus mejillas, estaba completamente roja. Niall no pudo evitar reír, mientras yo reía a la par con él.

Bajó las escaleras rápidamente, sin volverse hacia atrás. Pero fue cuando puso la mano en el pómulo de la puerta y abrirla, que la figura de un chico de pelo negro, corto de punta, y de una tez marrón apareció ante sus ojos.

-¡Eleanor! Cuanto tiempo, ¿Qué tal has estado?-Dicho esto se acercó para darle dos besos y un abrazo.

-¡¡Zayn!! ¿Pero qu…qué haces aquí?-Estaba notablemente nerviosa.

-¿No te alegras de verme?-Levantó una de sus cejas.

-Si si claro que me alegro de verte solo que no sabía que ya habías vuelto.

Sonrió falsamente, acto seguido recordó la escena que acababa de presenciar con sus propios ojos.

-¿Donde está Melany?- Preguntó sin más ni menos.

-¿Melany? No, no está.- Realmente una actuación digna de ser ganadora de un Oscar, pues ni titubeo, y lo digo totalmente convencida.

-¿No está?- Puso su mano en su barbilla.- ¿Entonces qué haces tú aquí?- Acusó señalándola.

-Me ha enviado un mensaje, diciéndome que no sabía si se había dejado las planchas del pelo encendidas, y bueno yo tengo las llaves, así que he entrado.- Arqueó una ceja, no muy convencido.

-Entonces… ¿Por qué están sus llaves, su móvil aquí?

-No tengo ni idea, se las habrá olvidado.-Cada vez se ponía más nerviosa.

-Mientes fatal, Melany está aquí, solo que no me lo quieres decir, así que, si me disculpas.-Dicho esto se abrió camino y empezó a subir las escaleras.

-¡Zayn!- Gritó sin moverse de su sitio.-¡Zayn!- Repitió cuando vio que le chico no le hacía caso.-¡Zayn!- Cogió carrerilla para poder alcanzarlo, y subir las escaleras para poderlo atrapar. -Zayn...- Dijo agitada cuando llegó al segundo piso.- Tengo que decirte algo...- No era verdad, pero con algo debía entretenerlo. Zayn se giró para verla.

-¡¿Qué?!-Le preguntó frustrado. No le dio tiempo a darse la vuelta cuando mi amiga besó sus labios. Lo sorprendente no fue eso, si no que él le siguió el beso. Mientras Niall y yo ya nos habíamos vestido y yo al escuchar las voces abrí un poco la puerta de mi habitación encontrándome con esa escena, mi mejor amiga y mi novio besándose.

-¡¿Pero que..?!- No pude evitarlo, esas palabras salieron sin más ni más de mi boca. Ambos dejaron de besarse en ese mismo instante.

-Ha sido ella- Acusó rápidamente mi novio. Mientras ella me miraba con ojos rogantes.

-Sí, he sido yo...- Dijo ante tal escena.

-¿No decías que no estaba?-Le cuestionó Zayn a mi amiga, yo aproveché la ocasión para darme la vueltas y decirle a Niall que se escondiera en el baño y así lo hizo, rápidamente volví a mi posición inicial.

-Sí, yo entre a la casa y lo vi todo vacio y en silencio entonces creía que no había nadie.

-Lo siento, estaba dormida, pero, ¿se puede saber qué era eso?-Pregunté refiriéndome obviamente al beso.

El chico de tez morena, avanzó varios pasos hasta tomarme por la cintura mientras besaba delicadamente mis labios.

-Yo no he tenido nada que ver.- De nuevo repitió la anterior acción.

-Yo.. Será mejor que me vaya.- Dijo mi mejor amiga dándose la vuelta y dando el primer paso para marcharse.

-¡No!-Mi amiga se dio la vuelta para mirarme.- ¿Zayn te importaría bajar? Quiero hablar con ella a solas, ¿vale?-Le di mi mejor sonrisa.

-Claro.-Besó mis labios de nuevo.-Avisadme cuando acabéis.

Dicho esto empezó a andar dirección hacia el piso de abajo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Capítulo 17.


Sus manos estaban en mi espalda, recorriendo cada centímetro de esta. A veces se paraba en el broche del sujetador, pero no llegaba a quitarlo. Yo solo deseaba que lo hiciera ya, aunque yo estaba haciendo lo mismo con su cinturón, pero al final me decidí a quitarlo del medio. Al parecer eso fue una señal para que el también se decidiera a desabrochar mi sujetador. Bajó las tiras de éste lentamente mientras daba mortíferos besos a mi hombro. Levanté los brazos casi de forma instantánea, cuando sus manos volvieron de nuevo, al inició de mi camiseta de tirantes. Facilitando así que pudiera sacármela. Noté como sus manos no dejaron de recorrer mi torso mientras hacia tal acción. Justo en el momento que esta cayó en el acolchado de la cama, bajé rápidamente mis brazos para entre cruzarlos en su cuello, y juntar nuestras bocas de una manera realmente apasionada. Ambos abríamos nuestra cavidad bucal de una manera exagerada, y tomando grandes bocanadas de aire, para dejarlas ir en el momento que nuestros labios de juntaban, y entraban en juego nuestras lenguas. 

