Capítulo 17.

Salí de la cocina y no había nadie. ¿Se podía saber dónde se había metido Niall? Levanté mis hombros y me dispuse a subir las escaleras. Me puse enfrente de su puerta y toqué dos veces. A los pocos segundos Niall me abrió.

── ¿No desayunas o qué? ──No me respondió simplemente, se apartó y pude ver como tenía el desayuno en la cama. ──Pe…Pero, ¿cuándo lo has cogido?

──Mi madre me lo ha dado. ──Me contestó secamente, le pasaba algo, lo conocía a la perfección.

──Niall…──Alargué. ── ¿Te pasa algo? ──Pregunté.

──No, estoy bien. ──Me contestó sin mirarme a la cara y se puso a ordenar su cuarto. ¿Habíamos cambiado los papeles o qué? Ahora era él el que pasaba de mí, ¿se estaría vengando? No, Niall no tiene una mente tan mala.

──Niall…Te conozco, sé que te pasa algo, podrás mentirle a otra gente pero sabes perfectamente que a mí no. ──Le dije la pura verdad. El echó su cabeza para atrás, bufó y me miró. ──Ya sé lo que te pasa. ──Le dije canturreando y riendo, el simplemente me miró con confusión.

──A ver, según tú, ¿qué me pasa tía lista? ──Me cuestionó mientras levantaba su ceja.

──Fácil. ──Empecé mientras daba vuelta alrededor suyo. ──Sigues celoso por Zayn. ──Le dije cuando ya estaba enfrente de él. El simplemente carcajeó fuertemente y de un momento a otro volvió a la seriedad de antes.

── ¿Celoso? ¿Yo? Por favor, Melany, no digas tonterías. ──Me dijo con los nervios a flor de piel.

──Niall…No intentes mentirme, no eres el único que me conoce. Yo también te conozco a la perfección y la cara que pusiste antes ya la había visto más veces. ──Cuando dije eso sus mejillas se tornaron del color normal a un rojizo realmente adorable. ── ¿Ves? No puedes engañarme. ──Me acerqué a el y lo miré por unos segundos, el se estaba acercando y estaba acortando la distancia que había entre nosotros, nuestros labios estaban a escasos centímetros, estaba a punto de besarme cuando mi móvil sonó con Turn Up The Music de Chris Brown. ¡Que inoportuno!

──Te…Tengo que ir a cogerlo. ──Dicho esto salí de su habitación, entré a la mía y le di al botoncito verde. ── ¿Si?

──Soy Els. ──Me contestó mi amiga desde el otro lado del móvil.

── ¡Si ya lo sé tengo tu número guardado cariño! ──Reímos. ──Dime, ¿Qué pasa? ──Pregunté.

── ¿A qué hora salimos? ──Me respondió ella con otra pegunta. ──Yo había pensado salir para comer, ¿qué te parece?

──Me parece perfecto, ¿en el parque a los dos? ──Sugerí.

──Está bien, allí nos vemos, un beso.

──Vale, adiós. ──Le di al botón rojo y tiré el móvil en la cama.

──Así no se trata a un móvil. ──Me dijo Nialler desde el marco de la habitación, no me lo esperaba así que pegué un pequeño salto.

──La próxima vez avisa, me has asustado. ──Le dije con la mano en el corazón.

──Lo siento. ──Se disculpó. ── ¿Era Els?

──Cotilla. ──Le dije mirándolo con el ceño fruncido pero poco tiempo me pude aguantar la risa. ──Si, si era ella. Me ha dicho que a los dos en el parque, iremos a comer. ──Le informé.

──Me parece bien. ──Me sonrió, ¿qué quería? ¿Matarme o que? Cada vez que sonreía me quedaba embobada.

── ¡No! ──Creo que lo asusté ya que dio un pequeño saltito.

── ¡¿Qué?! ¿Estás bien? ──Me preguntó preocupado poniendo sus manos en mi cintura.

──No, no estoy bien, ¿cómo se supone que voy a ir a comer si no tengo dinero? Mis padres no me dieron nada, ¡nada!

──Ahh, era eso. ── Soltó mi cintura. ¿Cómo que era eso? ¿Le parecía poco importante o qué? ──No te preocupes por eso.

── ¿Qué no me preocupe? ¿Cómo quieres que no me preocupe? Ahora mismo soy pobre. ──Dramaticé mientras me agarraba el pelo alborotándolo.

──Tus padres me enviaron tu dinero a mí para que te lo administrara. ──Dijo con rapidez.

── ¿Ahora qué haré? Ahora… ¿Qué has dicho? ──Le pregunté para asegurarme de que lo que había oído era cierto o era producto de mi imaginación. ──Repítelo.

──Que tus padres me enviaron tu dinero, para administrártelo. Así que tranquila, no eres pobre. ──Me contestó riendo.

──Ah, Dios, menos mal, bueno ya puedes dármelo. ──Le ordené, pero éste no se movía.──Venga, dámelo. ──Le exigí esta vez.

──Te daré lo necesario para hoy. ──Lo miré de mala manera. ──Lo siento, pero piénsalo, ¿quieres gastarte todo el dinero para después quedarte pobre de verdad? ──Bufé, aunque me costara trabajo reconocerlo, tenía razón.

──Está bien. ──Le dije resignada, el empezó a reír, lo estaba viendo reírse con más frecuencia y eso me encantaba ya que su risa era la mejor del mundo.

──Te lo daré, pero, tienes que prometerme algo. ── ¡Dios sabría que quería este!

── ¿El qué? ──Una vez hecha mi pregunta me cogió de las manos, entrelazó nuestros dedos y me apegó a él. Ya había muerto de amor.

──Prométeme que no te lo vas a gastar en tabaco. ──Bufé. ──Por favor, lo digo por tu bien. Es malo, no quiero que te pase nada, lo sabes, además, ¿recuerdas por qué murió tu abuelo? ──Me preguntó.

──De cáncer de pulmón. ──Le contesté.

── ¿Y por qué? ── ¿Esto era un cuestionario?

──Por fumar mucho. ──Le dije resignada, esto no podía seguir así, estaba teniendo la razón en todo pero no me podía quejar.

──Exacto, y no quiero que te pase lo mismo, no…No quiero. ──Me digo mientras miraba hacia el suelo. ──Sé que probablemente, no, probablemente no, seguro que cuando salga por esta puerta olvidarás esta conversación y seguirás haciendo lo que quieras y…

── ¡No! ──Lo interrumpí. ──Tienes razón. ──El se quedó asombrado.

── ¿Enserio? ──Me preguntó anonadado.

──Si, pero no te creas que es fácil dejarlo de un día a otro. ── Le contesté.

──Lo sé, pero con que lo intentes, me basta. Una cosa, ¿por qué empezaste a fumar? Es decir, ahora eres todo lo que no eras antes. ──Me preguntó incrédulo.

── ¿Por qué? ──Solté una risa amarga. ──Por ti Niall. ──Nuevamente abrió sus ojos al máximo. ──Tú no eres el único que ha cambiado desde que me fui. Desde que pasó eso me volví en todo lo contrario de lo que era antes, como puedes observar.

──Por mi culpa. ──Se dijo para el mismo mientras se separaba de nuestro agarre, yo lo miré extrañada. En parte si fue por su culpa.

──Pero Nialler, tranquilo, te haré caso, por una vez. ──Reí. ──Lo dejaré. ──Hasta yo estaba impresionada de mi misma. Iba a dejarlo. Pero Niall tiene razón es lo mejor, no quería acabar como mi abuelo.