El asqueroso sol calentaba mi cabeza produciéndome unos sofocos de calor, causando
que mis mejillas se enrojecieran y por mi frente resbalaran gotas de sudor.
Bufé pero no me moví de mi sitio mientras sacudía varias veces mi cabeza
pues en breve llegaría mi profesor. Moví mi muñeca para alcanzar divisar la
hora que marcaban las agujas del reloj. ¡Veinte minutos de retraso! ¿Acaso pretendería
que le pagara toda la hora entera? Estaba tan nerviosa, estaba allí no por
devoción, y el calor de los meses de verano agudizaba mi vagueza. Puse una mano
en la maleta alargada acabada en unas enormes ruedas. Me iba, estaba harta de
esperar.
Cogí la bolsa y me la colgué rápidamente en el brazo, ¿y la
puntualidad es la mayor prioridad de este sitio? Já y una mierda. Estaba a
punto de echar a andar cuando a lo lejos se divisaba a un chico, se podía decir
que de mi edad, venia corriendo hacia a mi, con una bolsa igual que la mía, si
este era mi profesor, que se prepare.
-Per...Perdón,
siento la impuntualidad.-Dijo mi profesor con la respiración agitada.
-¿Se
supone que en este sitio la puntualidad es una cosa primordial no?-Contesté sin
mirarlo a la cara. Hizo una sonrisa sonora, pues no lo observaba pero lo oí perfectamente.
-¿Empezamos?-
ofreció abriéndose paso entre el verde prado, adelantándome. ¡Oh no! Pensé, no
iba a hacer clase, hoy no.
-Pues
la verdad, hoy no me apetece.- Puse la mano nuevamente en la mochila y reanudé
mi marcha. Se quedó parado allí, y cuando ya estaba a varios metros. Su voz se
alzó para que mis oídos alcanzaran oírlo.
-Te
la voy a cobrar igualmente.- Mientras reía. ¿Que me iba a cobrar? Emprendí mi
marcha hacia el para aclararle un par de cosas.
-A ver,
¿pretendes cobrarme esta clase después de haber llegado casi media hora tarde?-Me
defendí.
-Me
he disculpado por mi retraso, ¿eso no te basta?-Me dijo mirándome a los ojos,
en ese momento me estremecí, prácticamente me perdí en sus ojos, tenían una
forma especial y qué decir del color, eran azul turquesa con líneas amarillas,
no había visto unos ojos tan perfectos en mi corta vida, su pelo era rubio, sin
duda teñido pero perfecto, luego su boca, tenía aparatos pero era perfecta,
nunca unos aparatos me habían detenido, sus labios, muy apetecibles, para que
mentir, y el labio inferior un poco mas carnoso que en superior. Cabeceé y él
tomó mis manos, provocando que caminara detrás de él. No sabía como pero sin cruzar
ninguna palabra más había accedido a hacer esa clase, que entre tantas cosas, duraría
unos aproximados veinte minutos. Llegamos a un punto, no supe a cual, veía todo
el campo realmente igual, sacó un largo palo de metal y lo puso entre mis
manos y de su bolsillo sacó unas bolas blancas depositándola sobre una especie
de soporte. Se cruzó de brazos delante de
mí esperando alguna reacción por mi parte, pero no me moví.
-¿Que
hago?- Pregunté tras varios minutos en silencio y sin movernos. Por su parte
respiró fuertemente, deshaciendo el cruce de brazos, y avanzando hasta mí.
-Dale
a la bola con el palo.- Dijo como si se tratar de lo más obvio del mundo.
-No
me trates como si fuera tonta.-Al decir esto el empezó a reír a carcajadas,
cosa que me molesto-¿De que te ríes? No tiene gracia.
-Si
la tiene. -Siguió riendo. ¡Dios! Hasta riéndose es perfecto, ¿pero que dices?
¡No sabes ni como se llama! Aunque eso se arregla fácilmente.
-¿Como
te llamas?-En ese momento paro de reír, mientras me miraba fijamente.- ¿Que
pasa? Eres mi profesor, ¿te tendré que llamar de alguna forma no?