Niall me apretó mucho mas fuerte hacía el, y gracias a eso pude notar el grado de excitación en el que estaba y eso me incitó a hacer suaves movimientos de mi cadera contra su miembro. Aun cubierto por sus vaqueros, hecho esto Niall gimió de una manera que hizo que siguiera con mi ardua tarea.

Sin avisar, me cogió y me tumbó de nuevo en la cama. Mi sujetador seguía presente en la escena, un tanto movido de su escena, pues había desabrochado el broche y bajado los tirantes. Tiró de él, dejándolo en algún rincón de la habitación, mientras su mirada se posaba en mis ojos, seguidamente en mis pechos, y volvía de nuevo a mis ojos.

Tardó en reaccionar, mientras se posicionaba de alguna manera que su pesó no quedara del todo encima de mi. Antes de hacer lo que hacia rato que rondaba por su mente, me miró y yo le aguante la mirada. Su boca besó levemente mis pechos, mientras empezaba desplazarla hacia mi pecho derecho, con húmedos y ruidosos besos. Al parecer se cansó de esa zona, ya que noté como sus besos iban bajando hasta la altura de mi ombligo, mientras besaba esa zona, sus manos se fueron al botón de mi pantalón, no se lo pensó dos veces, ya que en menos de tres segundos mi pantalón formaba parte del decorado del suelo. Gateó hasta mí para besar mis labios como si el mundo fuera a acabarse. En la posición que estaba me fue realmente fácil con mis manos, alcanzar el inicio de su pantalón de nuevo, esta vez sin el cinturón, mi presa era sacar el botón de su ojal. 

Sus besos no cesaban, y mis manos no paraban de intentar la anterior acción, fue cuando lo conseguí, que él besó aún mas ferozmente mis labios, mientras mi mano tomaba la cremallera para bajarla lentamente. Una vez que bajé la cremallera, el mismo se encargó de quitarse los vaqueros, ahora estábamos a la par. Su mano derecha se posó en mi mejilla, fue bajándola lentamente hasta acariciar mi brazo, cuando llegó a la mano, se quedo un rato ahí acariciando mis dedos, después su mano siguió su recorrido, acarició mi cintura, pero no se paró ahí, se paró en mi muslo el cual lo levantó levemente para tener mas acceso a el. Sabía como acabaría todo esto, y realmente me moría de ganas de que pasara. Desde el momento en que crucé la primera palabra con el supe que era algo más que un simple profesor de golf para mi, sabia que tenia algo especial.

Su mano entró sin darme cuenta en mi ropa interior, masajeando mi  parte trasera sin pudor alguno. Rápidamente sin sacar la mano, la movió posicionándola en la parte delantera, justo en mi zona intima. Tiré de ella sacándola de allí, a lo que él respondió con una mueca en su cara, de pura sorpresa ante mi acción. Mi mano empezó a jugar en el elástico de su bóxer, mientras de tanto en cuando me atrevía a posicionarla por encima de la tela, en su punto critico, dándole pequeñas caricias. A lo que el respondía entre abriendo y cerrando, tanto la boca como los ojos. Terminé de acariciar esa zona para llevar mis manos al inicio de sus bóxers, lo fui bajando hasta que ya no podía más aunque no hubo problema ya que Niall se encargó de quitárselos por completo.

Estaba a un paso de entregarme a el, a un paso de ser solo suya y sabía perfectamente que si lo hacía, no me iba a arrepentir, Niall me miraba sin emitir palabra, pero era obvio lo que estaba preguntando así que en respuesta, besé sus labios y pasé mis brazos por debajo de los suyos para abrazarlo. Mientras, el besaba mi pelo, me separé de el y fue en ese momento, en ese preciso instante cuando me hizo suya. Noté como lentamente entraba dentro de mí, mientras yo apretaba con fuerza sus brazos. Lancé un grito de dolor, mientras Niall trataba de no ir lo suficientemente rápido para no dañarme. 

No era mi primera vez, pero Taylor y él no podían compararse en ese sentido, ni en ninguno. Además había pasado mucho tiempo sin practicar sexo con nadie, aún que esta vez no se le podía denominar "sexo" si no amor, hacer el amor. Fue entonces cuando fui consciente, fui consciente de que estaba haciendo el amor con Niall. Éste aumento la velocidad, aunque ya no me importaba, ya no me dolía, todo ese dolor se había convertido en placer, el placer de estar con Niall, el placer de estar con el hombre del cual estaba enamorada, lo sabía, ¿enamorarse en dos semanas? Siento deciros que es perfectamente posible.

Noté como esto estaba llegando a su fin, abracé fuerte a Niall por debajo de sus brazos. Los dos gemíamos, ya sin miedo a ser escuchados. Dejó caerse a mi lado, mientras su pecho subía y bajaba una y otra vez, por la respiración agitada.

