Bajamos del
coche y Niall se ofreció a llevar las tres maletas, si a el le hacía ilusión llevarlas,
por mi ningún problema, menos me cansaría.
── ¿Pero que llevas aquí? ── Preguntó, obviamente
refiriéndose al peso de mis maletas.
── Te
recuerdo Horan, que estaré aquí todo un verano y más. ── Le contesté alargando
la frase.
── No hacía
falta que te trajeras todo tu armario. ── Soltó una carcajada, en respuesta, yo
solo lo miré con el ceño fruncido. Caminamos hasta la puerta, dejó una de las
maletas en el suelo para después meter la mano dentro de su bolsillo izquierdo,
sacó las llaves y abrió la puerta. ── ¡Mamá,
ya hemos llegado! ── Dicho esto, la preciosa mujer de pelo corto rubio ondulado,
sonrisa dulce y llena de confianza salió de la cocina, yo sonreí enormemente.
── ¡Dios Melany! Pequeña que grande estas ya,
estas preciosa. ── Me abrazó fuertemente, yo hice lo mismo, con ella no tenía
que fingir los abrazos.
── Gracias
Maura, tenía muchísimas ganas de verte. ── Le dediqué una enorme sonrisa.
── Lo mismo
te digo cielo. ── Me sonrió.
── ¿Y Greg? ──
Le pregunté por el hermano mayor de Horan.
──Estará con
la novia haciendo Dios sabrá qué. ── Al decir esto las dos reímos fuertemente.
Acto seguido miró a su hijo. ── Nialler, ¿quieres acompañarla a su habitación?
Yo tengo que seguir con la comida.
── Claro,
anda vamos. ── Posó una de sus grandes manos en mi espalda, para después coger
de nuevo mis maletas y subir las escaleras, yo no tuve otra que seguirle.
── ¡Pequeña que grandes estas! ── Soltó Niall
imitando la voz de su madre una vez que estuvimos arriba, ya empezaba. Me volví
lentamente para mirarle con toda la seriedad posible.
── Vuelve a
decir eso y veras lo que esta “pequeña”, ── Hice las comillas con mis dedos.──
es capaz de hacer. ── Levanté una de mis cejas.
── ¡Uh, chica
dura! ¡Qué miedo! ── Soltó las maletas e hizo como si estuviera asustado. ── ¿Qué
vas a hacerme? ¿Pegarme? ── Me preguntó con altanería. Ya me estaba hartando.
Me acerqué peligrosamente a el hasta acorralarlo en la pared.
── No,
pegarte precisamente, no. ── Estábamos tan cerca que hasta nuestras
respiraciones se mezclaban y podía sentir su aliento dulzón chocar en mi piel.
Reaccioné
cuando noté como Nialler posaba sus manos en mi cintura y me apegó mas a el
mientras que se encargaba de acortar la distancia, pero puse un dedo encima de
su boca. Abrió sus ojos mientras me miraba con confusión. ── No tan
rapidito Horan. No confundas las cosas. —Al decir esto, me separé de su agarre.
— ¿Me llevas la habitación o qué? ── Le pregunté ya que se había quedado
tildado donde lo dejé.
── S…Si, ven.
—Dijo nervioso por lo de escasos minutos atrás- Abrió la puerta de una
habitación, la recordaba, siempre me escondía aquí cuando jugábamos al
escondite. —Melany, quiero hablar contigo. ── ¡Oh no!—Necesito aclararte lo que
paso hac…── Lo interrumpí.
── Niall, no,
¿vale? Ahora no es el momento.
── ¿Y se puede saber cual va a ser el momento? ──
Preguntó exaltado. ── Siempre me esquivas y yo quiero decirte toda la verdad. ──
Se relajó, me quedé pensando un poco, pero mi orgullo no me permitió dejarlo
hablar. Hubo unos segundos cargados de un silencio incomodo, me decidí a hablar
pero el no me lo permitió. ── ¿Sabes? Déjalo,
si aún no quieres que te lo explique, te comprendo, el verano es muy largo y habrá
tiempo para contártelo. ── Asentí. ── Ven, te quiero enseñar una cosa. ── No me
dio tiempo a contestar cuando ya había salido de la habitación. Lentamente y
sin ganas lo seguí, ¿pero que quería enseñarme este ahora?
Entré a su
habitación y millones de recuerdos vinieron a mi cabeza, como las veces que
venía aquí a pintar, cuando me escondía debajo de su cama para que no me
encontrara, fue una buena infancia, y si no hubiera pasado lo pasó hubiera sido
mejor. Empecé a dar vueltas en su habitación y ahí, en su escritorio estaba esa
foto que yo rompí y queme para que no hubiera rastro de ella.
── ¿Por qué
tienes esta foto ahí? ── Le pregunté con muy poca voz. El me miró y se acercó a
mi, cuando llegó a mi lado cogió la foto y noté como sus mejillas se volvían de
un color rojizo. La foto era una de el y yo besándonos, ¿se puede saber por qué
aún a tenía? ── Di, ¿por qué la tienes? ── Insistí.
── No sé, so…
¿Son recuerdos no? ¿Qué pasa? ── Preguntó nervioso.
── Nada,
bueno, ¿Qué quería enseñarme? ── Pregunté cambiando drásticamente de tema.
── ¡Ah sí!
Mira. ── De detrás de él sacó una guitarra muy familiar para mí.
── Es…Es la
guitarra que te regalé ¿no? ── Le pregunté aunque sabía perfectamente la
respuesta. Inconscientemente una pequeña sonrisa se formó en mi rostro.
── Si
── ¿Y para qué me la enseñas? ── Vale, eso salió
muy borde, pero era lo que se merecía.
── No se,
para que veas que la sigo teniendo y aún la uso ¿sabes?
── Me alegro
por ti, me voy a ordenar la ropa. ── Esta situación me estaba cansando, no
podía estar con el como si nada, simplemente no podía. No le di oportunidad de
que me contestara cuando ya había salido por la puerta.
Me gusta tu fic, siguiente cuanto antes!!! :)
ResponderEliminarOhh Dioos :) !!
ResponderEliminarEsta Genial.
me alegro un montón de k estes escribiendo esta Fic (:
Tiene buena pintaaaaaa muahahaaa es simplemente perfecta
bss cuidate