Capítulo 8.

Tuve miedo, si, miedo a no saber responder a esa pregunta, ¿quería que me soltara? O, ¿no quería? Solo pude quedarme en silencio. ──Como lo suponía. ──Miré sus labios detenidamente, y unas ganas enormes de besarle y devorar esos labios recorrieron mi cuerpo. Poco a poco, mis manos, que estaban en su pecho, empezaron a subir hasta quedarse abrazando su firme cuello. Con mis dedos, jugué con el pelo de su nuca. El, simplemente me apegó mas hacia el, la mano que estaba en mi cuello se desplazó hasta mi mejilla, la cuál acarició con toda la ternura del mundo. Empezó a acortar la distancia que yacía entre nosotros, notaba su aliento mentolado rozar toda mi piel, yo simplemente, abrí mis labios esperando el momento, sentí como ese aliento mentolado ya no rozaba mi piel. Abrí uno de mis ojos, aún con los labios abiertos, y vi como Niall estaba riéndose a más no poder. Desde luego, era una estúpida.

──Parecías Flounder, ¿te acuerdas de él? ──Flounder era su pez.

── ¡Serás imbécil! ──Esta vez le pegué con todas mis fuerzas en su pecho. Mis lágrimas estaban a punto de salir, no quería que me viera así.

── ¡Aaaahhh! ──Se quejó. ──Yo seré imbécil, pero tu estabas deseando besarme, solo había que verte. ──Me dijo imitando mis “labios abiertos”. ──Que sepas, que no eres la única que sabe vengarse. ──Me dijo. Yo ya estaba al borde de pegarle una hostia pero me contuve, eso si, la rabia brotaba de mis ojos.

── ¿Si no? ──Le dije. ──Tu solo espera. ¡Te odio! ──Le dije apuntándole con el dedo.

──Claro, me odias, por eso estabas deseando que te besara ¿no? ──Muy audaz, yo ya no sabía lo que pensar.

── ¡Imbécil! ──Acto seguido abrí su puerta y la cerré detrás de mí fuertemente. Me dirigí a mi habitación y cerré la puerta de un portazo. No se por qué estúpida razón empecé a llorar, ¿es que acaso mis sentimientos hacia Niall habían vuelto a ser los mismos? ¡No, no y no! Yo le odiaba, jugó conmigo, y ahora, lo había vuelto a hacer. Seguro que es por eso por lo que estaba llorando, había recordado aquel día que mi mundo se vino abajo, recuerdos, simplemente eso, pero ya pasó. Me dirigí al baño de mi habitación, me lavé la cara para despejarme y la sequé. Abrí las frías sábanas y me metí dentro de ellas para, seguidamente, caer en un profundo sueño.

Unos pequeños rayos de sol se filtraron por la ventana y rozaban mi piel, no me desperté hasta que noté como los rayos quemaban mi piel. Quité las sábanas que antes estaban encima de mí y me dirigí al baño a hacer mis necesidades. Una vez hechas, lavé mi cara y me peiné, al menos debía de estar decente. Solo había pasado un día y ya me parecía una eternidad. Me quería ir ya, no aguantaba más allí, echaba de menos España, sin duda alguna. Nací allí pero mi padre es español y mi madre de aquí así que al nacer yo, se mudaron aquí. Me vestí: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=50299513 y salí de la habitación.

──Buenos días dormilona. ──Me dijo tiernamente Maura mientras depositaba un cálido beso en mi frente. ── ¿Qué tal tu primera noche?

──Bien, aunque obviamente echo de menos España, pero pasé una noche genial. ── ¡Oh si! Genial, sobre todo con Niall.

──Te entiendo, pero bueno, haremos todo lo posible para que te sientas como allí. Y por eso te e preparado este desayuno, pan con aceite.

──Muchas gracias. ──Le agradecí mientras me reía, esta mujer era simplemente mi segunda madre. ──No tenías que haberte tomado tantas molestias Maura. ──Le comuniqué.

──Si si era necesario. ──Me sonrió. ──Bueno, yo me voy a trabajar cielo. ──Me besó la frente. ──Se me hace tarde.

──Está bien. Que te sea leve. ──La abracé.