Cogió mi mano, y la entrelazó en la suya, subiendo ambas por encima de nuestras cabezas, para luego bajarlas.

-Te quiero.- Dijo después de todo el silencio que había reinado en la habitación desde que habíamos empezado.-Te quiero- Repitió de nuevo en mi oreja.

-Y yo Niall…Y yo.-Me di media vuelta para apoyarme en su pecho, escuchaba sus latidos, los cuales estaban acelerados, era algo obvio después de lo que habíamos hecho. Niall se levantó un poco para coger la arrugada sábana y así tapar nuestros cuerpos desnudos.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Capítulo 16.


Soledad, eso era lo que necesitaba ahora mismo, aunque el rugir de mis tripas me dijeron que también necesitaba comer algo ya que esta mañana por las prisas no desayuné nada. En la nevera había una nota de mi padre, como amaba a este hombre siempre preocupándose por mí. 

Saqué la comida que me había dejado mi padre y la calenté en el microondas. Con el plato en una mano y el vaso de agua en el otro me encaminé hacia el salón para ver un poco la tele. Un estruendo enorme resonó por toda la casa, alguien llamaba a la puerta insistentemente una y otra vez.

-¡Ya voy!- Dije o suficientemente algo para que, quien fuera, lo oyera. Pero volvieron a tocar insistentemente.- ¡Que ya voy coño!-Mis pasos eran lentos y pausados, casi sin ganas pero al abrir la puerta mi corazón dio un vuelco.- ¿Que...Que haces tu aquí?-Me quedé estática, por un momento sentí miedo, no se por qué, sin decirme nada entró en mi casa cerrando la puerta, lo que provocó que diera unos pasos hacia atrás. Lo intenté de nuevo. -Niall, me vas a decir que…-No me dejó terminar cuando mi cara estaba entre sus manos y me estaba proporcionando un mullido beso.

No me lo esperaba, y menos después de que hacía más de una hora había salido corriendo de su clase de golf dejándolo con la palabra en la boca. Me separé unos instantes.

-Niall, no sigas con esto... Ya, ya basta.- Bajé la mirada.- Creo que te lo dejé suficientemente claro en el campo...

-Lo sé, y por eso he venido, yo…Yo he dejado a Jade, por ti, por qué después de lo que me dijiste me di cuenta de que ya era imposible seguir con esto de esconderte, te quiero a ti y no quiero volver a esconderte. - Mientras decía esto me miraba fijamente a los ojos mientras acariciaba mis mejilla con la mayor dulzura del mundo-Te quiero Mel.-No pude evitar que unas cuantas lágrimas salieran de mis ojos, no me podía creer lo que había dicho. Me colgué de su cuello para darle un abrazo y esconder mi cara en su cuello. -No…-tragó saliva, pues noté como se movía la nuez de su garganta.- ¿No vas a decir nada?- Sus manos empezaron a acariciar mi pelo lentamente, mientras yo negaba con la cabeza.

-¿Que quieres que te diga? No quiero romper este momento con alguna estupidez.- Dije sin levantar la cabeza de donde estaba escondida.

-Dime que también me quieres, eso estaría bien.-Me dijo riéndose.

-¿Enserio tengo que decírtelo?-Levanté mi cabeza para mirarlo, el asintió.En ese caso, te quiero.-Lo besé.-Te quiero.-Lo besé otra vez y así estuvimos un rato hasta que me cogió de la cintura y me alzó para que pudiera hacer cómodamente una llave en su cadera. Sus manos se posaron en mis glúteos, y lentamente empezó a andar, dirección la escalera de caracol. Pero sus besos no cesaron en ningún momento, nuestras bocas se movían acompasadamente, mientras ambos girábamos la cabeza para dejar camino libre a nuestras lenguas. 

Aún no me podía creer que hace unas horas me había peleado con el y ahora, estaba ya tendida en mi cama con Niall encima de mí acariciando mi cintura. No tuve espera y le quité su camiseta para que decorara el suelo junto a la alfombra. Sus manos no tardaron en subir desde mi cadera hasta el inicio de mi sujetador, subiendo consigo, la blusa. Lentamente y con parsimonia, mientras mi piel se erizaba al paso de sus dedos en ella. A esto su boca acompañó a sus manos, besando cada parte de mi abdomen que quedaba libre, gracias a sus extremidades. Mis manos estaban a ambos lados de mi cuerpo, arrugando fuertemente la sabana, mientras que, por culpa de sus increíbles besos, mi boca soltaba pequeños gemidos y mi espalda se curvaba. Ahora el estaba entretenido besando, mordiendo y lamiendo mi cuello y seguro, me dejarían marca, pero poco me importaba, con todas las fuerzas posibles, cambié las posiciones.

