miércoles, 20 de junio de 2012

Capítulo 22.


Niall POV.

¡Dios! ¿Estaba loca o qué? ¿Cómo se le ha ocurrido pegarme ahí? ¿Me quería dejar sin descendencia? ¡Y me pide perdón cuando el daño ya esta hecho! Abrí la puerta de mi habitación y me tendí en mi cama. Aún me dolía, se había pasado mucho, ¿qué pasa? ¿A ella no le dolería o qué?

Cuando ya se me pasó ese horrible dolor oí como Frankie abría la puerta.

── ¡Vamos abajo! ¡Vamos!──Me decía gritando. Era normal, hoy se iba al campamento. Me cogió de la mano y prácticamente me arrastró hacia el piso de abajo. Pasaron unos cuantos segundos y Melany bajó también. Mientras ella estaba bajando yo aproveché para mirarla. ¿Por qué tenía que volverme tan loco? Con una sola mirada suya hace que me estremezca por completo. Hubo unos segundos en los que nuestras miradas se cruzaron, yo aparté la vista de la suya y miré a Frankie. Éste se acercó a ella y la abrazó fuertemente, como me hubiera gustado ser mi primo en ese momento, ¿pero qué digo?

── ¡Pásalo súper bien cielo, te echaré de menos!──Le dijo a mi primo mientras le alborotaba el pelo. ¿Podría ser más perfecta? Lo dudaba.

──Y yo Meli.──Le dijo, aunque después hubo un momento que me extrañó mucho ya que mi primo le susurró algo en su oído y ella asintió.

──A ti también te voy a echar de menos idiota.──Me dijo mientras se acercaba a mi. Cuanto me quería.

──Y yo enano, y yo. Y recuerda, siento mucho lo de ayer.──Le dije mientras la miraba a ella, si no era tonta, se dio cuenta de que iba realmente a ella, no a mi primo, aunque también. ──No debí decirte eso.──Le seguí diciendo a “mi primo”.

──Tranquilo. ¡Adiós!──Dicho esto se fue corriendo hacia mi tía y mi madre la cual nos dijo que estaría aquí para la hora de comer. De un momento a otro habían desparecido y solo estábamos ella y yo. Hubo un pequeño tiempo de silencio, se dio media vuelta y se dispuso a subir las escaleras.

── ¡Espera!──Le dije antes de que se fuera.

── ¿Qué?──Me contestó fríamente. Como dolía.

──Perdóname.──Le dije con toda la sinceridad del mundo, ella volvió sus ojos.──Por favor. Fui un imbécil…

──Lo fuiste.──Me interrumpió.

──No debí decirte eso, pero tu hiciste que me enfadara de esa manera.──Le dije mientras ella me miraba sorprendida.

── ¿Yo? ¡¿Y qué te hice yo?!──Preguntó exaltada.

── ¿Qué que me hiciste? Pues rechazarme delante de las chicas.──Me miró confusa.──Correrme la cara cuando te iba a besar, ¿te parece poco?──Al decir eso me miró fulminantemente.

── ¿Por eso? ¿Por eso te enfadaste? ¿Por eso trataste mal a Frankie? ¿Por eso me dijiste eso a mi?──Realmente estaba enfadada. Me daba miedo, yo iba retrocediendo mientras ella se acercaba── ¡¿Por eso?!

── ¡Si! ¡Si! ¡Por eso! ¿No sabes lo que se siente o qué? Y más delante de otras personas, ¿te daba vergüenza besarme? Tú no sabes como me sentí en ese momento.──Cuando terminé me pasé las manos por el pelo dejándolo algo alborotado para después sentarme en el sofá y apoyar los codos en mis piernas y cogerme la cabeza.──Y encima vas, y llegas media hora tarde. Se me junto todo Melany, ¡todo!

──Yo…Yo…No sé por qué corrí la cara.──Se bajó de la escalera y pasó por mi lado para sentarse conmigo en el sofá.──Supongo que lo hice, no sé, ¡no sé por qué! No, no estaba preparada para besarte delante de ellas, ¡yo que sé Niall!──Me dijo mientras levantaba sus brazos.

──Está bien, yo tampoco tuve que comportarme de esa forma. Pero lo que me importa ahora mismo es si me perdonas por lo que te dije, de verdad, lo siento muchísimo, me pasé, lo siento.──En un acto reflejo cogí sus manos y las entrelacé con las mías. La miraba realmente arrepentido. Estaba dudosa, se le notaba en la cara la conocía más que a la palma de mi mano──Por favor.──Le pedí por última vez

──Yo…──Me iba a decir algo pero la interrumpí, tenía una idea mejor.

── ¿Sabes?──Pregunté soltando sus manos.──No me digas nada aún.  A las diez paso por tu habitación, arréglate.──Dicho esto le di un beso en su frente, me levanté y me dirigí a mi habitación. Esta noche le iba a demostrar lo arrepentido que estaba y si me daba la oportunidad le contaría todo lo que pasó con Perrie.

Melany POV.

Maura llevaba en cada una de sus manos por lo menos 4 bolsas de la compra así que me levanté rápidamente y la ayudé a llevarlas.

──Gracias cielo, pero no hacía falta.──Me dijo como siempre.

──Si hace falta Maura, venías cargada de bolsas. ¿Por qué no me has dicho que vaya contigo?──Le contesté riendo, ella imitó mi acción.

──Estás de vacaciones, no te voy a poner hacer las tareas de la casa.

──Por dios, para la próxima me avisas, ¿vale?

──Trato hecho. ¿Qué has hecho en todas estas horas?──Me preguntó interesada.

──Pues hice la cama de Frankie y estuve aquí viendo una película.──Le contesté sonriendo.

── ¿Has hecho la cama de Frankie?──Me preguntó sorprendida, yo solo asentí.──Muchísimas gracias, me has quitado otra tarea de encima.

──No es nada.──Le dije sinceramente.──Me voy a mi habitación.──Le informé.

──Está bien. Te avisaré cuando esté la comida lista.──Dicho esto me dio un beso en la frente, ¿hoy era el Día Internacional de Besos en la Frente? Subí las escaleras y me encerré en mi habitación. Estuve escuchando música hasta que Niall abrió la puerta sin avisar para avisarme de que la comida estaba lista. Lo miré con el ceño fruncido, ¿a caso no sabía tocar a la puerta?

──No toques, que es malo.──Le dije mientras me levantaba y pasaba por su lado.

──Esta es mi casa y si no quiero llamar a la puerta, no llamo.──Me dijo con un tono burlón, para nada borde.

── ¡Oh si! Discúlpeme hombre de la casa.──Puse mis ojos en blanco y me senté en la mesa para comer. Se suponía que seguía enfadada con el ya que no me dejó contestarle así que le haría sufrir un poquito más. Mientras comíamos el me miraba constantemente mientras que yo le respondía levantando mi ceja, me aguantaba las ganas de reírme pero sabía actuar bien, entonces aguantar la risa no era un problema para mi.

Cuando terminé de comer me levanté de la mesa para llevar los platos a la cocina y meterlos en el lavavajillas. Antes de darme la vuelta sentí como dos grandes y calientes manos se apoyaban en mi cintura y se apegaba a mí, tanto, que podía sentirlo en todo su esplendor. Sin duda era el, ¡no iba a ser Maura!

No hay comentarios:

Publicar un comentario