-Si,
claro, me llamo Niall Horan, y tú, creo recordar que te llamas, ¿Melania Antelo?
¿Puede ser?
-Melany,
por favor.-Dije levantando una de mis cejas. Sonrió y con un brazo hizo el
ademán de que procediera con su breve explicación. Bajé la mirada, posicioné los
pies como había visto hacerlo en tantos miles de videos de mamá y... ¡Juro que
quise hacerlo! Pero no lo hice, dejé caer el palo, y crucé mis brazos. Sus ojos
se posaron sobre mí, pero yo no lo miraba.
-¿Que?-
Pregunté incomoda ante su mirada acosándome.
-¿Porque
te pones así?- Dijo arqueando una ceja.
-Porque
no, porque esto no es para mi, ni tan siquiera se que hago aquí esto si no me
gusta.- Respiré una bocanada de aire. -Y no me sale, es demasiado, difícil para
mí. - Tomó un palo me miró queriendo que le prestara mi mayor atención, cosa
que hice bastante a regañadientes.
Con la facilidad que seria propia de robarle
un caramelo a un niño pequeño, golpeó la bola, la cual voló unos metros hasta
caer de nuevo en el verde prado por el efecto de la gravedad. Arqueó una ceja mirándome.
¿Pretendía que hiciera lo mismo? Pero no me moví, ni hice el esfuerzo. Resopló
y se acercó a mí.
El corazón me dio un vuelco y mi mirada quedo fija en el
verde suelo al sentir sus manos deslizarse por mis brazos desde mi espalda, sus
pies tocar levemente los míos, y llegar a coger mis manos que sostenían el palo
de metal.
-No
es tan difícil.-Dijo en un susurro, el cual me hizo estremecer, aún tenia mis
manos sujetas cuando note que movió el palo un poco a la izquierda, para después
golpear la pequeña pelota, esta salió disparada a Dios sabe donde, cosa que
poco me importaba, en lo único que pensaba era en el perfecto profesor que aún
tenía mis manos cogidas, pero todo lo bueno tiene un final, y yo no iba a ser
la excepción, se paró delante mía para mirarme de nuevo.
-¿Lo
tienes o no?-Me dijo alzando levemente una de sus cejas.
-Si...Supongo.-Sinceramente
este chico me había dejado tildada después de su pequeña ayuda. No había nacido
para eso ni mucho menos, pero por ella debía hacerlo. Sacudí la cabeza,
mientras mi cuerpo aún tenía la piel erizada por su roce.
Realmente quería
volverme loca. No, la verdad es que no, él era mi profesor, aún que tuviera mi
misma edad, él hizo esa acción para enseñarme, ni tan solo se le había cruzado
por la cabeza nada que no fuera relacionado con enseñarme a jugar a golf. Le di
a la bola, completamente distraída, para luego mirar a esos ojos azules para
obtener una confirmación por parte de él. Sus ojos se encontraron con los míos,
al parecer no me había quitado ojo de encima en todo ese tiempo.
Aiiiiins, por fiiin vuelvo a leer capituloos tuuuyoooooooos:) quee iluu jejejejeje.
ResponderEliminarBueeeeno, bien empieza la historia...Profesor de golf...Ahí va ha haber mucho roce me da a mii hehehehehe, molaaa!
Y jooowe, pues decir que estoy emooocionaadiisisisisisima por poder volver a leer proque todos tus fics me encantan, pero veo que este empieza bien con tantas descripciones...Casi muero yo de amor al leerlo así que, leere cada capítulo con tiempo, atención y dedicación:)
enserio, empieza geeniaal!
Unbeesaazo
Buuenas Buenass ;)
ResponderEliminarDios Melany tu no paras, acabas una fic y enseguida empiezas otra, cosa k es de agradecer ya k me encantas siempre tus historias k son tan diferentes pero a la vez perfectas y esta en concreto tiene muy buena pinta.
Bssts Wapa,
sube pronto porfis ^^