Llevé una mano a mi cuello, pues empezó a arder considerablemente. Mientras él me miraba bajo mis piernas, las cuales se encontraban a ambos lados de su cadera. Lo tomé por el collar que decoraba su cuello, levemente, para que se levantara, y así quedara sentado. Haciendo presión sus labios encima de los míos. Mientras tanto, mis manos empezaron a bajar desde sus mejillas, su cuello, sus hombros, sus pectorales, su abdomen, hasta llegar al borde de sus pantalones, donde reinaba un cinturón.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Capítulo 15.


¡No se puede apuntar! Sería una situación realmente incómoda.

-¿Qué? ¿Por qué?-Pregunté dando un pequeño salto en la cama para acabar sentada.

-¡Tranquila! Era una broma.-Rió.-Pero ¿por qué te has puesto así? ¿No quieres que vaya contigo?-Hizo un adorable pucherito. Dios, que peso me quitó de encima.

-No, no es eso tonto, solo que acabas de volver de New York y tienes que descansar.-Rocé nuestra narices. Curvó sus labios con los ojos cerrados y respiró fuertemente por la nariz, y antes de apagar la luz besó mis labios de una manera realmente dulce, sin malicia.

Corrí tanto como pude, pues estaba por llegar tarde a mi clase de golf, y Niall me mataría, ya no sabía en qué sentido, si por llegar tarde o por lo de anoche, pero me iba a matar seguro. Eran las 9 en punto y estaba entrando en el capo de golf, la carrera que hice valió la pena, a unos 5 metros estaba Niall, sentado en el césped con la mirada perdida. Por unos segundos pensé que podría ser por lo de anoche, pero esa idea se esfumó cuando recordé que Jade lo estaba esperando anoche. ¡Puag!

-¡Buenos días!-Exclamé sin ninguna respuesta de su parte.-He dicho buenos días.

-Saca las cosas y empieza ya.- Miró su reloj.- Que ya has perdido dos minutos de clase.- Ni tan siquiera se digno a hablarme mirándome a los ojos.

-Don Niall no se levanto con el pie derecho hoy.- Solté la ironía mientras cogía el palo de golf de la bolsa.

-¿Y a ti que te importa como haya dormido?- Seguía sin mirarme pero su voz era realmente amenazadora.

-¿Se puede saber que….qué te pasa hoy?-Me contuve, si algo me enseñaron es a ser educada en cualquier situación.

-A mi nada, ¿y a ti? Estas muy feliz hoy ¿no? Habrás dormido bien con Zayn supongo.-Dijo su nombre con retintín. Dios, ya sabía lo que pasaba aquí. Lancé una gran carcajada.

-Dios, ya sé lo que pasa aquí, tu…-Le señalé.- ¡Estas celoso!

-¿Yo? ¿Celoso? ¿De ese Zaynie o como se llame? Por dios.-Dicho esto se rascó su nuca.

-Primero, se llama Zayn, Z-A-Y-N y segundo, si no estás celoso, dime... ¿Porque te pones así?- Tomé su brazo para que dejara de hacer anterior acción y lo baje poniéndolo paralelo a su cuerpo.- A demás, ayer te esperaba Jade.- Metí el palo de golf dentro de la bolsa de nuevo, pues parecía que con esa conversación teníamos para largo y tendido, y seguramente no haríamos clase. Seguidamente me crucé de brazos esperando su respuesta.

-¿Por qué no me dijiste que tenías novio?-Me contestó con otra pregunta, propio de él.

-¿Debería?-Si empezábamos con responder preguntas, yo no me quedaría atrás.

-Lo único que te voy a decir, es que quiero que lo dejes.- Al escuchar eso lo único que pude hacer es soltar otra grandísima carcajada y taparme la boca.

-¡¿Perdona?!-¿Pero quién se creía que era? Creo que en ese momento mi boca llegaba al suelo.

-Lo que has oído.- Dijo obvio.

-¿Y porque no dejas tu a tu querida "sin curvas"?- Tomó mi brazo sin darme cuenta.

-¿Celosa?-Preguntó tentativo.-Repito, ¿CE-LO-SA?- Dijo silaba por silaba. Con un movimiento brusco de mi parte conseguí zafarme de su agarre.

-Yo, no estoy CE-LO-SA, pero tú no eres nadie para decirme que deje a Zayn. Porque entonces yo también estoy en el derecho de decirte que dejes a tu querida novia.

-Tú eres mía, y de nadie más, ¿vale?-Lo que me faltó por oír.

-¿Qué yo soy tuya? JÁ ¿Desde cuándo eh? Yo no soy tuya, que te quede claro, yo no soy un objeto que lo sepas. No creía que fueras tan machista.-Me agaché para coger mi bolsa e irme de allí pero me cogió del brazo con tal fuerza que la bolsa se calló de mis manos y quede pegada a su perfecto torso.

- Necesito tiempo para aclarar las cosas...

-¿Qué cosas?-Pregunté realmente confundida.

- Si lo nuestro funcionará, si te quiero...-¿Si me quiere? Esto ya era un comienzo.

-Niall, yo...-Me interrumpió.

-Por favor, dame tiempo.

-Vale, te doy el tiempo que quieras, pero…

- ¿Pero, qué?