──Gracias cariño. —Dicho esto cogió su bolso y se marchó, ahora, la única compañía que tenía se había ido, pero antes de irse oí como se despedía de alguien más. Y así fue ya que en menos de 5 segundos apareció Horan en la cocina simplemente con los bóxers, Dios…Me quedé tonta mirando su cuerpo y… ¿Pero qué estoy diciendo?

──Buenos días pececito. ──Bromeó.

──Imbécil──Le dije como si fuera lo más normal del mundo.

──Wow wow, ¿tan temprano e insultando? ──Preguntó. ── ¡Española tenías que ser!

── ¿Tienes algo en contra de los españoles o qué? ── ¿Te estaba metiendo con mis raíces?

──No, no, para nada. ──Dijo levantando sus brazos. ──Al revés, sabes que amo el español, y a los españoles, bueno, a las españolas. ──Eso último lo dijo en español, hablaba bastante bien mi idioma.

──Bueno, pues más te vale. ──Le dije seriamente.

──Bueno, cambiando de tema, ¿a que hora quieres ir a ver a Danielle y Eleanor? ──Me preguntó.

── ¿Es que acaso vienes conmigo? ──Le pregunté incrédula.

──Claro, ¿piensas que voy a dejarte sola? ── ¿Se hacía el protector ahora o qué?

──Puedo ir solita, no me va a pasar nada. ──Me defendí.

──Eso tú no lo sabes. De todas formas voy contigo, por lo menos a llevarte y recogerte, pero voy contigo.

──Como quieras. ──Dicho esto me levante, pues ya había terminado de desayunar así que nada me ataba allí.

──Espera.

── ¿Qué? ──Le dije pesadamente mientras volteaba.

──No me has dicho cuando quieres que te vayamos.

──No se, ¿a las cinco y media o seis? ──Cuestioné.

──Perfecto. ──Una sonrisa torcida apareció en su rostro, nunca se la había visto y realmente me quedé tildada unos segundos pensando en aquella sonrisa, sacudí mi cabeza. ── ¿A dónde vas? ── ¿Qué se creía mi padre?

── ¿A la habitación? Además, ¿a ti que te importa? Ni que fueras mi padre. ──Le reproché.

──Siento decirte que este verano tendré que pasarlo contigo, protegerte y asegurarme de que ni haces nada malo ni te pasa nada malo ¿por qué? Porque tus padres me lo han pedido. ──Sonrió con suficiencia mientras se levantaba y se acercaba a mí.

──Pero ellos no saben si lo harás o no. Te propongo algo, déjame en paz y yo diré que me cuidaste realmente bien. ──Dicho esto le tendí mi mano para que la aceptara. Este cogió mi mano pero en vez de formar un apretón de manos, cogió mi muñeca y me apegó a él. ──Pero, ¿qué haces? ──Le grité.

──Shh…No hace falta que grites, sobre a tu trato, lo siento, pero no lo aceptaré. ──Levantó una de sus cejas.

── ¿Por qué? Si es lo que estas deseando, quitarme de encima, además eso ya es una especialidad para ti ¿no? ──Al decir eso el se quedó completamente serio y callado, ¿me habría pasado? No lo creo, le dije la verdad, y como se dice, la verdad duele, el ya me quitó de encima hace tres años ¿no?

──Melany, por favor, déjame explicarte lo que pasó. ──No no no ¿por qué tuve que sacar el tema? ──De verdad o fue lo que tú crees, si me dejaras explicar…──Lo interrumpí.

── ¿Qué me vas a explicar Niall? ¿Lo que es obvio? ¿Qué no me querías y que aprovechaste cuando me fui para irte con Perrie? ¿Eso?

── ¡No! ¡No fue eso lo que pasó pero eres tan cabezota que nunca me quisiste ni me quieres escuchar y yo ya no sé como hacer que lo hagas! ──Cuando acabó suspiró.

──Niall yo…──Me interrumpió.

──Déjalo, comprendo que me odies, pero lo que no comprendo es que me odies cuando no sabes la verdadera historia de lo que pasó. ──Acto seguido subió las escaleras y me dejó ahí, en medio del salón, con la mirada fija en la escalera.