De
nuevo repitió la posición del inicio, de cuando se fue mi padre, apoyándose en
el mármol. Sonrió torcidamente, y dejó ir una pequeña risa. Puso una mano
encima sus ojos. Tapándolos por completo.
-De
verdad, me lo he pasado bien.- Puso un dedo en la salsa que estaba cocinando y
lamió su dedo sin pudor alguno mientras yo lo miraba incrédula.-La mejor cena
en años.- Sonrió de nuevo.
-¿Tu
tienes conciencia? ¿No te da pena tu pobre novia?-Dije mientras una sonrisa se
escapaba de mis labios.-Sinceramente daría lastima ser una cornuda, ¿no crees?
-Pues,
en este preciso instante.-Rodeó la barra y se puso detrás de mí agarrándome
fuertemente de la cintura y apartando mí pelo para atrás.-No me importa para
nada mi novia.-Dicho esto empezó a dar mortales y húmedos besos en mi cuello.
-Tu
estas loco.-Me volví para quedar frente a frente, pasé mis manos por su pecho,
para después cruzar mis brazos detrás de su perfecto cuello mientras jugaba con
su pelo rubio, tan suave al tacto. El me besó delicadamente, no tenían nada que
ver con los besos salvajes y pasionales de hace escasos minutos, ahora estaban
llenos de ternura.
-No...No
Niall...- Le dije entre beso y beso, y muy a pesar de lo que en verdad
quería... - Tu la quieres a ella no a mi...- Me zafé de sus brazos y lo miré un
tanto mas apartada y con temor. Temor a lo que me contestara.
-Si,
la quiero. Pero ¿Y que? De ese juego nadie va a salir dañado.- ¿Que nadie saldría dañado? ¿Y yo qué? Sabía perfectamente que iba a salir dañada de esto aunque no quisiera aceptarlo. Se volvió a
acercar rozando sus labios con los míos, sin llegar a besarnos, mientras
nuestras frentes se juntaban, caminamos varios pasos yo hacia atrás, y el
hacia adelante, hasta tropezarnos con la otra parte de la encimera. - Además
ella de esto no tiene porque enterarse... Tan solo... Matamos el tiempo.- Dicho
esas últimas palabras beso mis labios agachándose un poco para estar a mi altura.
-Niall,
ya....bas...basta...-Dije entrecortadamente, pues mientras besaba mi cuello sus
manos se habían posado en mis muslos subiendo y bajando rápidamente, y eso me estaba desconcentrando.
-¿Por...qué?-Dijo sin
sacar ni un momento sus labios de mi cuello. No
se de donde saqué la fuerza pero lo empujé hasta conseguir que se separara de
mi, lo bastante para correr unos pasos lo suficiente para estar fuera del
alcance de él, y correr si era necesario. Miró su reloj.
-Tengo
que irme. Me esperan.- Se excusó. ¡Oh si! lo había olvidado, su novia. Dijo mi
voz interior.
-Si,
es... Es tarde.- Sonreí forzadamente, y me encaminé hacia la puerta, la abrí y
el salió a fuera, pero no se movió de allí.- ¿Adiós?- Tomó mi cuello y me besó
recorriendo mi cavidad bucal con su lengua.
-Adiós.
Nos vemos mañana en la clase.- Susurró en mi oído. Y ahí me quede yo, en la
puerta, como una tonta. Cerré la puerta y me senté en el sofá. Cogí mi cabeza con las dos
manos mientras mis codos estaban apoyados en mis piernas. ¡Dios! ¿Pero que
había sido eso? Vale, vale sabía perfectamente que había sido eso, pero Dios
santo, ¡que tiene novia! Sabía que la apuesta entre Els y yo era eso, que
cortara con la “sin curvas”, pero yo aún estaba completamente en shock. ¿Con que cara iba a mirarlo mañana?
Me
levanté de golpe, anduve por la habitación. Lo había decidido, no iría. Cabeceé
varias veces, y de nuevo apreció la maldita voz interior. ¿Te vas a rendir así? ¿Ya está todo?
-¡Oh por
dios! ¡Cállate!-Dije en voz alta. No quería ser el segundo plato, porque era
eso lo que iba a ser, pero también sabía que tenía razón, si no me presentaba el pensaría que para mi
significó algo, y no podía mostrar mi debilidad delante de él. Debía ir allí como si
nada hubiera pasado esa noche. Escuché como se abría la puerta, mi padre había
llegado, perfecto ahora me preguntaría por su querido Niall.
-Melany,
¿Dónde está Niall?-Como lo suponía.
-Se a
tenido que ir papa, tenia que hacer unas cosas.-Dije subiendo las escaleras.
-¿Habéis
cenado?-Oh si papá prácticamente me come a mi.
-Si, ahora
si me disculpas me voy a dormir, estoy muy cansada ¿vale? Mañana me cuentas que
ha pasado en el restaurante.
Me tiré en
la cama literalmente, y al sonar el despertador la mañana siguiente, me di
cuenta que me había quedado dormida tal y como la noche anterior me desplomé en
la cama. Tomé una ducha, y me vestí con uno pantalones cortos, una camiseta y unas cómodas converse. Bajé con la sorpresa de no encontrarme a papá,
en su ausencia había una nota encima de la mesa de la cocina.
Cariño me he ido mas temprano porque
tenemos que seguir arreglando el desastre de la cocina, ayer me fui porque uno
de los hornos echó a arder. Cuando vuelvas no creo que esté así que en la
nevera tienes la comida. Te quiero.
Ay, este
hombre, tan atento como siempre, sin el ahora mismo no sería nadie. Termine de
desayunar y salí de mi casa rumbo hacia mi, casi segura, muerte. Exageraba, lo
sabía, pero era lo que había.
khfñlkdasñsg P.e.r.f.e.c.t.o!
ResponderEliminarAsí de simple y así de claro lo digo, porque este capitulo ha sido eso: perfecto!
Este hombre yo creo que tiene ciertos problemas con eso de tener novia...
O le da igual, o le pone los cuernos muy a menudo jajaja aunque bueno, con tal de poder estar con ese hombre rubio de ojos azules tan perfecto, como si tiene ochenta novias, así de claro jaja:)
Bueno, como yo me esperaba, hoy has subido otro, así que mañana, podremos leer como te portas con Nialler en la clase de golf después de todo eesto!
y me encanta ver que la apuesta con els vaya viento en popa jejeje:)
unbeeso