-Ni en un año sabrás si funcionará si no lo intentas, y si me quieres dentro de unos días, me quieres ahora.

Me deshice de su abrazo y eché a correr. Tiempo, tan solo necesitaba tiempo, y ahora que lo pensaba detenidamente yo también necesitaba tiempo, Zayn era mi novio desde siempre, y Niall había hecho cambiar lo que sentía por él en menos de semana y media. No paré mis pies hasta llegar a casa, cerré la puerta de un golpe seco. Pero nadie pareció quejarse de ello, estaba sola.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Capítulo 14.


Su mano se posó en la parte baja de mi espalda, noté como mi mirada se humedecía, iba a llorar, lo sabía, pero no puedo hacerlo delante de el ya que llevaría a una serie de preguntas, las cuales no se contestarlas.

-¿Por qué haces esto?-Me preguntó juntando nuestras frentes y al parecer con angustia en sus palabras. Yo solo negué con la cabeza, si hablaba, rompería a llorar. Respiré profundamente para tranquilizarme y así poder decir algo decente.

-Niall, mi padre está abajo y, y, yo.

-Pero no nos va a escuchar.-Sus ojos brillaban de una manera increíble. Los tenía más azules que nunca y no me podía resistir a eso, pero no, no voy a caer.

Intenté gesticular palabra, él me miraba realmente serio. Pero la voz de papá retumbó dentro de mis oídos, bueno la verdad es que retumbó por toda la casa.

-¡Niall, tu teléfono está sonando!- Gritó por tercera vez, la única que ambos entendimos claramente el mensaje que nos quería dar.

Me miró, separó nuestras frentes buscando en sus bolsillos el teléfono, algo obvio que no tenía encima.

-Me lo deje abajo.- Asentí.

Se miró en el espejo del baño arreglando su pelo para que papá no sospechara. Corrió a la puerta cerrándola de golpe sin ni tan siquiera girarse a decirme nada ni a verme. Se había ido, ahora si pude llorar tranquilamente, ¿por qué me tenía que pasar esto a mí? Soy gilipollas, así de claro, soy idiota, estúpida, soy de todo, esta noche no tendría que haber pasado nada, nada de nada. 

Tenía que fijarme en uno que tiene novia, será por la de hombres que hay en este mundo, solteros, pero no, yo me fijé en uno con novia, pero que hacía que me sintiera en las nubes con solo cruzar palabra con el. Y lo peor de todo era que definitivamente me estaba enamorando de el. Él estaba tan feliz con su novia y yo solo era la simple amante, la que lo satisfacía cuando a el le daba la gana, y encima hacía conmigo lo que le daba la gana.

Tras vestirme de nuevo con algo de pereza y sin ganas, me cepillé el pelo y lavé la cara a conciencia y de nuevo puse una leve capa de maquillaje.
Bajé las escaleras, y vi como Niall colgaba el teléfono, carraspeé fuertemente.

-Oh ya has bajado.- Se dirigió al comedor, y yo avancé hasta llegar donde se encontraban mi padre y él.

-Lo siento señor, tengo que irme, ya sabe el deber me llama.- Sonrió victorioso.

-Sí, claro Niall, a las mujeres se las tiene que cuidar...- Mi padre se levantó dándole golpecitos en la espalda de aprobación mientras le devolvía la sonrisa. Un poco más y casi vomito ante esa escena. Niall estrechó la mano con mi padre y se acercó a mí para darme dos lentos besos en la comisura de los labios. Antes de separarse sonó el timbre, ¿y ahora quien sería?

-Yo voy.-Dijo risueño mi padre, a lo mejor esperaba otra visita. Cuando mi padre abrió la puerta no me pude creer quien había detrás de esta.

-¡Zayn!-Salí corriendo del agarre de Niall, para colgarme del cuello de nuestro invitado.

-¿Me habías echado de menos?- Sonrió mientras pasaba sus brazos al rededor de mi cintura.

-¿Que haces aquí?-Interrogué ansiosa. Papá cerró la puerta y  se acercó a Niall.

-He vuelto y a la primera persona que quería ver era a ti.- Dijo una vez dejé de colgarme en su cuello. Sus manos recorrieron mis mejillas hasta llegar a mi pelo y ponerme ambos lados detrás de cada oreja.-Han sido muchos meses separados.

- ¿Meses? Casi dos años Zayn.-Sin previo aviso, besó mis labios tiernamente, sus besos eran tan diferentes de los de Niall, ¡Dios! Niall seguía en mi casa, y vio la escena. 

Me separé lentamente de Zayn para que el fuera a saludar a mi padre y a Niall. Mi padre lo saludo con un gran abrazo, se llevaban muy bien, incluso más que con Niall, y eso era difícil. Lo miré y lo sorprendí mirándome con el ceño fruncido.

-Hola, soy Zayn, el novio de Mel, ¿y tú eres?

-Soy Niall, el profesor de golf de Melany, mucho gusto.-Contestó frío.

