Con
la total confianza siguió con su tarea, mientras que mi tonta persona se dejaba
hacer lo que el quisiera en vez de apartarlo y pegarle una hostia de las mías,
pero estaba disfrutando de ese momento que Niall me estaba dando. Con un poco
de cordura cogí sus manos para sacarlas de ahí y llevarlas a mi cintura.
Fue al
oír la puerta del vestidor abrirse, cuando reaccioné, di un respingo,
apartándolo con todas mis fuerzas, provocando que acabara con su espalda contra
las taquillas. La señora mayor que había entrado nos miró algo incrédula, bajé
la mirada. Solté unas simples buenas tardes, agarré mi bolsa, y salí corriendo
de allí, dejándolo él dentro. Intente caminar lo más rápido que mis piernas me
permitieron aunque fue en vano.
-Que
sepas que esto no se queda así.- Susurró en mi oído para darme un beso en la
mejilla. Giré mi cara para mirarlo y le respondí con mi ceño fruncido mientras
el no quitó su sonrisa torcida de encima, volví mi cara y seguí mi camino a
casa. Entré en casa, y un “hola”
sonoro se escapó de mi boca, seguido de un suspiro pero nadie contestó, estaba
sola en casa. Dejé las llaves en el cenicero del mueble de la entrada y subí las
escaleras, entrando en mi habitación totalmente distraída, tiré una patada ligera
a la puerta del baño, para que se abriera, y dejé la bolsa. Cuando una voz
carraspeó varias veces.
-¿Hola?- Preguntó justo detrás mío. Reconocía
esa voz.
-¡Els! Me has asustado. ¿Que haces aquí?-
Dije girándome mientras le sonreía.
-Doce días, y dieciocho horas.- No me
contestó, tan solo tenía la mirada fija en el teléfono táctil.
-Hola Els, ¿cómo has estado en este día y
medio que no se nada de ti? Yo he estado muy bien gracias por preguntar.-Le dije
con una ligera capa de ironía en mi voz y como contestación ella solo
rió.-Tengo que contarte unas cuantas cosas, no te imaginas lo que tu querida
amiga a podido conseguir en menos de dos días.-Le dije con aires de
superioridad.
-Pues, ¿a que esperas?-Dijo impaciente.
No pudo quitar la cara de asombro desde el
mismo instante en que en la explicación se cruzaron las palabras, Niall, beso,
cuello, sin camisa... Y todos los adjetivos posibles para describir tales
escenas vividas tanto en el comedor de mi casa, como en el vestuario.
-Dios, no me lo puedo creer, ¿enserio te dijo
que no le importaba la novia?
-Has escuchado bien.-Dije con aires de
superioridad.
-Me sorprendes Mel, realmente me sorprendes,
estas a un paso de conseguir que deje a la “sin curvas”.
-No estoy muy segura de que la deje, recuerda
que me dijo que esto era solo un juego y que quería a la novia.
Tomó mis manos entre las suyas, y me miró
fijamente.
-¿Un juego?- abrió sus ojos. Mientras yo
asentía con la cabeza.-Lo...siento.- Se levantó de golpe.- Yo, de verdad lo siento,
olvida la apuesta, olvídala...-Abrió el bolso nerviosa saco el Iphone dispuesta
a borrar la nota añadida casi hacia dos días antes.-Tu lo quieres.-Intenté
gesticular palabra, pero con su mano me negó ese derecho.-Y por más que me digas
que no, no voy a creerte...Así que olvida la apuesta, solo saldrás herida de
aquí y yo no quiero ser la causante de eso, me sentiré mal toda mi vida.-Me
dejo trastornada pero antes de que saliera por la puerta la agarré del brazo.
-¿Saldré herida por qué?
-Mel, es mas que obvio que a ti te gusta, y
si seguís con estos encuentros te acabaras enamorando y si según el es un
juego, dime, ¿tu que ganas? ¡Nada! Así que mejor olvídalo, ¿vale? Hagamos ver
que nunca hubo nunca esa apuesta.-Definitivamente tenía toda la razón.
-¡No!- Grité antes que apretara el botón
"Delete" de su teléfono.- No me gusta.- Me miró de reojo, no me iba a
creer.-Bueno...A lo mejor si...-Puso los ojos en blanco.-Pero ¿Y si esta es la
única manera de estar cerca de él?- Se dejó caer en mi cama sentándose.
-¿Lo prometes?- Dijo mirando el suelo y
jugando con sus zapatos.
-¿Que tengo que prometer?- La miraba aún
desde mi altura, pues yo no me había sentado.
-Prométeme que no te vas a enamorar de él,
que solo eso... Solo será tensión sexual...- Tragó saliva fuertemente.-Prométemelo...
-T...Te lo pro…prometo.-Tartamudeé mientras
miraba hacia abajo.
-Melany…-Me replicó.
-¡Esta bien! ¡Te lo prometo!-Dije mas
convencida y mirándola a la cara.
-Vale, pero que conste que ha sido decisión
tuya, yo te he intentado advertir y proteger, no quiero que sufras ¿vale?-Dicho
esto me estrechó fuertemente es sus brazos. Abandonó
la casa al cabo de unas horas, con la excusa que había quedado con Louis.
Encaminé
mis pies hacia la cocina, donde el reloj enorme de pared marcaba las siete de
la tarde. Papa no estaba, y tardaría en llegar, así que tenía un rato para mi
sola.
aaains pofaavó, que amor de hombre ajajajajaja:3 Es que me encanta esto de: profesor de golf, novia tonta, tía que se va a enamorar, el se va a enamorar...pero bueno, haber como sigue la cosa(:
ResponderEliminarEls me encanta...Eso de dejar la apuesta para que Mel no se enamore...Eso si que es una buena amiga! Si es que que blog mas perfecto JODER! Y bueno, a mi me da que esa tranquilidad de estar sola en casa, no va a durar mucho...
Una de dos: O aparece Nialler, o aparece su padre o va a tener uno de sus sueeños ajjajaja:)
Y bueno, pues que lo dejo aquí para esperar a mas mañana jejejeje:)
unbeeso