-Si, bueno... Papá lo invitó a cenar, ya sabes como es él...-Reí tomando a mi novio por la cintura mientras él pasaba su brazo por mis hombros provocando que me acercara más a él, si tenía novio, ese era el gran detalle por el cual no quería hacer esta apuesta, se fue a trabajar a New York y no lo veía desde casi dos años, y es muy difícil seguir enamorada de alguien a quién no ves.

-Encantado.- Sonrió ofreciéndole la mano a mi profesor de golf y casi de cama.

-Igualmente.- Se forzó a decir.-Tengo que irme Jade me espera en casa. El deber me llama.

-Te entiendo, a mi también hacia tiempo que me estaba llamando.- Sonrió mirándome directamente a los ojos.- Demasiado tiempo.- ¿Con qué Jade eh? Esta era la mía.

-¿Entonces Zayn te vas a quedar a dormir?

-Bueno, ahora si que me voy, encantado Zayn.-Me miró y se fue. ¡Boom! Conseguí mi propósito.

-Bueno, me quedaré solo si tu padre me deja.-Miré a mi padre suplicante, no podía resistirse a esa cara, nadie lo hacía.

-Claro, sin ningún problema, Zayn sabes que eres de la familia.

Abrió las sabanas de su lado y se escurrió en ellas, tomándome por la cintura, y dándome un ligero y suave beso en el cuello.

-Echaba de menos esto.- Sonrió encima de mi cuello.

-Si, yo también.- Le dije no muy convencida mientras posaba mis manos encima de las suyas, girándome lentamente y juntando nuestros labios, me sentía mal, pero no podía luchar contra mis sentimientos.

-¿Sabes?-Lo miraba atentamente a sus ojos casi verdosos.-Creo que yo también me apuntaré esas clases de golf mañana contigo. ¡Oh no! ¿Había oído bien?

lunes, 3 de septiembre de 2012

Capítulo 13.


Resoplé fuertemente, cogí sus manos, cosa que provocó que me mirara directamente a los ojos.  Entrecrucé mis brazos en su nuca, y besé fugazmente sus labios. Se quedó perplejo, y aproveche para desabrochar yo el botón de sus pantalones, le había cogido ventaja y eso realmente me encantaba, debía demostrarle quien mandaba en esa situación.

Rápidamente quitó el plástico del ojal, notando como el pantalón se aflojaba en mis caderas. Su mano se posó en la parte que había quedado al descubierto, dando pequeños masajes y jugando con el elástico de mi ropa interior. En menos de tres segundos su mano se introdujo de manera casi mágica dentro de mi prenda, di un pequeño respingo ante tal acción, él tan solo sonrió.

Su mano empezó a dar ligeros masajes en mi zona intima, acto reflejo arrugué las sabanas bajo mis manos. Si antes me estaba volviendo loca, ahora, aún más, ¡Dios! ¿Es qué no sabía que con una simple caricia ya me tenía sus pies? Esto ya era demasiado, en ese momento si pensé en mi padre, ¿y si me escuchaba? No lo creo, como el mismo dijo Tardad lo que queráis, estará entretenido viendo el fútbol, así que solo me limité a disfrutar del momento tan placentero que me estaba proporcionado Niall. Gemí de una manera que nunca creí hacer, cuando introdujo su dedo dentro de mi, tiré de él, y lo besé para ahogar el grito, mientras el dio paso a su lengua dentro de mi cavidad bucal. Separó sus labios de los míos, sin perder el contacto visual, mientras veía como se alejaba. No, no se estaba alejando,  estaba bajando.  Se sentó a la altura de mis rodillas, besó mi frente, y se levantó. ¿Que estaba haciendo? ¡Nadie le había dado órdenes de que parara! Y yo por supuesto, no iba a hacerlo. 

Iba a abrir mi boca para decirle que qué pensaba que estaba haciendo, que por qué paraba, pero antes de articular palabra se abalanzó de nuevo a mi para callarme un beso. Sus manos estaba de nuevo en mi ropa interior, y el, sin ningún pudor, la quitó del camino, mientras que besaba mis piernas sensualmente, cuando ya la prenda estaba en el suelo, subió un poco para abrir con suavidad mis piernas. Puede sonar realmente vulgar, y tal vez asqueroso, puede sonar a una película porno, pero no, fue tan mágico lo que pasó después, su lengua abrió camino entrando dentro de mi zona íntima sin ni tan siquiera preguntar.

Si antes había creído que jamás un gemido así podría haber salido de mis pulmones, había estado totalmente equivocada, pues de nuevo uno de esos salió de mis labios, más fuerte que el anterior. Instintivamente llevé mis manos a mi boca, como si eso fuera a servir de algo, quité rápidamente mis manos y las puse a mis costados para coger fuertemente la sabana y así intentar no volver a gemir, si, no tenía conciencia en esos momentos, pero el que había abajo era mi padre, no una amiga a la cual se lo contaría después. No lo pensé dos veces y llevé mi mano derecha a su cabeza para agarrarla fuertemente y acariciar su pelo, al parecer eso hizo que aumentara la velocidad. 

Esto ya era demasiado, estaba haciendo conmigo lo que el quería, pero ya no había vuelta atrás. Niall notó como yo dejaba de sujetar su cabeza al mismo tiempo que retiraba su lengua y subió hasta mi altura dónde notó mi estado de excitación, mi respiración iba tan rápido que parecía que el corazón se me saldría de un momento a otro del pecho, mientras entre cortadamente aun dejaba ir algún que otro pequeño gemido por el placer que anteriormente me había hecho sentir.

Sonrió ante tal escena, y al parecer, él también tenia la respiración agitada. Con una habilidad propia de un mago se sacó sus pantalones con una sola mano, seguidamente de su ropa interior. Se posiciono encima de mí mientras acariciaba mi mejilla.

-Cada vez me gusta mas este juego.-Sonrió de lado y me dio un mullido beso en los labios. En el momento en el que oí la palabra juego, todas mis neuronas parecieron despertarse de golpe. No podía llegar a este punto con Niall, demasiado me había dejado a hacer ya, yo para él era un juego, no podía entregarme a el sabiendo que el no me quería, como obviamente yo lo quería a el, si, lo quería. Puse mis manos en su pecho y con todas mis fuerzas lo empujé a un lado para levantarme y taparme con mi bata.

-¿Pero que te pasa?-Se arrodilló en mi cama, desnudo, sin ningún pudor.

-Niall, por favor, tápate.-Le respondí mientras miraba para otro lado. El me hizo caso y se vistió. No era ni mi novio y se lo había visto todo, prácticamente igual que el mí.

-¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué me has dejado de nuevo así?-Señaló a su amigo nuevamente.

-Por…Porque, y…yo no puedo Niall, no, no, no y no.-Estaba alterada.

Dio un pasó posicionándose delante de mi.

-¿Se puede saber que te pasa?- Tomé la bata aferrándola más a mi cuerpo.

-Nada, tan solo vete, mañana nos vemos.- Concluí girándome dirigiéndome al baño que tenia dentro de mi propia habitación.

-¡Estas loca!- Seguía sin moverse tan sólo me miraba lo que hacía.

-Nos vemos mañana Niall.- Repetí antes de poner la mano en el pómulo de la puerta del baño. Una fuerza tiró de mi brazo, Niall me dio la vuelta para quedar frente a frente.





domingo, 2 de septiembre de 2012

Capítulo 12.


Bajé las escaleras escasos diez minutos después que Niall lo hubiera hecho. Salté los últimos dos peldaños y al levantar la vista, Niall me miraba desde la silla indicándome que la mesa estaba puesta y todo apunto para cenar.

Mi padre estaba sentado en la silla principal de la mesa mientras que Niall estaba a su lado, así que yo me senté enfrente de Niall, al otro lado de mi padre.

-¿Ya esta todo o hay que ir a por algo más?-Le pregunté a mi padre tranquilamente.

-No, tranquila ya esta todo, bueno, ¡que aproveche!-Dicho esto empezó a devorar su filete, si, devorar, mi padre no comía, devoraba. Yo por mi parte lo miré divertida, miré de reojo y lo pillé mirándome detenidamente.

Evité su mirada con un ligero movimiento de cabeza simular estar realmente concentrada con mi comida, pero aún así esa sensación de una vista fija en mi, me hacia desconcentrar de tal sencilla tarea. Mas no le hice caso hasta terminar la cena, cuando papá se excusó para retirarse al comedor, invitando a Niall a ir con él, él simulo ser todo un caballero diciendo Oh no, ayudaré a Melany a recoger, no quiero que lo haga sola. Papá asintió con una sonrisa en la cara.  No quería ni pensar el porque de ese gesto.

Papá había desaparecido de la vista, me levanté con varios platos y vasos en las manos, a lo que el invitado me imitó. Dejé las cosas, y me dispuse a limpiar todas y cada una de las piezas de la vajilla cuando sus dedos caminaros por mi clavícula, para luego su mano tocar suavemente mi cuello desde detrás de mí.

-Niall...-Susurré realmente bajito, mientras cerraba los ojos.

-Sh...Te dije que esto no quedaría así...-Excusó rápidamente.

Su mano libre recogió mi pelo a un lado, mientras la que seguía en mi cuello empezó a moverse por mi clavícula hasta llegar a mi pecho, haciendo que su cuerpo y el mío quedaran realmente pegados.

-Niall, mi padre…-Intenté decir pero de nuevo me interrumpió.

-Me da igual.-Dicho esto, empezó a dar mortíferos y húmedos besos en mi cuello, solo habían sido dos estos encuentros, pero fueron suficientes para saber que el cuello era mi punto débil. Subió lentamente, desde mi cuello hasta mi oreja, en la cual se entretuvo mordiendo el lóbulo de esta.

Necesitaba darme la vuelta y apoderarme de sus labios, pero de repente recordé la promesa que le hice a Eleanor, no me enamoraría de el, aunque esto es demasiada tentación para mis hormonas. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta de que Niall se había encargado de darme la vuelta, estábamos metidos en un dulce beso.

Noté como me cogió de la cintura y me recargó en la encimera, abrí un poco mis piernas para que se acomodara mejor. Nuestras frentes estaban unidas mientras que mi cara estaba entre sus manos, sentía su aliento dulzón mezclarse con el mío. Sus labios se acercaron a los míos pero no los llegó a besar, tan solo cerré mis ojos, pero el no lo hizo. Giró su rostro para llegar a mi oreja. Vamos arriba susurró en ella. ¿Acaso estaba loco? ¿Para que quería subir arriba? ¿Con que pretexto se pensaba que lo subiría arriba sin que  mi padre no pensara mal? Pero claro, en esos momentos mis neuronas no funcionaban, así que me baje de la encimera, con Niall aun enfrente mía, lo que provocó que chocáramos un poco, pude sentir como no se apartaba de mi, tenia una mano en mi cintura mientras que aún seguía con su boca en mi oreja lo que me permitía recrearme con la melodía de su respiración. Rocé su mano como señal para que me siguiera, bajamos a la salita donde estaba mi padre viendo el fútbol.

-Papa, le voy a enseñar a Niall las fotos de cuando era pequeña ¿vale? Ahora bajamos.-Me estaba volviendo en una mentirosa compulsiva.

-Si claro, tardad lo que queráis.-Esto de que mi padre adore a Niall son puntos extras. 

Subimos la escalera de caracol en silencio, yo delante de él, pero mi mano tenia cogida la suya. Le estaba dejando hacer conmigo lo que quería, lo sabia, pero por más que insista a mis hormonas de no hacerle caso, ellas hacían de las suyas a sus anchas.

Llegamos delante de la puerta de mi habitación, cerrada, me detuve y miré a Niall, el cual abrió la puerta pasando delante mío, tirando de mi brazo, y cerrándola tras de mi en un tiempo casi récord. Tomó mi mano, y me acercó a él, pudiendo así capturar mis labios de una manera salvaje, haciendo que reaccionara tal acción.

-¿Me vas a enseñar las fotos?-Me dijo entre besos.

-No.-Yo seguía con la tarea de succionarle el labio inferior, el sonrió sobre mis labios ante mi monosílabo.

De un momento a otro me vi entre la pared y su trabajado torso, no pude resistir a pasar mis manos desde su pecho hasta su cuello. Colocó sus manos en mis muslos y me levantó para que pudiera hacer una llave en su cadera. Sentí como mi espalda se recargaba sobre algo bastante blando, y sin darme cuenta estaba tumbada encima de la cama, con mis piernas alrededor de su cintura, Niall por su parte estaba justo encima de mí besando frenéticamente mi cuello. 

Mis brazos entrecruzados hacían cada vez más presión en su cuello para evitar que se alejara ni un centímetro de mí. Debía asumirlo, me volvía completamente loca, y por más que le hubiera prometido a Els, me gustaba, si, y demasiado. Cada vez lo apretaba más a mi, tanto que su entrepierna hacía presión con la mía, cosa que provocó que soltara un ligero gemido el cual incitó más Niall.

Con todas las fuerzas posibles, cambié de postura ahora era yo la que estaba encima suya, sentada en su cintura y observando su cara de placer mientras que con las yemas de mis dedos iba recorriendo cara parte de su torso que estaba a mi merced. 

Lentamente decidí quitarle la camiseta, cogiendo ligeramente el final de esta, arrugándola en mis manos, mientras con mis labios acompañaba la tarea de pequeños besos en su abdomen, notablemente sonoros. Niall gemía lentamente, y eso me encantaba, era yo la que le provocaba esas reacciones, y esas caras que mostraban un placer total con esa acción. En resumen, me sentía enormemente orgullosa de mí, pero había algo que no me dejaba disfrutar del todo esto, exacto, su novia, ¿ella le daría el placer que yo le doy? ¿Será mejor que yo? Y lo que mas me carcomía por dentro, ¿lo habrá hecho con ella? Puf Melany eres idiota, obviamente lo habrá hecho con ella joder, ¡es su novia!

Al parecer Niall notó que algo me pasaba, así que volvimos la postura inicial, el tenia una mano en mi mejilla mientras que con la otra aguantaba todo su peso. No sé cuanto tiempo pasó pero lo único que hacíamos era mirarnos a los ojos, definitivamente me encanta este chico, si no hubiera sido por mi padre ahora mismo no lo conocería, por una parte, se lo agradezco, por otra parte no, ya que me hubiera ahorrado estas situaciones, y más siendo yo la simple amante. En un abrir y cerrar de ojos mi camiseta desapareció de la escena. El miraba mi busto detenidamente, cosa que me puso nerviosa y hacía que la sangre se subiera de golpe a mis mejillas, pero lo peor llegó cuando noté como jugaba con el botón de mi pantalón.